sábado, 11 de mayo de 2019

Los Maruts




                                                                      Invocación

OM Sam no mitra sam varunaha sam nobhavat
varyama samna indro brihaspatih.
Sam no Vishnururukramah. NamoBrahmane,
Namaste vayo! Twameva pratyaksham Brahmaasi,
Twameva pratyaksham Brahma vadishyami,
Ritam vadishyami, satyamvadishyami,
tanmaavavatu, tadvaktaramavatu, avatu maam,
avatu vaktaaram,
OM Santhi Santhi Santhih.

Nosotros recitamos la invocación védica “Samno mitra…” por la mañana y por la tarde. “Vayu” significa aire. “Agni” significa fuego. “Namaste Vayu” significa: “¡Saludos a ti, oh aire!”. “Tvameva pratyaksham Brahmasi” significa: “Tú eres el perceptible Brahman”. El Veda no habla del fuego como el Brahman perceptible. Habla del aire. “Twaameva pratyaksham Brahma vadishyami” significa: “Ciertamente, yo declaro que tú eres el Brahman perceptible”. Decimos “Dios es”, pero no lo podemos ver. Decimos “Brahman es”, ¡pero no lo vemos! Ver es creer para el ignorante. 
El ignorante solo cree lo que ve. Los hombres de conocimiento, sin embargo, ven lo que otros no pueden ver. Por eso se dice que tienen la “visión interior”, que es la que te lleva a la visión. 
La materia es visible, el agua es visible, el fuego es visible y el akasha es visible. Sin embargo, el aire no es visible. Pero ¿podemos decir, entonces, que el aire no existe? El único elemento del que nadie puede negar la existencia, aunque no sea visible, es el aire. 

No digamos, por tanto, que lo que no es visible no está aquí. Si los Maestros de sabiduría no son visibles, ¡no digas que no están aquí! La belleza del aire es que nadie pude negarlo, aunque sea invisible. ¿En qué medida reconocemos el aire? Lo damos por garantizado. Nuestra auténtica existencia se la debemos al aire. Hablamos de las respiraciones ardientes. Madame Blavatsky habla de la respiración ardiente desde el principio de La Doctrina Secreta. La exhalación proveniente de lo Absoluto lo genera todo, y la inhalación causa la retirada del mundo entero al interior de Brahman. Con la ayuda del aire, todo se manifiesta y todo desaparece. 

El aire preside ambos movimientos. Para el movimiento vertical, el aire es necesario. También lo es para los movimientos horizontales, rotacionales y en espiral. ¡Sin aire no hay creación! De este “aire” es del que trataremos de hablar durante este encuentro grupal. Existen siete variedades de movimientos llamados maruts. Marutha significa viento. Puede haber un viento ardiente, devastador, placentero, caluroso, frío, en forma de tornado o de remolino que te levanta del suelo. También puede haber un viento dador de vida, etc. Cuando hablamos del aire, hablamos también del fuego. Cuando hablamos del aire, hablamos también de la pulsación. Por ello se considera que el aire es el auténtico Señor de la creación. En la ciencia del yoga, se considera que el aire es el Maestro. El aire te puede llevar a la luz, y también a la oscuridad. 

El aire te puede conducir al cielo o al infierno. El aire te puede elevar al séptimo plano de existencia. La belleza del aire no puede describirse en su totalidad. Tratamos, por ello, de reconocer su importancia en nuestra evolución. Si el aire así lo decide, la evolución puede ser muy rápida. ¡Tal decisión ha ocurrido recientemente! Es lo que llamamos la era de Acuario. La era de Acuario significa la era del aire. 

La energía acuariana está a nuestro alrededor para elevar a la humanidad. 
Si la humanidad no coopera, el aire nos barre ¡de la misma manera en que nosotros barremos un montón de polvo con un plumero! Este es el miedo que tenemos hoy en día. ¿Quién puede quitarnos de en medio? Solo el aire puede hacerlo. Ha habido situaciones semejantes en el pasado con el fuego y el agua. En la era de Acuario, el aire nos barre porque es “la escoba cósmica”. 

Tres aires: Acuario, Géminis y Libra

Si seguimos el viento de Acuario, podemos ascender verticalmente o ser barridos.
A lo mejor nuestra comprensión del aire y de sus aspectos nos puede ayudar a orientar el aire interno, y de esta forma, orientar el aire externo. Si hablamos del aire cósmico, nos referimos a Acuario. Si hablamos del aire en el interior y el aire en el exterior, lo hacemos de Géminis. Si hablamos del aire alrededor del planeta Tierra, estamos refiriéndonos a Libra. Existen 3 signos de aire en astrología: Acuario, que es eléctrico, Géminis, que tiene un movimiento ascendente y descendente, y Libra, que nos ayuda para que el funcionamiento del aire sea el adecuado en las regiones infraumbilicales. Tres aires nos gobiernan. Hasta el diafragma, nos gobierna el aire de Libra.

Desde el diafragma hasta la laringe, nos gobierna el aire de Géminis.
La cabeza está gobernada por el aire de Acuario. Aunque tengamos cabeza, ¡es el aire del estómago el que gobierna, incluso sobre el aire de la cabeza! Esto ocurre porque somos seres orientados hacia el estómago. Cuando digo “estar orientados hacia el estómago”, quiero decir que nosotros queremos “ingerir” muchas cosas. No solamente alimentos, sino que queremos “ingerir” dinero, poder, sabiduría… y algunas personas quieren “ingerir” personas. Intentar controlar a la gente con poder y dinero es “ingerirlos”. Por tanto, aunque tengamos cabeza y tórax, es el aire del abdomen el que controla las 3 partes del ser humano.

Así que primero debemos limpiar el estómago. Cuando limpiamos lo que no necesitamos, entonces lo necesario puede llenarnos. En el ayurveda, por ejemplo, si hay mucho desorden estomacal, se propone una práctica para limpiar el estómago, ya sea a través del vómito o de la diarrea.
En ambos casos se lleva a cabo la limpieza para poder establecer la salud. De la misma manera, el yoga o sendero del discipulado sirve para limpiar todo lo “ingerido” en previas encarnaciones.
El aire nos ayuda a limpiar. Por favor, recordad que sin aire no hay nada.

Si el aire no trabaja adecuadamente, no puedes vomitar. Hay un prana llamado udana prana, que está dirigido por udana vayu. Es el aire que te permite toser, tener hipo y eructar. Hay otro vayu llamado apana vayu. Permite defecar. Sin Hanuman no existiría el Ramayana. Asimismo, sin la gran águila, el segundo Logos, Vishnu, no podría desplegarse. Sin la pulsación, nada puede descender ni ascender. Todas estas son inteligencias cósmicas del aire. En el Mahabharata se menciona al “segundo hijo de la luz”. Sin él, los “cien hijos del Rey Ciego” no habrían podido ser eliminados.

En las escrituras sagradas, además de un Avatar, también hay un “Avatar aéreo”.
Un Avatar desciende como fuego y aire, porque el fuego solo no puede hacer nada. Necesita la ayuda del aire.
Sin un auténtico discípulo, un Maestro no puede hacer nada. El discípulo es el vehículo. El vehículo para cualquier cosa en la creación es el aire. Para traer cosas valiosas a la vida necesitamos el aire. También se necesita el aire para destruir las cosas innecesarias. Hay miles de dimensiones acerca del aire. Existe un Purana llamado Vayu Purana. Tal es la importancia del aire. Cuando este aire funciona en los 7 planos, se convierte en los 7 vientos. Estos vientos tienen sonidos sutiles o densos. Por eso se llaman “maruts”.


Vayu y los siete Maruts 

Vamos a tratar de adquirir una correcta comprensión acerca de estos siete vientos llamados maruts. “Marutha” significa viento. Los maruts son las inteligencias relacionadas con los vientos. Existen siete vientos, llamados “saphta maruthas”, y las siete inteligencias relacionadas con ellos son los “saphta maruts”. Marutha es el viento, y marut, la inteligencia que dirige al viento. A menos que el viento sea favorable, no podemos actuar. A menos que el viento sea favorable, el viaje del alma no es alegre. La cooperación del viento es muy importante. Los siete vientos están dirigidos por las siete inteligencias llamadas maruts. Para ello, debemos invocar regularmente la fuente de los siete vientos, que es el aire cósmico llamado Vayu. Debemos ofrecer nuestros saludos a Vayu regularmente. Como decía al principio, recitamos esta invocación pronunciando “Namaste Vayu”, y “Twameva pratyaksham Brahmasi”, que significa: “Tú eres el Brahman perceptible”; y “Twaameva pratyaksham Brahma vadishyami” significa: “Ciertamente, yo declaro que tú eres el Brahman perceptible”. A menos que obtengamos el favor del perceptible Brahman, no podremos experimentar nada de Brahman, desde lo más espiritual a lo más material. 

A menos que Vayu sea favorable, no podemos experimentar los distintos planos de existencia, ya estén estos en el plano material, vital, mental, búddhico, de bienaventuranza, átmico (alma individual) o paramátmico (alma universal). Vayu es la base. Vayu, en su aspecto séptuple, son los siete maruts. Vayu, o la inteligencia cósmica del aire, es una de las quince inteligencias cósmicas. Si Vayu no funcionara, habría conexión y desconexión. Los siete maruts dirigen los siete vientos. Los siete vientos tienen su origen en la inteligencia cósmica Vayu, que emerge de Rudra. Rudra es la inteligencia principal de la Persona Cósmica. De la Persona Cósmica emergen Rudra, Vayu y los maruts. En la jerarquía de los maruts, se encuentra, en primer lugar, la Persona Cósmica; en segundo lugar, Rudra; en tercer lugar, Vayu; en cuarto lugar, los maruts. Así es el despliegue cuádruple. Y ¿de dónde ha emergido la Persona Cósmica? Del huevo cósmico. ¿De dónde ha salido el huevo cósmico? De los veintisiete elementos que emergen de la naturaleza cósmica. ¿De dónde viene la naturaleza cósmica? De Parabrahman o el Dios Absoluto. De esta forma es como debemos relacionarlo todo y estudiar. La enseñanza tiene una continuidad. 

Tenemos que escuchar una y otra vez, ya que solamente a través de la repetición se asimila la sabiduría. Experimentamos la sabiduría cuando la asimilamos y la vivimos. La Persona Cósmica es el Dios en la creación. La Persona Cósmica está constituida por quince inteligencias. 
La creación décupla procede de la Persona Cósmica. Así es como, en todo lo que se enseña, se explica la cosmogénesis para que la comprendan aquellos que se hallan en el sendero de la búsqueda. Aquellos que van en busca de la sabiduría deberían tener continuidad con las enseñanzas. 
Cuando mantenemos la continuidad en la enseñanza, la sabiduría se establece en nosotros. 
Cuando se ha establecido en nosotros, se puede experimentar. 

La sabiduría experimentada se puede explicar en términos sencillos. 
Cuando no se experimenta ni se asimila, nos parece griego o latín. Hoy en día no podemos entender sánscrito, latín o griego, porque hablamos lenguas derivadas de estas. Todas las lenguas que se hablan hoy en día son producto del sánscrito. Del sánscrito se derivan el griego y el latín, y de estas dos proceden las lenguas occidentales. También del sánscrito derivan todas las lenguas de la India. Cuando hablamos nuestra lengua, nos olvidamos del griego, latín, sánscrito, senzar, etc. La sabiduría se presenta de dos formas. De Brahman a atman, de atman a buddhi, y de buddhi a manas. Esta es una vía. Se la llama vía descendente. Desciende por la escalera. La otra vía es “ascender la escalera”. De manas a buddhi, de buddhi a atman, y de atman a Paramatnam. Los dos métodos son frecuentes. El primer método se llama “de lo no familiar a lo familiar”, y el segundo método se denomina “de lo familiar a lo no familiar”.

Del Centro a la Circunferencia

La historia es de los maruts a Vayu, de Vayu a Rudra, y de Rudra a la Persona Cósmica y de la Persona Cósmica a los 27 elementos que son responsables del plano cósmico. Entonces llegamos a la naturaleza cósmica, y finalmente, a Parabrahman. Para ello, siempre es mejor empezar desde lo familiar a lo no familiar, es decir, del centro a la circunferencia. Es más fácil moverse desde el centro a la circunferencia que no de la circunferencia al centro, porque cada uno de nosotros es un centro desde el cual, en cualquiera de los 360º que nos orientemos, llegamos a la circunferencia. De este modo, empezamos explicando los maruts, nacidos de Vayu, y este, nacido de Rudra. Rudra nace de la Persona Cósmica, que a su vez nace de los 27 elementos, que nacen del impulso cósmico que es la naturaleza cósmica, que surge de lo Absoluto. Para empezar, esto tiene que resultarnos familiar. Para cuestiones de comprensión, los siete maruts pueden considerarse como 3+1+3. 

Tres maruts tienen una doble cualidad. El cuarto marut es neutral. El 5º, 6º y 7º maruts no llevan la doble cualidad, es decir, no están en la dualidad. Así pues, hay tres maruts en la dualidad, uno neutral y tres más allá de la dualidad. Estos siete pueden verse también como tres arriba, tres abajo y uno en medio, que representa el punto de unión. Siempre que nos encontramos con el número siete, desde el punto de vista ocultista se nos pide que lo veamos como un triángulo con el vértice orientado hacia arriba, un triángulo con el vértice orientado hacia abajo y un punto central. También puede entenderse como un triángulo sobre un cuadrado. Esta es la mejor situación del siete, aunque también lo podemos ver como un triángulo con el vértice hacia abajo insertado en un triángulo con el vértice hacia arriba, y en la intersección de ambos, el centro. Este es el símbolo del siete. 

Es lo que conocemos como el “Sello de David”, “Templo de Salomón” o SOL-OM-AN. Hace años, en los inicios de estas enseñanzas, en Alella, durante un May Call, se comentó en detalle el tema de los triángulos y los cuadrados: qué es un cuadrado, qué es un triángulo, qué es un triángulo sobre un cuadrado, qué es un triángulo con el vértice hacia arriba dentro de un cuadrado, qué es un triángulo con el vértice hacia abajo dentro de un cuadrado. Todo esto está enseñado. Estos son los estados del ser humano. Vivimos en un cuadrado, es decir, en una caja. 

En esta caja, cuando estamos orientados solo hacia lo material, el triángulo está invertido, es decir, tiene el vértice hacia abajo dentro del cuadrado. En enseñanzas avanzadas, el profesor dibuja un cuadrado y un triángulo en su interior con el vértice hacia abajo, pero con un punto en su centro. 
Esta es una representación y enseñanza simbólica del hombre mundano. Las tres cualidades que hay en él se orientan hacia abajo, la materia. Si, por el contrario, el vértice está orientado hacia arriba en el interior del cuadrado, se dice que el ser humano es un aspirante. Cuando el triángulo con el vértice hacia arriba está en el interior del cuadrado, es decir, cuando la aspiración trata de ascender, entonces se produce una retirada de la objetividad. Entonces el cuadrado se convierte en un triángulo inferior.


El triángulo con el vértice hacia abajo en el interior del cuadrado representa al hombre mundano. 
El triángulo con el vértice hacia arriba en el interior del cuadrado representa al aspirante que trata de romper el bloque. ¡Trata de hacer un agujero en la caja! Tenemos casas como cajas y tenemos casas con un triángulo sobre la caja. El hombre mundano es un triángulo con el vértice hacia abajo dentro de la caja. Se dedica a dar plenitud a sus deseos corporales relacionados con la comida y el sexo, y está básicamente preocupado por su vida mundana. 

La mayor parte de las personas, hoy en día, están preocupadas por su vida mundana. Encontramos muy pocas personas preocupadas acerca de la vida divina. Cuando invertimos el triángulo y este, dentro del cuadrado, tiene el vértice hacia arriba, significa que eres un aspirante. Si estás preocupado por lo mundano y solo hablas de Blavatsky, Bailey, etc., te autodecepcionas. Cuando realmente estás orientado hacia la aspiración divina, el aire te eleva, es decir, el triángulo te eleva lentamente por encima del cuadrado. Simultáneamente a este movimiento, el cuadrado se transforma en un triángulo. Esto significa que ya no estás tanto en lo mundano. 

Tenemos los siete aires o vientos. Tres tiran de ti hacia abajo, tres lo hacen hacia arriba, y en el centro te puedes relacionar hacia arriba o hacia abajo. Debe haber un equilibrio entre la fuerza que te eleva y la que te hace descender. Si la fuerza elevadora es superior a la fuerza descendente, estás fuera del cuerpo y no puedes crecer. Debemos asegurarnos de que hay tanta fuerza elevadora como fuerza descendente, y que la fuerza elevadora es superior a la que nos hace descender, de tal manera que podamos “permanecer en el mundo, sin ser de este mundo”.


Punto Medio - Yoga

Hay una forma de estar con el mundo sin hundirte en él. Es el llamado estado de yoga. Estás con él, pero no estás en él. “Con él”, significa de forma amistosa. No rechazas ni niegas nada. Renegar del mundo no te convierte en un discípulo ni en un yogui. Embellecer el mundo es el trabajo del discípulo o el yogui. Hundirte en el mundo te convierte en un esclavo del mundo. Flotar sobre el mundo, trabajar para el mundo evitando hundirte en él, es el trabajo del yogui. Si es preciso, el yogui puede ir todavía más arriba. Se trata de “ser (estar) y no ser (no estar)” a la vez. Es un bello concepto que solo un yogui puede experimentar, “ser y no ser”. Estar en el mundo cuando sea necesario y estar fuera del mundo cuando no sea necesario. A esto se le llama “amistad en el mundo”. No abrazas todo lo que es mundano, pero tampoco niegas ni rechazas todo lo que es mundano. Existe la belleza del mundo, porque también es divino. Debes saber cómo relacionarte con el mundo. Así pues, hay que equilibrar los tres vientos superiores y los tres vientos inferiores. El equilibrio se halla en el cuarto aire, el aire medio. El aire medio es el mejor lugar. Géminis es el aire medio, el cuarto aire.

  Géminis. Signo de Iniciación

Géminis se relaciona con la humanidad. Cualquier individuo habla de la luna llena de Géminis como la luna llena de la humanidad. ¿Cuál es el mensaje de Géminis? Géminis nos transmite el mensaje de “ser (estar) y no ser (no estar)” con el mundo mundano y supermundano, permaneciendo entre los dos. Esta es la sabiduría de Géminis. Para compartir esta sabiduría, Moisés llevaba a cabo iniciaciones en el mes de Géminis, así como Maitreya y el Maestro CVV. Todos aquellos que saben, trabajan en el mes de Géminis para elevar a la humanidad que quiere ser elevada. No es para todo el mundo. El objetivo de Géminis es elevar a la humanidad. Elevar en el sentido de que la humanidad está encallada en el mundo, así que debe ser elevada. Géminis ofrece el 4º aire, aunque también el 5º aire se relaciona con él. El 5º aire es la bienaventuranza. El 4º aire es la sabiduría. La bienaventuranza está después de la sabiduría, más allá de esta. 

La gente desea la bienaventuranza, pero este estado no puede alcanzarse sin la sabiduría. La sabiduría te da la clave hacia la bienaventuranza. Sin sabiduría, la bienaventuranza es temporal, momentánea. Si te comes una paella, la bienaventuranza es momentánea. ¡Si estás muy hambriento, y te comes una paella, estás en el cielo por un momento! Pero solo es durante unas pocas horas. Tras estas, vuelves a tener hambre. ¿No es así? Así que no podemos considerarlo un estado de bienaventuranza, porque es momentáneo. Cuando hace calor, el aire fresco es una bendición. Así también, cuando hace frío, el aire caliente nos parece una bendición. Ahora bien, este estado es momentáneo. La bienaventuranza momentánea es como experimentar crisis epilépticas. 

Un epiléptico tiene crisis. A veces está normal, a veces no normal, a veces contento, muchas veces descontento. Este es el problema. El ser humano muy pocas veces sonríe. Hay variedad de expresiones porque en el interior no hay gozo, no hay bienaventuranza. Para tener bienaventuranza plena en todo momento necesitas sabiduría. La sabiduría es el 4º aire. Todos los aires se van dando en las escrituras sagradas. Madame Blavatsky, a quien apreciamos mucho, dio la sabiduría sobre los siete maruts. Habló de ello en el siglo XIX, y actualmente nos encontramos en el siglo XXI. 
Ella habló basándose en los Puranas, los Vedas y el Bhagavad Gita. Dejadme primero que os presente los aires que causan los siete planos y su trabajo, y más tarde os daré los nombres y os explicaré cómo trabajar con ellos. 

Samvaha

Empiezo desde el punto central, el 4º viento. No empiezo ni por abajo ni por arriba. Empiezo desde el punto medio. Esta es la aproximación yóguica. Desde el centro, estamos equidistantes de lo superior y de lo inferior. Si tenemos planta baja, primer piso y segundo piso, desde el primer piso nos encontramos equidistantes de la planta baja y del segundo piso. Igualmente, si el edificio tiene siete plantas, la planta media es la 4ª. La 4ª planta es buddhi. El cuarto centro es el corazón. Esta es la clave. No es solo aprenderla, sino aplicarla para que se abra la puerta. Cuando aplicas la clave, todo se abre. El cuarto aire se llama samvaha; ahora puedes entender qué es el 4º aire. Sama significa equilibrio. Samadarshana significa permanecer en equilibrio en todo lo que veas, ya veas a un Maestro o a una persona estúpida. Si no hay ningún aire perturbado en ti, entonces esto es sama, la ecuanimidad, porque lo que está en el Maestro está en el individuo estúpido. Un estúpido es aparentemente un estúpido, pero en él, “ÉL” está también presente. Así pues, cuando estás en samadarshana, samadrishti, si puedes ver a través, entonces eres ecuánime. Siempre decimos: “Ve las almas”, pero solo vemos las personalidades, y por esto nos alteramos.

Cuando vemos las almas, no hay problema. ¡Para esto está la sabiduría! La sabiduría es el 4º paso y pertenece a buddhi. Por debajo del 4º está el 3º, y por encima del 4º está el 5º, es decir, por encima de buddhi (4º) está la bienaventuranza (5º), y por debajo está manas (3º), la mente. ¿Cómo ascendemos y descendemos? Precisamos del aire para desplazarnos verticalmente o para ir hacia abajo. Si no se desarrolla este aire, no hay movimiento vertical. Con gran esfuerzo, a través de la evolución, hemos desarrollado la habilidad de movernos en los 3 aires inferiores. Nos podemos desplazar de lo físico a lo emocional, y de lo emocional a lo mental. Este movimiento también es debido a los 3 aires. En estos 3 aires (mental, emocional y físico) nos movemos.

Estos aires son duales. Puede haber un estado mental con felicidad o infelicidad. También puede haber un estado emocional con felicidad e infelicidad. Con la pareja, a veces nos sentimos felices y otras veces nos sentimos infelices, ¿no es así? ¡Esto es emocional! A veces amamos y a veces odiamos. La emoción es dual, así como la mente y el plano físico. A veces nos gustan determinados lugares, y otras veces, no. Algunos lugares nos hacen felices, y otros, no. ¿No están todos estos planos llenos de dualidad? Hemos aprendido a trabajar con la mente, los sentidos y el cuerpo. Hemos aprendido a estar felices e infelices alternativamente. A veces somos felices y a veces infelices. Cuando somos felices, en nuestra cara se dibuja una sonrisa; cuando somos infelices, ponemos cara larga. Puede haber felicidad mental o infelicidad mental, felicidad emocional e infelicidad emocional, felicidad física e infelicidad física.

  Neutral. No dual

El hombre está dotado de 3 aires duales. Hay un aire neutral que no está en un estado ni de felicidad ni de infelicidad. Un hombre de sabiduría no está ni feliz ni infeliz. Está en un estado de neutralidad, de equilibrio. Esto es al principio. Cuando estás aprendiendo sabiduría, te pones serio, ¿no?
El equilibrio no es felicidad, es un estado neutral. No soy infeliz. Aún no he llegado al estado de bienaventuranza. En el estado neutral, no hay dualidad. Cuando permanecemos mucho tiempo en un estado neutral, podemos acceder al estado de bienaventuranza, que no es felicidad ni infelicidad. ¡Es gozo! Hay una diferencia. Cuando estás gozoso, independientemente de lo que haya afuera, no estás infeliz ni feliz, sino que estás en estado de gozo. Hay personas que sonríen mucho y después lloran mucho. Aquellos que sonríen mucho van a llorar en la misma medida. El que accede a la sabiduría no padece estas modificaciones extremas.

Entonces viene el siguiente paso del gozo, que es la sonrisa permanente. La sonrisa siempre está con él. Se le llama un rostro sonriente. No es que él sonría, sino que el interior está gozoso. Este es un estado de seguridad. El 5º estado de gozo es un estado seguro. Esta persona está con la sabiduría, el gozo. Esto es lo que recomienda Madame Blavatsky cuando habla de los maruts. A menos que la humanidad alcance este 5º aire, el 5º marut, seguirá en ciclos. Ella solo dice una frase.

Es para que meditemos en esta frase. Debemos preguntarnos a qué se refiere Madame Blavatsky con esta afirmación. La podemos leer cuando veamos los maruts en La Doctrina Secreta. Ella dice que solo el 5º aire proporciona el gozo; el 4º aire, no. No habla de los aires inferiores porque son muy cambiantes: un día estoy feliz, el otro infeliz. El Maestro me prefiere a mí o a otros. Si el Maestro me sonríe, soy feliz. Si sonríe a otros, no soy feliz. Este es el problema. Es por ello que el Maestro prefiere no sonreír. Sonríe internamente ante el infantilismo de sus seguidores. 

  Pravaha 

Madame Blavatsky dice: “Desde el 4º hacia abajo, la carne conquista el espíritu”. La carne no puede conquistar lo que está del 4º hacia arriba. Por ello, el 4º aire es crucial. La cuarta raza fue crucial para la humanidad. La cuarta raza, la raza atlante, disponía de toda la sabiduría. Algunos sucumbieron a la materia, mientras que otros se orientaron hacia la sabiduría. Estudiad el destino de la cuarta raza, tal como lo explica Madame Blavatsky en el libro La Doctrina Secreta. En la cuarta raza de esta humanidad en la que estuvimos, muy pocos pensaron en avanzar, y muchos no lo pensaron, sino que se deslizaron hasta los tres aires inferiores. Así es como la historia de la humanidad consiste en conquistar las cosas y a las mujeres de otros. En el Ramayana se habla del secuestro de una mujer (Sita). El Mahabharatha cuenta la historia de la apropiación indebida del reino a través de métodos dudosos. Los dos Itihasas son dos historias de la humanidad. En el Ramayana se cuenta la historia del secuestro de la mujer de Rama por un atlante. 

En el Mahabharatha se relata la historia de los hijos del Rey Ciego que, astutamente, se apropiaron del reino de los hijos de la luz. ¡Ni tan siquiera los nacidos en India conocen los secretos básicos del Ramayana y el Mahabharatha! Ponen caras devocionales y ya está. La sabiduría es diferente. ¿Cuál es la historia de la humanidad? Es la historia del insaciable deseo por lo material, del insaciable deseo de obtener la plenitud en el terreno material y el insaciable deseo por el poder. Esto ya lo tuvimos en los tiempos atlantes. Aunque nos consideremos arios hoy en día, fuimos atlantes anteriormente. Caímos porque nos asociamos con la carne, la materia, el sexo y el dinero. Sexo, dinero, comodidad física y poder físico resumen toda la historia de la humanidad. Todos nos arrastramos hacia ello. Los hombres solteros siempre buscando mujeres, y las mujeres solteras siempre buscando hombres. Ellos y ellas son conducidos por el aire en el plano emocional. Se encuentran en corrientes turbias. Dichas corrientes turbias también pueden ser corrientes de agua limpia. Los ríos fluyen con cantidad de lodo durante las inundaciones. 

Durante una riada, las aguas del río no están limpias porque recogen todo el barro que se encuentra en el lecho del río y en las orillas. Desde dentro y en los alrededores, uno reúne muchas emociones. En una inundación, nadie puede nadar. Las corrientes son muy fuertes. Uno se ve arrastrado por las aguas de la inundación. Esta incluso destruye los puentes, los márgenes, e inunda el terreno circundante. A esto se le llama, en sánscrito, “pravaha”. Pravaha significa corriente. Es una dualidad, porque puede haber aguas turbias y aguas limpias. El flujo de las aguas limpias es placentero, porque te permite ver lo que hay en el fondo, aparte de reflejar lo superior. Ved los lagos suizos, con unas aguas tan limpias. Por eso se dice que Suiza es una tierra limpia, virgen, relacionada con el signo solar de Virgo. El Maestro DK escribe, en Astrología Esotérica, que Suiza está regida por Virgo. Deberíamos meditar en esta afirmación. Toda declaración proveniente de un gran iniciado requiere que meditemos en ella. ¿Por qué dice, el Maestro DK, que España es Sagitario y las energías de Suiza son Virgo? Tenemos que contemplar internamente para conseguir las revelaciones necesarias. Si queremos vivir en una tierra virginal, deberíamos tener una mente y emociones limpias, es decir, una vida vital y un cuerpo puro. Entonces eres un “suizo”, esotéricamente hablando. La Tierra, en los distintos lugares, vibra con diferentes energías. En España, por ejemplo, adquirimos la ardiente aspiración. No para comer paella, pizzas y todo esto. Helados, chocolates, discotecas, cenas tardías o trasnochar dificultan nuestra capacidad para despertarnos y levantarnos pronto por la mañana. Esto no es español, sino lo impropiamente español. 

Si no eres capaz de levantarte durante las horas del amanecer, no te puedes considerar sagitariano, hispánico. ¡Solo puedes decir que eres un histérico! Originalmente, hispánico tiene otro significado. El sonido “Ha” (hache aspirada) es un sonido ígneo. En el nombre HPB, Helena (en inglés) tiene este sonido de hache aspirada, ¡no es Elena! Su nombre es Helena Petrovna Blavatsky. “Ha” es fuego, el fuego de la aspiración que ella demostró. No hay nadie igual a ella. HPB dice que desde el cuarto marut hacia abajo, estos causan estragos. Te someten a fuertes corrientes de agua, corrientes mundanas. A este marut se le conoce como pravaha. Samvaha es el número cuatro, y pravaha es el tres, y te puede llevar hacia arriba o hacia abajo. El mundo nos barre con las corrientes de pravaha. Los vientos de pravaha pueden barrernos. Así que debemos desarrollar la habilidad para resistir. Vam. El Sonido del Aire Lo que intentamos es tener la habilidad para resistir las corrientes del tiempo y del mundo. A esto se le llama nivaha. Hasta ahora, hemos mencionado samvaha, udvaha, pravaha y nivaha. Vaha significa “transportador” en sánscrito. Vaha es la raíz del término “vehículo”. La etimología nos ayuda a entender esto. 

Vam es el sonido del aire. 

Conocemos el mantra “Vam Vayave Namaha”. Cuando el aire se mueve, se llama Vayu. 
Cuando se encuentra en diferentes funciones, se llama vaha. En sánscrito al vehículo se le llama vahana. Es un aire que te sumerge profundamente en la materia y te condiciona con lo material. El ser humano no es materia. Puede trabajar con la materia, pero no es materia. Acumular recursos materiales condiciona cada vez más al hombre. Por ello se requiere llevar una vida simple, sencilla. Simplificar la vida no es una tarea fácil. Nosotros creemos que necesitamos muchas cosas. Así que, desenfrenadamente, compramos y acumulamos materia a nuestro alrededor. Acumulamos demasiada materia y sufrimos. Hay dos maneras de sufrimiento asociadas a lo material: acumular más de lo necesario, o tener menos de lo requerido. 

El exceso o el déficit en relación a lo material generan incomodidad. En cada punto, el equilibrio es la clave. Reúne cuanto necesites, no más. Hay un refrán, en inglés, que dice: “Menos equipaje, más comodidad”. Siempre que facturamos el equipaje en el aeropuerto estamos en tensión, puesto que llevamos sobrepeso. Nunca podemos cerrar la maleta cómodamente. Para cerrar la maleta tenemos que usar, no solamente las manos, sino también las rodillas. ¡Es tanta la materia! Imaginad cuando hay un exceso de materia en el cuerpo. Con cuerpos tan pesados, el mantenimiento es muy dificultoso. No nos podemos mover, ni subir ni bajar. La materia puede ser muy pesada o muy ligera. Si llenas de aire la materia, habrá más aire y menos materia. La materia se aligera. La era de Acuario lo está aligerando todo. La materia tiende a hacerse más ligera. Hoy en día disponemos de aleaciones metálicas muy ligeras, a la vez que muy resistentes. Es el impacto del aire acuariano. Hablemos ahora de los aires de Libra, los vientos de Libra. 

Los vientos de Libra están relacionados con las corrientes de pensamientos, emociones y materia, las sanas y las insanas. Estos tres aires se relacionan con Libra. Cuando estamos en Libra, estamos en el plexo solar, y solo pensamos en cosas relacionadas con lo mundano. Las corrientes de pensamiento tienden a hacernos pesados. El flujo de pensamientos que tenemos no es hermoso ni agradable. 
Es una ventaja tener un bello flujo de pensamiento, ni muy rápido ni muy lento. Si el flujo es lento, tendemos a ser perezosos, pesados, descuidados, aletargados, etc. Si los pensamientos son muy rápidos, tendemos al apresuramiento, a cometer muchos errores, a decir cosas involuntariamente. Hablamos, y tenemos el sentimiento de que no lo deberíamos haber dicho. Todo esto se produce por la velocidad excesiva de los pensamientos. El rápido flujo de pensamientos, de deseos y de movimiento en el mundo se debe al flujo desigual de pensamientos. Algunas personas trabajan intensamente durante unos días, y después tienen que reposar. Por ejemplo, si trabajan tres días, después descansan cinco días. Esto se debe a que los pensamientos de fuego les empujan o tiran de ellos. El pensamiento es fuego. Los deseos son emociones. 

El flujo irregular de las aguas se traduce en un flujo desequilibrado de las corrientes de la vida y de la circulación sanguínea, con la consiguiente situación de mala salud. Hay un tercer aire en relación a la materia en Libra. Tiene que ver con la materia, su déficit, ahorro y gestión. Todos los asuntos de dinero ocupan nuestra mente mucho tiempo. ¿Cómo gestionar el dinero?, ¿qué debemos comprar?, ¿cómo gestionar lo que hemos comprado?, ¿cómo preservarlo del robo? La gente compra muchas joyas para depositarlas después en un banco, porque temen que se las roben en el domicilio o cuando las llevan puestas. Muchas veces, me dicen: “No lleves tantos anillos”. “Yo no los compré”, les digo, “así que no me tengo que preocupar. Llegaron a mí. Todo lo que llega, algún día se marchará”. Si mantienes tu mente con esta actitud, no hay problema. Llega, permanece y se marcha. No pienses que lo que tienes va a quedarse contigo para siempre. ¡Solo nosotros permanecemos! Nada de lo que es “nuestro” permanece. Nosotros nos quedamos. Somos, naturalmente, unidades de luz. La luz tiene su brillo, así que nosotros y nuestra sabiduría o ignorancia se quedan. Las otras cosas no permanecen. Ni lo emocional, ni lo mental, ni lo físico permanecen. 

Vienen y van. La manera en que llegan y se marchan es el trabajo de los maruts. Cuando estudiamos astrología, hay una forma de estudiarla. Estudiamos el trío de aire, que es el trío más elevado. Después vienen los tríos de fuego, agua y materia. Esta forma triangular de estudiar la astrología es importante. Se trata de la aplicación de la ciencia de los triángulos a la astrología. No es estudiar los signos uno tras otro. Es bello si estudias así. Los tres aires de Libra son el flujo de los pensamientos, que son fuego, y el flujo de las emociones, que son aguas o deseos. ¿Cómo se mueven los deseos en nosotros?, ¿cómo son los pensamientos en nosotros?, ¿de qué forma se reúne y dispersa la materia a nuestro alrededor? La materia incluye la materia, agua y fuego corporales. Nosotros tenemos que observarlos y equilibrarlos. El auténtico significado del signo de Libra es el equilibrio. Mantén estos tres aires en equilibrio, es decir, equilibra los pensamientos, deseos, el movimiento y la actividad física. Este es el mensaje de Libra. En el sexto capítulo del Baghavad Gita, Krishna, el Señor, dice: “Yuktahara viharasya”, es decir, “que tu movimiento y alimento estén en la medida correcta, para que los tres aires cooperen entre sí”. Yukta significa que la mente, sentidos y cuerpo están en buena sintonía. Entonces se da cumplimiento al signo de Libra. 

Cuando observamos el símbolo de Libra, hay una línea horizontal inferior y una línea superior con una joroba. Esta joroba es muy importante. ¿Por qué esta joroba?, ¿por qué no puede haber dos líneas horizontales? Así es como tenemos que indagar. Nos da un mensaje: equilibra tu mente, sentidos y cuerpo; desde esta actitud equilibrada, relaciónate con el cuarto aire o aire de Géminis. Si no equilibramos estos tres, aunque nos relacionemos con la sabiduría, no funciona. Las personas tratan de estar alrededor de la sabiduría, pero no pueden, porque esta triple actividad del mundo está mal establecida. El pensamiento, el deseo y los movimientos físicos deben estar en orden. Cuando los tres están ordenados, alcanzamos, según Patanjali, el tercer grado o asana. Los pasos son los mismos. Cada uno hace referencia a la misma sabiduría de una forma diferente. Asana significa una mente estable y confortable. Aquellos que no conocen el yoga hablan de una postura estable y confortable del cuerpo. No se trata de una postura estable y confortable del cuerpo, sino de la mente. Si la mente está estable, el resto, que se halla por debajo, estará estable. 

La giba, en la línea superior del signo de Libra, sugiere que te puedes relacionar con la sabiduría, que es el cuarto paso del yoga. El cuarto paso del yoga está relacionado con el cuarto marut. Después de Libra, tenemos Géminis. De los tres aires, Libra es el aire más mundano. Géminis guía hacia algo más allá de la mente. El Señor de Géminis es Mercurio. Los Señores de Libra son la Luna y Saturno. Saturno proporciona la estabilidad necesaria. También se dice que Venus es el Señor de Libra, pero esto ocurre más tarde. La belleza de Venus en Libra es para aquellos que han realizado Géminis. Para ellos la vida es bella, no para el individuo mundano. Para este último, aunque tenga la Luna en Libra, no puede entender la belleza del mundo, porque tiene un entendimiento diferente de la belleza. Entiende la lujuria como belleza. Venus en Libra es la belleza del hombre sabio en relación con el mundo, puesto que tiene un acercamiento bello hacia el mundo. Como regentes de Libra, tenemos, pues, la Luna, Venus y Saturno. Trabajar con Saturno con disciplina es el primer paso que nos lleva al equilibrio necesario para alcanzar, más adelante, el cuarto aire, viento o marut. Como he dicho anteriormente, el cuarto y quinto aires están en Géminis. Un aire vertical está relacionado con la sabiduría, y el otro aire vertical, con la alegría interna, la pulsación interna. Hay una pulsación externa audible. Cuando llegas a la pulsación interna o pulsación sutil, estás en contacto con el quinto aire, que te proporciona alegría. 

Solo cuando te encuentras en el corazón interno puedes decir que estás gozoso, porque allí has entrado en lo más sagrado de lo sagrado. Si nos fijamos en las meditaciones dadas por el Maestro DK, él se refiere al loto de doce pétalos y al loto del corazón. ¿Qué es el loto de doce pétalos y el loto del corazón? Para nosotros es lo mismo, ¿cierto? La gente, generalmente, habla del loto del corazón de doce pétalos. El loto de doce pétalos es la puerta de entrada hacia el morador interno, en donde estás pleno de alegría. Es gracioso, porque solo un adepto cuenta estos secretos. 
El Maestro DK propone esta meditación triangular: loto de doce pétalos, loto del corazón y ajña. 
¿Qué significa esto? El corazón exterior, el corazón interior y ajña. Esta es la meditación triangular para conseguir la tercera iniciación. También da un triángulo aquí. Vamos del corazón externo al corazón interno, y de este, a ajña. Meditad así si queréis alcanzar la tercera iniciación. 
Es una meditación para una iniciación que se llama la tercera iniciación. 

No puedes llegar aquí a menos que hayas limpiado los tres primeros. La vida es como gestionar un cesto de ranas. No paran de saltar fuera del cesto. Mientras tratas de ir a buscar aquellas ranas que han saltado del cesto para volver a ponerlas en él, otras ranas han saltado ya. Cuando hemos logrado coger a estas otras ranas, unas terceras saltan del cesto. Es una historia interminable. ¡Tenemos problemas que nunca tienen fin! Problemas económicos, de salud, de pareja, con los hijos, con el jefe. Un problema u otro te coloca en los aires de Libra. ¡Y decimos que tenemos problemas económicos! No es que la situación empeore, sino que tenemos la sensación de que está empeorando. No puedes decir que estés en recesión cuando tienes más coches, más edificios y más comodidades. Cuando construyes demasiado, y crees que necesitas todo esto, siempre te sientes pobre. Si construimos nuestro sistema pesadamente, es costoso mantenerlo a este nivel. 
¿Por qué no lo simplificamos? Algunos grupos dicen que no pueden asistir a un encuentro grupal por falta de dinero. Ahora bien, si vemos el dinero gastado a lo largo del año, lo que pagamos por un encuentro grupal es muy poco. ¿Cuánto gastamos innecesariamente? Hay un gasto económico excesivo, por eso no hay dinero. 

Decir que no hay dinero es un espejismo. Hay suficiente dinero si sabes organizar tu vida. Cuando cobramos 1.000 euros, decimos que no tenemos dinero. Cuando cobramos 2.000 euros al mes, seguimos diciendo que no hay dinero. Cobramos 3.000 euros, no hay dinero. 4.000 euros, no hay dinero. ¿Sabéis por qué? Porque seguimos la regla económica que dice que los gastos tienen que igualar los ingresos. Así que siempre hay un problema económico. Muchos de nuestros problemas nos los hemos creado nosotros mismos, y con este panorama, ¿dónde está el tiempo para meditar? No hay tiempo para meditar. Además, aunque nos sentemos a meditar, la cabeza está llena de problemas económicos, familiares, de salud, laborales, de grupo. 

La cabeza está relacionada con el aire acuariano. El tórax es aire de Géminis, y el abdomen, aire de Libra. Por ello los libros del Maestro DK, sean de Bailey o Blavatsky, quedan tan lejos. No hay tiempo. Esta falta de tiempo es un espejismo. La falta de dinero es un espejismo. Muchos problemas son ilusorios, otros son genuinos. Los tres aires o los tres vientos pueden causar caos, pero este mundo es muy bello. Conoces la belleza del plano físico, emocional y mental solo cuando estás por encima de ellos. Si estás sumergido en ellos, no lo puedes ver. Si estás en la corriente del río, no puedes ver la belleza del río. Si te encuentras en el valle, no puedes ver la belleza de las cordilleras. Si estás en el mundo, no percibes su belleza. Ves la belleza desde arriba, y disfrutas de la belleza de la diversidad. Desde esta perspectiva, España es hermosa, Suiza es hermosa, Alemania, Bélgica, África, el desierto ytodo lo que te rodea es bello. Esta belleza está relacionada con Géminis, y experimentas mucha más belleza cuando llegas a Acuario. Necesitamos superar los tres aires de Libra. Permanece firmemente en el cuarto aire, para que la materia no conquiste el espíritu. Si permaneces en el cuarto aire, puedes trabajar para el quinto y el sexto aires. 

Hablaremos del quinto, sexto y séptimo, para, seguidamente, ascender a Vayu, Rudra, y concluir con bonitas historias sobre aquellos que adquirieron la maestría sobre el aire. Si llegas a dominar estos aires, eres un mago puro. Si adquieres la destreza sobre los tres aires inferiores, también eres un mago. El fuego, cuando se asocia con el aire, hace la magia posible. El fuego por sí solo no puede. Sin un vehículo, no nos podemos desplazar. Este es el caso del segundo Logos, que tiene como vehículo a un Águila. El primer Logos tiene como vehículo al Toro, que representa el habla como vehículo. El tercer Logos posee el Cisne volador como vehículo. Nosotros tenemos este cuerpo como vehículo. Nuestra personalidad y el cuerpo son un bello vehículo. Tiene todas las posibilidades. Puede volar, hablar. Puede hacer muchas cosas. No hay nada semejante al cuerpo humano en toda la creación. Por esto, de tiempo en tiempo, incluso los ángeles nacen en un cuerpo humano para disfrutar de la alegría que ofrecen sus múltiples posibilidades.


Nara – Narayana 

Los siete maruts dirigen los siete planos en el microcosmos, que es el ser humano, y en el macrocosmos,que es la Persona Cósmica. Son los impulsores del movimiento en todos los siete planos. El séptimo plano que hay en nosotros es el plano donde nos encontramos con la Persona Cósmica, y es lo que llamamos sahasrara. El sexto plano en nosotros se llama ajña o centro de la frente. El sexto (ajña), es el lugar del alma o del hombre. Cuando uno reside en ajña, se dice de él que es el rey. La corona del rey es para honrar a sahasrara, en donde existe la Persona Cósmica y su toque. Por eso existe la tradición de que los reyes lleven corona. Cuando el sexto y séptimo plano, es decir, ajña y sahasrara, permanecen conectados, el ser humano está en contacto con lo Divino. 

El cuerpo del hombre divino se extiende hasta el corazón, que es el cuarto plano, el cuarto centro. 
El séptimo centro, de abajo hacia arriba, es sahasrara, y representa a “Dios en el hombre”. El sexto centro es ajña, y representa al “hombre en Dios”. Al primero se le llama, en sánscrito, Narayana, y al segundo, Nara. Juntos, son Nara y Narayana. Narayana es un sonido sagrado de cuatro sílabas. Se dice que aquel que ha realizado el sonido de cuatro sílabas ha completado la construcción del templo. Durante la época atlante había un gran templo llamado Ibez. Este templo consistía en la comunión del Hombre Cósmico y el hombre individual. Aunque Ibez tiene cuatro letras, no está en sintonía con el sonido original tetrasilábico. Para más detalles sobre Ibez, os podéis remitir a las enseñanzas del Maestro Tibetano o Maestro Djhwal Khul. En los tiempos atlantes, pues, el templo de Ibez estaba activo. Esto significa que “Dios en el hombre” y “el hombre en Dios” se encontraban en comunión. Esta comunión daba como resultado un hermoso vehículo para el hombre. 

Al vehículo, en sánscrito, se le llama vahana. Vahana significa el cuerpo de los siete maruts. 
Nara y Narayana disponen de un bonito carruaje que es producto del aire y del fuego. Este es el secreto de la carroza dorada en la que Krishna y Arjuna suman sus esfuerzos durante la guerra del Mahabharata. Es importante que se conozca esta historia en relación al trabajo del aire y el fuego. Las historias del Mahabharata están llenas de simbolismo. Aparentemente, son historias bonitas, pero llevan en sí un profundo simbolismo. Así también ocurre con el Ramayana, que está lleno de simbolismos. Para permitir la formación de un cuerpo en el que los maruts estén de acuerdo entre sí, es importante que el alma se relacione con la superalma. El alma se mueve con la ayuda del sexto marut, y la superalma, con la ayuda del séptimo marut, el más elevado. Muchos de vosotros habéis visto la película Avatar. Recordaréis el ave, y cómo lo domina el protagonista de la historia. Esta ave es la representación del principio de Garuda, la gran águila. 

El águila se mueve en los siete mundos. No se trata de las águilas que vemos. El águila del Señor se mueve en todos los siete planos. Con la ayuda de Dios, el águila del ser humano también puede moverse en los seis mundos o planos. Permaneciendo conectado con el séptimo plano, el hombre se mueve fácilmente en los seis planos restantes, es decir, el plano del alma y los otros cinco planos: plano de la bienaventuranza, sabiduría, pensamiento, deseo, materia. Estos cinco planos constituyen el terreno de juego para el hombre que reside en el sexto plano (ajña). Permaneciendo en ajña, uno puede gobernar su propio reino. Aquel que es capaz de autogobernarse, adquiere la habilidad de gobernar y proteger a otros. Este es el entendimiento original de lo que es un rey. Un auténtico rey es un individuo que posee un autogobierno máximo. Por ello, ofrece este gobierno a una gran cantidad de seres. De la misma manera, un Maestro, que es un raja yogui, es decir, un yogui real, puede gobernar a aquellos que le siguen. 

Un Maestro de sabiduría protege, guía y dirige, en el sendero de la luz, a todos aquellos que se relacionan con él. Así es como un hombre puede ser un rey cuando está en asociación con “aquel que está más allá”, “el séptimo”, a quien llamamos Dios. Hay un centro de Dios en cada uno de nosotros, situado en la parte más alta de la cabeza, sahasrara. Cuando llegas allí, brillas como una gema. A la gema en el loto se le llama Mani Padma. “Om Mani Padme Hum” fue la realización de Buddha. De la misma forma, Arjuna se relacionó con Krishna, produciéndose una fuerte interrelación entre ellos. A Arjuna se le llama Nara, y a Krishna se le llama Narayana. Tanto en Narayana como en Nara, el sonido común es el conjunto de dos sonidos: “Na” y “ra”. Nara significa indestructible, eterno. El alma es eterna, la superalma es eterna. La diferencia entre el alma y la superalma es que esta última es la que mueve toda la creación. El alma mueve solo “su creación”, mientras que la superalma dirige la evolución e involución de la creación. 

El alma individual puede dirigir el descenso, involución y evolución de sí misma. Puede descender y ascender, siempre que esté en relación con la superalma. Así, relacionarse con el “Padre en el cielo”, le permite al hijo moverse con libertad en cada plano de existencia. Esta facilidad para moverse por todos los planos de existencia la otorgan los maruts, ya que estos cooperan con la ley de la superalma. La ley de la naturaleza coopera con aquel que está en sintonía con lo Divino. Ahora estamos hablando del séptimo y sexto marut. Narayana significa aquel que dirige la formación de una creación para los seres, permitiendo que estos entren en ella, la experimenten y evolucionen, para llegar hasta Narayana. Cada uno tiene que llegar a convertirse en Brahman. Llegar a ser Brahman, permanecer en el estado de “Aquello” y “Aquello Yo soy” es el propósito por el cual el Señor lleva a cabo esta creación, causa la entrada en ella de los seres, y envía a los Maestros para dar la sabiduría necesaria para que cada ser evolucione. La evolución no es nada más que adquirir la habilidad para moverse en cada plano de existencia. Se le llama también “moverse en la escalera”. Una escalera con la cual el alma desciende y experimenta cada plano, y una escalera para que el alma retorne una vez ha experimentado. Igual que todos nosotros volveremos a casa tras el encuentro de grupo. Si sabemos el camino de vuelta a casa, regresaremos. Si no lo conocemos, no podremos volver. Con frecuencia digo que la casa está en nuestro interior. 

No es la casa de cemento y mortero con la que construimos. Deberíamos ser capaces de entrar en el mundo y experimentar la belleza de los planos físico, emocional, mental y búddhico. A la capacidad de experimentar todos los planos y su belleza, se le llama bienaventuranza. No negamos ningún plano. Aquellos que rechazan la creación, no experimentan nada. Las religiones ignorantes hablan de rechazar y excluir. Si sigues una religión ignorante, te va a proponer que “no hagas esto, no hagas aquello, no estés en el mundo, retírate a un bosque”. Cuando rechazas algo, ¿cuál es la experiencia? Sé capaz de entrar, experimentar y salir. Así es la historia completa. Hemos entrado en esta sala para experimentar la enseñanza, y deberíamos saber cómo salir de este lugar. Este es el conocimiento referente a la puerta de entrada y la de salida. Este conocimiento es importante. Cuando no sabes cómo volver, no deseas entrar. Si no sabes cómo jugar a fútbol, no tienes ganas de entrar en el terreno de juego. Si no sabes cómo jugar, pero aún así entras, te golpearán. Todo juego, cuando sabes jugarlo, te proporciona alegría. En cambio, si no sabes jugar, te produce dolor. Si no sabes jugar, ¡no te escapes del juego! Aprende a jugar y juega. Esa es la belleza. Un padre le trae muchos juguetes electrónicos a su hijo para que juegue. 

El niño debe saber cómo jugar. Cuando no sabe cómo jugar, rompe el juguete. Nosotros decimos: “No como esto, no como aquello. No me caso, puesto que es un problema, no quiero niños, es un problema”. Todo es un problema cuando no sabemos. Todo te permite experimentar si sabes cómo relacionarte con ello. Para esto es necesaria la sabiduría. En el pasado, muchas personas evitaron la variedad de alimentos que la naturaleza proporcionaba en nombre de las prácticas religiosas. Cuando digo prácticas religiosas, me refiero a: “¡Pobre hombre!, no come nada”. ¡No comer nada! ¡No ver nada! Mucha gente que se considera teísta no ve la televisión, no va a ver ninguna película. 
Dicen que es un mal hábito. ¿Qué hay de malo en ello? Si sabes cómo relacionarte, nada es malo. 
Esta exclusividad como práctica teológica es absoluta ignorancia, y es lo que proponen todas las religiones que han emergido durante la era de Kali. Estas religiones no tienen más de 2.000 años de edad. Si vas más allá de los 2.000 años, todas estas religiones no existían. Solo existía el conocimiento, en forma de cómo relacionarse con la naturaleza; cada aspecto de la naturaleza y la experiencia correspondiente. Para relacionarte con cada plano, necesitas conocer cómo entrar y cómo salir. Si vas a un banquete, no tienes que comer de todo y tener después dolor de estómago. Si sabes cómo comer, cuánto comer, en qué proporción comer, no vas a tener dolor de estómago ni ninguna indigestión. Evitar comer no es yoga. El Maestro CVV servía una comida de 16 platos, solamente para mostrar cuán esplendoroso puede uno ser. 

Si no comes de todo en gran cantidad, puedes degustar muchas cosas. Esto sí es yoga. Hay un yoga en relación a la comida, también hay un yoga referente al deseo. ¿Hasta qué punto te pierdes en aquello que haces? Si empiezas a hablar, no sabes cómo parar. Además, olvidas tus obligaciones por hablar sin mesura. Esto no es yoga. Y no hablar tampoco es yoga. Igualmente, entre todas las películas y programas de televisión, hay algunos que son instructivos, siempre y cuando tengas una actitud de aprender. Cuando hay una actitud de aprender, recibes la inspiración de cada fuente. Cuando no tienes predisposición para aprender, te quedas estancado. Si no hay aprendizaje ni experiencia, no experimentas la plenitud, no te puedes realizar. Los no realizados no ascienden a los círculos superiores. Solo se les permite la entrada a los realizados. Hay un refrán en inglés que reza: “Los derrotistas nunca ganan”. ¿Sabéis lo que es un derrotista? Aquel que abandona y renuncia. Los derrotistas nunca ganan, los ganadores nunca abandonan. Permanece en el lugar, aprende, alcanza el objetivo y progresa.

Avaha – Nivaha

La habilidad para moverse hacia dentro, experimentar, y después moverse hacia fuera, la adquirimos con la ayuda de los maruts. Hay dos maruts. El primer marut se llama avaha, y permite el flujo interior, entrar. El segundo marut se llama nivaha, y facilita la salida. Avaha entra, nivaha sale. Nosotros entramos, pero no sabemos salir. Entramos en el banco y no sabemos salir de él. Así que llegamos a casa con el banco. ¡Eso es lo que le ocurre al banquero! “Entramos” en una profesión diariamente, ¡y la profesión nos retiene! Vamos diciendo: “Estoy ocupado, estoy ocupado”. ¡No estás ocupado, sino que eres un ignorante! El hombre o la mujer que dice que está ocupado es un o una ignorante. No estés ocupado, sé activo. Esta es una afirmación del ashram de segundo rayo. Si planeas, puedes hacerlo todo en una vida.

Puedes hacer muchas cosas en una vida, y lo puedes hacer bien. Si haces las cosas bien en cada aspecto de tu vida, te aprecian. Si no lo haces bien y vuelves, te preguntarán: “¿Hiciste esto?”. No. “¿Hiciste aquello?”. No. A todo responderás: “No. Solo regresaba”. Te enviaron a experimentar y quieres regresar. Envías a tu hijo a jugar y cuando regresas a casa el niño también vuelve y grita “mamá”. Esto no es yoga ni es sabiduría. No tener el conocimiento de cómo hacer las cosas te lleva a este estado. Es por esto que hablé del cuarto marut. Él te permite entrar en la sabiduría. Con sabiduría, tú entras (avaha) y sales (nivaha). Puedes observar como el aire entra en nosotros y después sale de nosotros. ¿No entra y sale el aire en nosotros, regularmente, cada día y cada noche? Tú no puedes detener a un marut que está saliendo. ¡Puedes intentarlo! Avaha es la inhalación. De hecho, no eres tú el que inhalas.

La inhalación es algo que ocurre. La respiración no ocurre por tu propuesta individual.
La respiración ocurre. El aire entra y sale continuamente. Nada lo puede detener.
Si deja de entrar, ya no estás aquí. Supón que no puedes inhalar. No estarías aquí. Si una vez que has inhalado, no pudieras exhalar, tampoco estarías aquí al cabo de pocos minutos. Por eso a los maruts se les llama “los imparables”, “los que no tienen limitaciones”. No se les puede poner trabas, porque son los “nietos” de los rudras. Así como es el abuelo, así los nietos. La genética dice que los nietos tienen muchas más probabilidades de heredar las habilidades de los abuelos. Así que los nietos de los rudras son los maruts. Recordad la Jerarquía: Rudra, Vayu, marut.

Lo que os estoy tratando de decir es que el alma puede estar en los cinco planos con la ayuda de los cinco maruts. El alma misma está gobernada por el sexto marut, y la superalma prevalece sobre el séptimo marut y todos los demás maruts. ¿Conocéis al Maestro Maru? Se le llama Maurya o Morya. Su nombre original, en los Puranas, es Maru. ¿Por qué se le llama Maru? Porque es imparable; es imposible detenerlo. Él imparte el agni yoga. Agni es el nombre colectivo para los rudras. Piensa en el Maestro Morya, y la voluntad funcionará con una fortaleza tal que nada la podrá detener.
Él fue aclamado como Maru porque tiene la cualidad de los maruts. Guiado por el sonido, uno puede entender todo esto. Volviendo al tema, los cinco maruts deberían cooperar con el sexto marut.

El sexto marut es la residencia del alma, y el alma misma está gobernada por el séptimo, que se llama paravaha. Para significa “más allá”, el que está en conexión con paravaha. El sexto se llama parivaha. Paravaha-Parivaha son los dos nombres. Avaha es la entrada, el que recibe. Nivaha es la salida. Los cuatro maruts son: paravaha, parivaha, avaha, nivaha. Paravaha, la superalma, permea todo el sistema e incluso los alrededores. Avaha permite la entrada en el quíntuple mundo de los cinco elementos, los cinco éteres. Nivaha permite la salida.

  Pravaha 

¿Vivimos solo para entrar y salir inmediatamente? Cuando entramos en un lugar, ¿salimos de él inmediatamente? No. Llegamos, experimentamos y salimos. No venimos al encuentro de grupo para irnos inmediatamente. Venimos, experimentamos el encuentro, y regresamos. Vine a España, no para volver inmediatamente. Vengo a España, tengo la experiencia con los grupos, y después regreso. 
Y puedes volver una y otra vez si sabes cómo salir adecuadamente. Cuando entras y tu experiencia es buena, y también lo es con los demás, siempre eres bienvenido. Cuando vamos a un lugar, podemos valorar si lo hemos hecho bien porque la gente nos va a preguntar cuándo vamos a volver. Si no lo hacemos correctamente, no nos van a animar a volver, al contrario, intentarán que nos vayamos lo antes posible, ¿no es así? Esta es la única manera. Hace dos mil años, un hombre vino e hizo algo, y hasta la fecha, la gente espera que regrese. 

¿De quién hablamos? De Jesús. Cinco mil años atrás, otro hombre vino, creó una bella historia poética y nos mostró una gran sabiduría. Hasta la fecha, la gente desea que retorne. ¿Quién es? Krishna. Dieciséis mil años atrás, también vino otro hombre, y lo hizo tan bien que la gente quiere que vuelva. Se trata de Rama. Mantenemos la puerta abierta para que todo Maestro de Sabiduría pueda entrar. Mantener la puerta abierta no significa que no corramos el pestillo por la noche. Mantén la puerta de tu corazón abierta para que cualquier Maestro entre en ti. Algunos son siempre bienvenidos, otros no, ¿cierto? Por esta razón, cuando vengo, siempre digo: “Por favor, ven a India”. Cuando vuelves de la India, yo pregunto cuándo vas a volver. Esta es la forma en que debes vivir. No debería ocurrir que nadie tuviera que escuchar “por favor, no vuelvas”. Esta es la belleza del flujo de la vida, pravaha. Primero estuvimos hablando de samvaha. 

Después de udvaha, y luego de paravaha, parivaha, avaha, nivaha, y finalmente, de pravana. 
La vida debería ser un flujo. Esa es la belleza. No como una inundación, una riada, sino como una corriente que fluye y embellece, que coopera con la flora y la fauna del entorno. Si un río fluye, ¿puedes imaginarte cuántas vidas mantiene este río, desde su nacimiento hasta que se une al mar? 
El río abastece y da plenitud no solo a los seres humanos, sino a los animales y las plantas. 
En su discurrir, los campos se hacen fértiles y crecen variedad de plantas y bosques. Esto es pravaha. Mucho se puede hablar acerca de un río. Gracias a la vida de la planta que permite el crecimiento, viven los animales, que toman agua del río, y los seres humanos, que se abastecen también del agua del río. Un río que fluye mantiene innumerables vidas. ¿A cuántas vidas asistimos y damos ayuda nosotros? Ya representa un problema mantenernos a nosotros mismos. 

No somos capaces de mantenernos a nosotros mismos. ¿Y un río? ¡No te puedes imaginar a cuántos les da su apoyo, sostén y ayuda! ¿Has visto alguna vez la belleza de un río? Fluye a través de valles, montañas, bosques. Donde quiera que fluya, el entorno sale beneficiado. Los ríos que fluyen por Europa desde los Alpes han estado contribuyendo a toda una diversidad de la vida desde la misma existencia del planeta, o desde la existencia de Europa y los Alpes.¿Cuál es la fuente para todos los ríos de Europa y de la belleza que un río representa? Pravaha. Parivaha, paravaha, pravaha, samvaha, udvaha, avaha, nivaha. Son siete. Si tratas de conocer este camino relacionado con tu vida, entonces conoces la clave de los maruts. 

La sabiduría no puede aprenderse sin relacionarla con nosotros mismos. Si hay algún concepto de sabiduría dado en las escrituras sagradas, entended que existe en nosotros, ya que somos el microcosmos. Si sabemos dónde existe en nosotros y cuál es su función, entenderemos su trabajo en nuestro interior y también en el universo. Es por ello que se ha dicho: “Hombre, conócete a ti mismo”. Esto significa que, para entender el universo, hay que conocer al hombre. No es algo vagamente relacionado con algo que llamamos Dios. Si los maruts cooperan, puedes entrar en cada uno de los planos, salir de cada plano, experimentar cada plano, e incluso tocar los pies del Señor en la cabeza. Puedes permanecer en la sabiduría y experimentar la bienaventuranza. Todo es posible cuando los maruts están contigo. Sobre este concepto tan sublime no se habla habitualmente. Ni los llamados hombres sabios lo conocen, ni se relacionan con él. 

Así entonces, ¿quién es aquel que te proporciona la plenitud, la realización? 
Los maruts, porque en ellos reside el poder de Vayu, el poder de los rudras, el poder de Agni, y son el poder del movimiento. Por esto los maruts otorgan la plenitud. Son más grandes que las inteligencias cósmicas del este, del oeste, norte, sur, nordeste, noroeste, sudeste y suroeste. Todas estas inteligencias direccionales están gobernadas por la inteligencia del este, que se llama Indra en los textos védicos. También se la llama Sakra. Invocamos a Sakra cuando cantamos el Purusha Suktam: “Sakrah pravidvan pradisaschatasrah”. Sakra o Indra es una gran inteligencia en la creación. 
Es el Señor del este, y es muy poderoso, pero los maruts, todos juntos, son más poderosos que él.

Dr. Sri K. Parvathi Kumar.

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