domingo, 31 de marzo de 2019

Lecciones sobre La Doctrina Secreta (Parte VI)



La doctrina secreta es nuestra propia doctrina. La doctrina del hombre es la doctrina secreta. 
Si queremos conocer a un hombre, tenemos que estudiar la doctrina secreta. No hay nada de lo que se dice aquí que no esté relacionado con nosotros. De hecho, en toda escritura sagrada es así. 
De lo contrario, se convierte en una religión. Ninguna enseñanza procedente de un gran Maestro se desvía de la verdad original y de las leyes clásicas que están en funcionamiento. 
La creación es séptuple y el hombre también es séptuple. Por lo tanto, cuando entendemos al hombre, también entendemos la creación. De hecho, el Ramayana o el Mahabharatha, o para este propósito cualquier Purana que los sabios videntes hayan dado, sólo son para guiar al hombre a conocerse a sí mismo. Hay mucho desconocimiento del hombre sobre sí mismo. Trata de saber más sobre el no-ser que sobre el ser. En sánscrito esto se conoce como aitareya. 

Se siente que hay otro, pero no hay nadie más que uno mismo. Debido a que no tiene muchas anécdotas, parece un poco denso. Es como la comida seca que tienes que comer. Necesitas masticar mucho. Si es semisólida semilíquida, pasa por el esófago muy rápidamente. Por eso en el Bhagavata se dice que si narramos lo mismo con bellas historias, el relato engancha al niño mental y los principios atraen al aspecto búddhico, y entonces el despliegue se hace más sencillo. 
Sin embargo, esta vez hemos elegido seguir este camino, y por lo tanto lo hacemos. 
Estoy seguro de que tiene que ser de mucho interés para todos vosotros, porque no he hablado de nada que no tenga que ver con nosotros. Todavía hay otra dimensión relativa al centro y la circunferencia. Que tú eres el centro y todo lo que te rodea es la fuente de la que has venido. 

La circunferencia es el padre y tú eres el hijo. Y la relación padre-hijo se representa con el radio que va del centro a la circunferencia. Cuando dibujas una línea desde el centro a cualquier punto de la circunferencia, se crea un radio, y a esta relación se le llama Pi en la sabiduría griega. 
No es pie (pronunciado/pai/), como se dice en inglés. El inglés ha distorsionado muchas palabras según su propio criterio, de manera que la sabiduría también se ha distorsionado. 
Se debe pronunciar Pi. De hecho, el nombre del iniciado es Pitágoras y no Pythagoras. 
Los ingleses pronuncian π como /pai/. No es /pai/, es pi. π es la relación entre el padre y el hijo. 
Si queremos conocer al padre, deberíamos conocernos más a nosotros, el hijo. 
Matemáticamente se dice que la relación es 3 por 7 más una cifra que es más de cero pero no llega a 1. Pitágoras explica la relación matemática que se explica en la sabiduría antigua como el conocimiento del mandala. Madame Blavatsky habla de esto en La Doctrina Secreta. 

El conocimiento del mandala es el conocimiento de π. El conocimiento del hijo es el conocimiento del padre. El conocimiento del número 5 es el conocimiento del número 10. Así es como lo va explicando. Todo lo que hay en el hijo está en el padre porque el hijo es una réplica del padre. 
De manera que si conocemos la historia de los números, conoceremos la historia del padre y el hijo y su relación. También sabremos cómo relacionarnos con el padre y ser representantes del padre como hijo. Cuando hablamos del Hijo de Dios, nos referimos al Dios universal representado totalmente en el hijo. Cuando todos los principios están completamente activos en nosotros, se nos considera un Hijo de Dios. Cuando los siete centros desde sahasrara hasta muladhara están en su estado funcional completo, entonces se dice que somos un Hijo de Dios. 

Principalmente estamos activos en el ombligo, y de ahí hemos de pasar el centro activo al corazón, desde donde hay una conexión con la cabeza y también con muladhara. Se considera que la circunferencia es el número 10. El símbolo del padre es el 10 y el símbolo del hijo, el 5. Esto lo explica minuciosamente Madame Blavatsky en la forma de la Persona Cósmica. Describe como esta Persona Cósmica es la que los sabios videntes védicos han nombrado como Vishnu. Es esta Persona Cósmica que se describe en la teología judía como Adam. Cualesquiera que sean los nombres, hoy lo llamamos Persona Cósmica. Estamos derivando hacia una terminología común a partir de todas las religiones, de manera que la sabiduría se comprenda mejor. 

  El aniversario de Madame Blavatsky

 Madame Blavatsky nació en las primeras horas (entre la una y las dos de la mañana) del 12 de agosto. El Maestro EK nació durante la tarde del 11 de agosto. La diferencia entre la hora de nacimiento del Maestro EK y la de Madame Blavatsky es de apenas ocho horas. Por ello en la World Teacher Trust tenemos la tradición de celebrar conjuntamente estos cumpleaños el día 11.
El calendario lunar cuenta el día desde el amanecer hasta el siguiente amanecer. En ese contexto, el 11 de agosto concluye en la mañana del día 12. Pero cuando contamos el día desde la medianoche, son dos días diferentes. Tenemos el siguiente dicho en sánscrito: “Adhikasya adhikam phalam”. Cuando dos grandes seres han nacido y nos han iluminado, dedicar dos días de nuestra vida a relacionarnos con las energías de la Jerarquía será bueno para nosotros. Por favor, continuad haciéndolo.
Lo podemos celebrar durante dos días, el 11 y el 12 de agosto. El día 11 podemos relacionarnos con la misma energía en la forma del Maestro EK, y el día 12 con la misma energía en la forma de Madame Blavatsky.

Centro • Circunferencia

Volviendo al tema de π, hemos de elaborarlo del centro a la circunferencia. Primero vayamos al centro. El centro en nosotros es el corazón. Desde este centro tenemos que ir a la circunferencia, el padre. Se dice que el padre está en la cabeza, es decir, en sahasrara. Primero vamos de lo horizontal a lo vertical, es decir, de la mente al corazón. Ir al centro es lo que se llama el viaje de la horizontal a la vertical. Después tenemos que ascender la vertical. Para ascender a la vertical tenemos que estar adentro y relacionarnos con la columna vertical. Esta es la meditación. Esto es lo que se llama dhyana. Para ello, primero tenemos que ir al centro. Es como ir al ascensor antes de ascender. Caminamos hacia el ascensor. Este es un movimiento horizontal. 

Una vez que estás en el ascensor, este te eleva. En la invocación decimos: “Que eleve la Tierra hasta los reyes de la belleza”. Lo terrenal puede elevarse hasta el centro superior. Entonces permanece allí y vincúlate con ello, allí tienes una escalera mecánica vertical que también se llama la escalera. Cuando entras en tu corazón, ya estás en el campo de luz dorada. Vincúlate a la luz dorada. Las meditaciones de la mañana y de la tarde se han hecho importantes porque el sol da la luz dorada durante las horas del amanecer y del atardecer. Puedes visualizar la luz dorada en ti y vincularte verticalmente. Esta relación vertical es lo que llamamos alineamiento. Entras dentro y te alineas con la columna vertical, que es una columna de luz. En el momento en que entras en la columna vertical, experimentas que existe allí una gran ayuda que resulta útil para avanzar por la escalera mecánica, esta ayuda es el principio pulsante. El principio pulsante en el corazón se llama samana prana. Es una pulsación equilibrada. Si estás con esta pulsación equilibrada, ya estás muy quieto y en paz. Todo en ti se vuelve ordenado, silencioso y fresco. 

Es un estado de tranquilidad en el que entras. Sólo entrando en el corazón, todo esto está disponible. ¡Pero este no es el objetivo! Es la base sobre la que todo deberá desarrollarse. Cuando estás con ello, eres contactado por udanaprana. Madame Blavatsky escribe mucho sobre udanaprana. Siente un gran amor por udanaprana. Normalmente, samana prana es el equilibrio que enfatizamos. Con el equilibrio como base, hay una elevación. 

 
Hamsa 

Cuando estás en la región del corazón, cuando te sientas y cierras los ojos, deberías ser capaz de sentir el principio pulsante como si ocurriera en el corazón. El corazón no es el corazón físico. Es el principio del corazón, no el corazón como órgano. Este principio existe. Si no, con tres veces le puedes dar vida tú mismo. Tres respiraciones darán nacimiento al ave que hay en ti. Dar nacimiento significa que se activa. Tres buenas respiraciones te permitirán vincularte a la pulsación. Una vez que estás con la pulsación, únete a ella. La pulsación tiene la tendencia de moverse hacia arriba. Esto es el ave en ti. Asociarte con esta ave es importante para convertirte en un hamsa. Entonces, este hamsa se moverá lentamente hacia arriba y te convertirás en paramahamsa. 

No todos los hamsa son paramahamsa. Asociarse con la pulsación es el estado de hamsa. Este hamsa tiene la habilidad de elevarse. Se la llama hamsa porque suena So- Ham. Invirtiendo el sonido, canta la canción de soham. Tú no la cantas. ¡Se canta en ti! La canción de hamsa se canta en ti. Cuando te elevas a hamsa, este hamsa quiere elevarte a los planos más elevados. Generalmente, se le llama ave. Es con esta ave que el padre puede llegar a ti. Desciende hasta ti con la ayuda del ave. Por eso se dice que la Persona Cósmica tiene como vehículo a la gran ave. Sobre ella, llega hasta ti. Es la misma ave que también te puede llevar a ti hasta él. Por eso se dice que esta ave es un gran Gurú. 

Un Gurú es alguien que puede relacionar al hijo con el padre y al padre con el hijo. 
Lo hace en ambos sentidos. Al Gurú en ti se le llama Garuda en las escrituras sagradas. Se le llama la gran ave. Es el principio pulsante en nosotros, la acción centrípeta y centrífuga. Sólo así podemos desarrollar ese radio entre el centro y la circunferencia. Es una gran facilidad para nosotros. 
No podemos hacer mucho con la mente. La mente puede dirigirse hacia buddhi y buddhi puede alcanzar atma. Pero cuando eso está disponible, en lugar de caminar, podemos ascender directamente. Cuando no hay escaleras, ¿cómo subimos? Tenemos que saltar. Para saltar necesitamos un impulso. El impulso viene del aire. En hatha yoga o raja yoga, el proceso es el mismo, desde el centro del corazón. Cuando somos capaces de contactar con el principio pulsante en nosotros, es un buen paso en el sentido de que hemos encontrado el camino. Ahora es cosa nuestra relacionarnos con él y movernos hacia arriba. Nada es posible hasta que llegamos a nuestro corazón, porque el camino es sólo desde allí. Desde el corazón hay miles y miles de líneas de luz que nos llevan hacia abajo y hacia los lados. En el Purusha Suktam esto se llama “paschadbhoomi adhopurah”. 

La luz del corazón nos puede llevar hacia los lados y hacia abajo. Pero hay una sola línea que nos lleva hacia arriba. Esta única línea de luz se llama sushumna. Es el mismo principio que representa Hanuman. Asóciate con el principio pulsante que hay en ti trabajando con la respiración. 
La mente, que está acostumbrada a moverse hacia afuera o hacia los lados, puede conectarse a la respiración. 
Y la respiración lleva la mente a la pulsación. Una vez que la mente está asociada a la pulsación, obtiene una fortaleza tremenda. Por eso es necesario desarrollar esa amistad con la pulsación. 
Esta es la clave que se da en la historia de Garuda, en que Indra busca la amistad de Garuda. Indra es la mente cósmica. Nosotros también tenemos una mente. Se trata simplemente de la mente de Indra que funciona en nosotros. Indra se entiende según la etimología como idam + dra = Indra. Idam dra significa “lo que protege todo esto”. “Esto” significa que es la mente la que protege al cuerpo. Cuida del cuerpo. La mente nos avisa de que tenemos fiebre y que no deberíamos comer; que estamos hambrientos y hay que comer; que hace frío afuera y nos tapemos, y así sucesivamente. Todas estas sugerencias que vienen de la mente son para protegernos. Protege “Esto”. Idam significa “Esto”, Tat significa “Aquello”. Todos trabajamos por nuestro bienestar. Que tengamos la habilidad o no es una cosa distinta, pero la actitud de trabajar por nuestro bienestar está ahí. Nos aseguramos de dormir bien; nos aseguramos de que haya suficiente agua caliente para bañarnos; nos aseguramos de tomar una taza de café. Hacemos todo esto con la ayuda de la mente. 

Es Indra en nosotros. Indra sólo puede cuidarse de esta parte. Su trabajo es ese. Para tener experiencias necesita la ayuda de Garuda. Por eso Indra busca la amistad de Garuda. Así es en esa historia. Todas las historias tienen que ver con el yoga sólo cuando las entendemos. Si no, ¡son otras historias! Sea el Ramayana o el Mahabarata, todas son historias relacionadas con el yoga. Del centro a la circunferencia, nos lleva el principio pulsante. Nos lleva paso a paso. La respiración permanece. Trabaja, pero no es muy ruidosa. Ruidosa en el sentido de que no es nuestra actividad principal ahora. Realiza su trabajo. La respiración pasa a un segundo plano cuando la pulsación está activa, porque la pulsación es la responsable de la respiración. Si no pulsas, no hay respiración. No pienses que porque respiras hay pulsación. Es la pulsación la que causa la respiración. Cuando el jefe está activo, el asistente descansa. Está allí, pero en reposo. Esto es lo que significa exactamente pranayama. 

Es poco apropiado llamar pranayama a unas cuantas respiraciones. Hacer respiraciones no es pranayama. Yama es el principio de regulación. El señor de la regulación es Yama. Prana + Yama quiere decir prana regulado. Prana regulado significa que recibe cuidados. Eso quiere decir que la pulsación cuida de la respiración. La pulsación tiene muchos aspectos. La respiración es una actividad de prana y apana, la inhalación y la exhalación. Cuando alcanza el corazón, encuentra su equilibrio entre la inhalación y la exhalación. Tenemos un verso en el Bhagavad Gita que dice: “Prana apana samayukta pachamyannam chaturvidham”. El fuego que hay en ti digiere cuatro tipos de comida. El fuego que hay en el hombre es activado por el aire que hay en el hombre, que es prana. El fuego hace cuatro tipos de trabajo en nosotros. El fuego crea los tejidos del cuerpo, nutre los tejidos creados, provoca el crecimiento del cuerpo a través del crecimiento de los tejidos y luego destruye los tejidos. Algunas cosas se destruyen paralelamente a otras cosas que van naciendo. 

En el cuerpo hay una constante creación de tejidos y una simultánea destrucción de tejidos, de manera que el cuerpo se va manteniendo. Cuando hay creación y destrucción en proporciones iguales, la forma sigue intacta. Si hay más creación y menos destrucción, crece. Cuando hay más destrucción y menos creación, el cuerpo se consume. Por eso el ayurveda dice que cualquier cosa que tomes tendrá efecto en ti durante catorce días. En catorce días se completan catorce manvantaras. 
Los días se cuentan en términos de tithis o fases lunares. En catorce fases lunares, que representan catorce manvantaras, nace un tejido, se nutre, crece y muere. Desde el tejido hasta la creación entera, hay una aplicación manvantárica. Una aplicación manvantárica para el átomo y para el cosmos. Los sabios videntes se han dado cuenta de que en lo más pequeño existe el mismo principio, la misma potencia numérica y la misma vibración que en el cosmos entero. ¿Quién es el diseñador, quién es el ingeniero y quién es el arquitecto que hace todo esto? Volviendo a la pulsación, la inhalación es un aspecto de la pulsación y la exhalación es otro aspecto de la pulsación. Cuando estos dos se equilibran es como el pájaro que trabaja para alzar el vuelo con las dos alas. 

Tras alcanzar una altura, ya no usa más las alas. Vuela sin moverlas. De manera que los dos pulmones no tienen que trabajar tanto todo el tiempo. Nuestros dos pulmones son las dos alas. Tenemos que saber hasta qué momento los hemos de mantener trabajando. ¿Qué pasa cuando la mente y la respiración juntas van al corazón? Antes de que el pájaro despegue, repliega sus pies. Esto es lo que se llama replegar los cinco sentidos. Cuando piensas en una meditación, primero se repliega la actividad de los cinco sentidos en la mente y la mente se asocia a la respiración. Entonces esta mente y esta actividad respiratoria juntas se absorben en la pulsación. La mente se disuelve en su aspecto superior, llamado buddhi. Esta es la luz de tu alma que te guía. 

Tu consciencia ya no está en la mente. Está en una cámara superior cuando está con la pulsación. ¿Por qué cuando estás cada vez más con la pulsación, la sabiduría también se despliega cada vez más? Se despliega desde dentro porque tú eres el libro. Y después el ave te lleva a planos superiores. Cuando llegamos al corazón, ya estamos en el cuarto cielo, el cuarto éter. Después nos lleva al quinto éter. Entre el cuarto y el quinto éter, hay un gran volumen de información de luz y de sonido. Y esta elevación la lleva a cabo udana prana. Madame Blavatsky habla mucho de udana prana en el quinto volumen de La Doctrina Secreta. Dice que de todos los pranas, udana es el más importante para un estudiante ocultista. El prana que nos eleva es importante. Prana es el Gurú, nuestro Maestro. 

Él es el que nos lleva a los Círculos Superiores. El Maestro exterior nos puede ayudar a conectarnos con udana prana. Si es el maestro correcto, nos debería dar la técnica para relacionarnos con udana prana. De otra forma, ¿cómo nos elevaremos hacia los planos supramundanos? Se dice que udana es el principio del Maestro cósmico. Nos guía, y en el camino nos damos cuenta de la sabiduría. Esto es exactamente lo que dice el Maestro: “Muévete hacia dentro y estate conmigo. Yo te permitiré saber todo lo necesario para realizarte. Sea cual sea la sabiduría que se necesite, esta llegará a ti. Siéntate conmigo en el interior”. Esto es lo que quiere decir vyasa en sánscrito. Este conecta la circunferencia, y por lo tanto, π es vyasa. Udana nos pondrá en la frente. Nos lleva hasta ese punto. Allí tenemos vyana prana. Vyana es el principio impregnador y la pulsación impregnadora. 

Desde el sexto cielo, sólo hay impregnación. Impregnar significa que incluso saldremos del cuerpo y tendremos experiencias fuera del cuerpo. Y en este punto el principio pulsante todavía nos da el sonido soham. En todo momento estamos vinculados a soham. En cuanto estamos con la pulsación, estamos con la canción de la respiración. Esta canción de la respiración nos lleva a la misma fuente, que está en sahasrara. Así es como nos movemos del corazón hasta sahasrara con la ayuda de la pulsación. Esto se explica en la historia de Garuda que nos lleva al estado de Brahman. Madame Blavatsky da todos estos conceptos profundos de manera disociada. Si lo pones en práctica en el interior, lo encuentras en el libro. ¡De otra forma no podemos encontrarlo! 

La historia de π es vincular el corazón con el sahasrara. Para eso se necesita la ayuda de un Maestro. Un Maestro es Garuda, y el otro maestro es Hanuman. Estamos más con Hanuman que con Garuda, porque Garuda trabaja a partir del momento en que trabajamos con el pranayama y de ahí en adelante. Desde pranayama nos elevamos con udana prana a través de la garganta, y después a través del paladar hasta el centro del entrecejo y ajna. Este proceso se llama pratyahara, en el sentido de que te estás restaurando y reabsorbiendo a tu estado original. Tu estado original es asentarte en el centro de ajna y ser un rey de tu propio reino. Ajna es el centro desde donde ordenas tu sistema. Por eso se llama ajna. Tu trono está en ajna, tu asiento, en el corazón. 

En el corazón tenemos el simhasana y después tenemos el rajasimhasana, el trono real, en ajna. Si a uno se le llama rajahamsa, significa que hamsa se ha convertido en rajahamsa cuando ha alcanzado ajna. A alguien así se le llama un raja yogui. Yoga no es más que la absorción del principio de la mente en el principio pulsante, al asociarse con la respiración. Este es el primer paso del Yoga. La mente y la respiración juntas culminan en la pulsación. Es el primer paso del Yoga. Se le llama la tercera iniciación. Después hay el movimiento ascendente hasta el centro de ajna. Entonces, ya eres un raja yogui o un rajahamsa, lo que quiere decir que te has convertido en un Maestro de Yoga. Más adelante está paramahamsa. Hamsa es cuando estás en el corazón. Después es rajahamsa, que significa un cisne real, cuando estás en ajna. Más adelante, paramahamsa, que significa el cisne más allá, para. Así es el camino. Todo el camino se completa trabajando con el principio pulsante. 

El principio pulsante es un principio que trabaja con el aire, vayu. Por eso se dice que vayu es el Gurú. Invocamos a vayu diciendo: “Namaste vayu, twameva pratyaksham brahmasi, twameva pratyaksham brahmavadishyami”. Agni, vayu y surya son las tres inteligencias cósmicas fundamentales. Primero viene agni, el siguiente es vayu, después surya. Hay centenares de páginas sobre vayu y agni en La Doctrina Secreta. ¿Cómo lo entendemos? Vayu es también como agni. Son sapta vayus. Son los sapta maruts. Descienden de agni. En los Puranas se dice que vayu nace de los rudras. Los rudras nacen de agni. El fuego es el rudra primordial o el primer rudra que surge. Se divide en 11 fuegos. De nuevo se divide en 7 fuegos y después en 49 fuegos. Este es un aspecto. 

Al fuego original se le llama agni, su división se llama rudra y vayu, es un producto de rudra. Por eso se dice que Hanuman es hijo de rudra, hijo de vayu, etc. No sólo es hijo de vayu, también es hijo de rudra. Los vayus son 7 y se dividen en 49, como agni. Agni y vayu están juntos en todos los planos. Los siete planos están impregnados de los 7 fuegos y los 7 aires. Y los 7 sub-planos también están impregnados por 7 fuegos y 7 aires. El aire dirige el prana, el fuego dirige el prajna. Prajna y prana son la consciencia y la vida, están juntos. Son los gemelos Nala y Neela del Ramayana. El fuego ayuda al aire y el aire ayuda al fuego. Están juntos en todo. Si el fuego desciende como Rama, el aire desciende como Hanuman. Si el fuego desciende como Matsyendra, el aire desciende como Gorakhnath. Si el fuego desciende como Krishna, el aire desciende como Arjuna. Si seguimos el rastro de las raíces originales de donde proceden estos principios, todos son así. Sólo el aire y el fuego juntos pueden completar el trabajo. Cuando el aire y el fuego trabajan juntos, se manifiesta la luz, que es surya. Así es como incluso en el ritual del fuego invocamos a agni y vayu juntos. Decimos: “Agnaye namaha, vayave namaha, suryaya namaha, prajapathaya namaha”. 

No lo decimos como nos apetece. Cada pronunciación tiene un orden en ella. Vayu es en siete pasos. De ellos, los tres vayus inferiores se relacionan con los tres planos inferiores. Desde el cuarto, vayu tiene una naturaleza doble. Igualmente, entre los once rudras, desde el sexto hasta el undécimo rudra tienen una naturaleza doble. Pueden ayudarnos o pueden causar problemas. Lo mismo con vayu, también los cuatro inferiores pueden ayudar o causar problemas. Los tres superiores no tienen naturaleza doble. Sólo pueden ayudar. Pero no funcionan en nosotros, los seres humanos normales. Todo se explica en La Doctrina Secreta. Los cuatro son de naturaleza doble. Los tres siguientes no son de este tipo. Tres son divinos y cuatro son diabólicos. 

En este sentido, ¡nosotros podemos ser problemáticos o de provecho! La creación misma, cuando la tomas como séptuple, tres y medio son divinos y los otros tres y medio, no divinos. Existe armonía en los tres y medio superiores, existe conflicto en los tres y medio inferiores. El cuarto, en el que hay mitad y mitad, es donde estamos nosotros como humanos. Estamos en la frontera en la que podemos obtener armonía o podemos crear conflicto. ¡Pero sólo estamos en el lado del conflicto! La humanidad está en el lado del conflicto. Los discípulos están en el otro lado. No tienen conflicto. Por eso Madame Blavatsky dice que cuatro aires son mundanos y tres aires son divinos. Dice que el hombre tiene que empezar a trabajar con el quinto aire para encontrar el ascenso. Aquí da varios nombres que vienen de la mitología y la terminología oriental. Hay un vayu llamado pravaha que significa inhalación; nivaha significa exhalación, y después tenemos samvaha. 

Ella saca su explicación del Vayu Purana y habla de udvaha. Udvaha no es distinto de udana. Después hay parivaha, el sexto aire, y luego ella también explica paravaha o punarvaha. Explica cómo cada vayu trabaja en cada plano y por dónde tenemos que empezar. Dice que alcances el estado de samvaha y trabajes con udvaha. Por debajo todo es problemático. Los otros vayus se asocian con la carne y los huesos y ahí domina lo mundano. Cuando tomamos los siete aires y los relacionamos con Hanuman, él trabaja con los siete aires. Cuando desciende, destruye a los demonios. Puede subir y traer el néctar. Puede bajar el néctar de los planos más elevados y también puede descender al patala y destruir cosas. Hay acontecimientos en su vida en los que trabajó en los planos más elevados y otros en que trabajó en los planos más inferiores para ayudar a Rama a matar a Ahí, Mahi y Rávana. Incluso los podía llevar a los planos infernales. 

El aire te puede llevar a los planos infernales y también a los planos inmortales. 
El aire te puede asociar con Brahman. Todo esto lo explica Madame Blavatsky bajo el título de los maruts, con la consiguiente terminología. Lo conecta con la terminología oriental y explica cómo es y por dónde debemos empezar. Es un concepto muy profundo. Con la ayuda de todos estos conceptos, π se puede poner en práctica. Trabajar con la mente y relacionarse con la luz que tenemos en la cabeza es otro proceso. Krishna da esta sabiduría en el Bagavadgeeta, sugiriendo alcanzar el corazón y desde allí contemplar la luz en la cabeza. 
Es un sendero de fuego. También hay un sendero de aire...Continua...

Dr. Sri K. Parvathi Kumar.

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