domingo, 9 de junio de 2019

RUDRA: Introducción




La fraternidad occidental empezó a interesarse en los rituales de fuego y de agua (Havan y Abhishekam respectivamente) debido a sus visitas anuales a la India, al darse cuenta del trasfondo científico de los sonidos védicos y su gran variedad. Nos pidieron una versión simplificada con una explicación breve de los rituales. El Ritual del Fuego ya está en sus manos con una breve explicación del Fuego (Agni) de acuerdo al contenido de los Vedas. Muchos grupos de Europa, América del Sur y los países del Caribe practican el ritual de fuego. Antes de que uno se inicie en la práctica del Ritual de Agua es muy necesario que entienda algo acerca de Rudra, la Inteligencia Cósmica. 

Por lo tanto, en la primera parte del libro se presentan algunas dimensiones de Rudra, y en la segunda parte, el ritual. A los buscadores se les aconseja que comprendan cabalmente los pocos aspectos que se dan en la primera parte en relación con Rudra para que entonces, conscientemente, trabajen con el ritual según las reglas señaladas. Los grupos han estado entonando dos mantrams principales relacionados con Rudra: uno es para obtener la liberación de la muerte (Mrutyumjaya mantra) y el otro para venerar a Rudra el Señor (Rudra mantra). Ahora buscan una versión simple de un ritual que les permita venerar a Rudra (Señor de la Voluntad y las Vibraciones). Por tal motivo les presento este pequeño libro con un ritual muy breve pensado para Occidente. 

Es muy alentador que grupos en los países caribeños trabajen, inspirados por la dimensión más sublime de Rudra, utilizando el mantram de Rudra y el símbolo de la doble pirámide para restaurar la justicia social y el equilibrio en sus atribuladas sociedades Están utilizando el mantram y el símbolo en el trabajo planetario de Buena Voluntad. Estos grupos, inspirados por la Jerarquía, trabajan en el sendero del Discipulado, y entre ellos hay quienes están trabajando para la limpieza planetaria y la restauración del equilibrio. Según las Escrituras, el agua es la manifestación en el plano físico de los éteres de los planos solar y cósmico. El agua también representa la energía vital. En relación con el simbolismo del éter y del agua mucho se ha dicho en el pequeño libro Jambu, recientemente publicado por la WTT. El ritual del agua (Abhishekam) busca la manifestación del poder eléctrico desde sus planos invisibles a los visibles. Rudra, el Señor de la Vibración, es el primero y principal de los devas védicos que permite que la Luz que está más allá de la oscuridad se manifieste como luz visible y tangible. Es el Señor que destruye la oscuridad para hacer descender la Luz que está más allá de la oscuridad y hacer que los seres puedan percibirla y experimentarla. 

Es también el Señor que destruye la oscuridad de la ignorancia que existe en los seres mortales y los guía hacia la Luz. Es el Señor de los Éteres (Antariksha). Antar ikshana significa ‘la percepción interna de las ondas energéticas que existen entre dos objetos visibles’. Los mortales tienen la sensación que entre dos objetos existe la vacuidad. Pero aquel que tiene percepción interna puede percibir las ondas de luz, su radiación, vibración y magnetismo. Esta percepción interna hace de un ser humano un sabio-vidente, un profeta. El ser humano sabe cómo ver de dentro hacia fuera, pero los sabios-videntes, además, saben ver de fuera hacia dentro. Tienen también la capacidad de ver a través. Esta capacidad de ver a través le permite a un ser experimentar la Divinidad y su actividad. 
El Señor de las Vibraciones, Rudra, ayuda en este sentido. 

La vibración del Señor se encuentra en todo lo que existe. Y esto es lo que debe percibir el estudiante que venera a Rudra. El ritual del agua se ha dado en siete pasos para beneficio de Occidente. El paso uno trata del mantram quíntuple del Señor, que permite lograr supremacía sobre los cinco sentidos y también conseguir la necesaria voluntad mental. El paso dos es un mantram de veneración que busca la plenitud que otorga el Señor. El paso tres trata de las diez dimensiones del Señor, a saber: este, sureste, sur, suroeste, oeste, noroeste, norte, noreste, arriba y abajo. Con Rudra en el centro, son once. Este mantram permite la construcción de una doble pirámide alrededor del ritualista, lo cual se explica por separado en el libro. Esto también permite la total protección del ritualista. El paso cuatro consiste en la veneración del Señor con sus once nombres principales. Los once nombres se atribuyen a las once variedades vibratorias del Señor. El paso cinco trata sobre un himno especial formulado en los Vedas para obtener la propiciación del Señor. 

Es el corazón del himno principal a Rudra el Señor, tal como se encuentra en el Yajur Veda. El paso seis trata de la búsqueda de la longevidad, hasta que el ritualista comprenda el mito de la muerte y se libere conscientemente de la esclavitud del cuerpo. El paso siete trata de las invocaciones principales a Rudra el Señor, el cual existe en la materia, el agua, el fuego, el aire y los éteres, impregnando todo lo que existe. Cada vez que se pronuncie uno de los nombres del Señor debe ofrecerse una cucharada de agua fresca y verterla sobre el Sivalingam. Para el breve ritual que se da en el libro, en total es necesario ofrecer 77 cucharadas de agua. El simbolismo del Sivalingam se explica también en la Primera Parte. Aquellos que se sientan inclinados a oficiar este ritual pueden hacerlo de acuerdo a las reglas y el tiempo que se sugiere en el libro. Que este libro cumpla su intención y su propósito y les sirva a aquellos sinceros buscadores que quieren destruir los impedimentos de su personalidad en su búsqueda de la Luz. Que Rudra el Señor bendiga este esfuerzo.

K. Parvathi Kumar

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