El prajapathi Kasyapa, el patriarca que todo lo ve y
todo lo observa, lleva la energía del noúmeno, es decir, una
actitud completamente neutral. Tan neutral como Brahman,
tan neutral como la Persona Cósmica, tan neutral como el
cielo azul. Kasyapa tiene una esposa que es de naturaleza
cósmica, que posee distintos aspectos de la naturaleza en
ella. A veces está muy equilibrada. Otras veces está llena
de una luz muy brillante o llena de oscuridad. En otros
momentos tiende a un color rojizo, y a veces tiene un color
crepuscular, entre luz y oscuridad, tal como vemos el cielo.
El cielo, a veces, es tan brillante que te ciega. Otras veces
es oscuro, rojizo, amarillo dorado, azul claro, anaranjado,
etc. Múltiples colores que representan muchas cualidades.
Cuando la naturaleza cósmica concibe el noúmeno
en ella, según el color que manifiesta en un determinado
momento, da nacimiento a diferentes seres. Cuando es
oscura como la noche, Diti, da nacimiento a demonios.
Cuando es neutral en el color, da nacimiento a yoguis,
que también son neutrales. Cuando es de color rojo, da
nacimiento a seres agresivos. Cuando lleva energías muy
duras, nacen de ella seres duros, y cuando las energías que lleva son suaves, seres suaves nacen de ella.
Es una
sola naturaleza esencial, que según sus diferentes estados,
concibe seres de diferente naturaleza de un solo noúmeno.
Las escrituras sagradas dicen que “son distintas
mujeres que pertenecen a un solo hombre”. Distintas
mujeres significa distintas naturalezas. Cuando un
hombre es neutral, y las mujeres llevan una naturaleza
particular, conciben y paren seres con estas características
particulares. Así es como ella dio a luz a los adityas, o
seres de luz llamados devas. Hay varias categorías de devas,
dependiendo de su grado de brillo. De la misma forma,
cuando ella es de naturaleza rojiza puede manifestar una
naturaleza agresiva no permanente. Experimentamos
estas situaciones en nosotros. A veces tendemos a ser
perezosos, otras veces hiperactivos, equilibrados, irritables,
depresivos, suaves, duros. Las diferentes cualidades que
llevamos en nuestra naturaleza se traducen en diferentes
formas de hablar y actuar.
Cuando llevas una naturaleza
agresiva, por ejemplo, tu habla y actuación será agresiva,
pero solo pasajeramente. No es una actitud permanente.
Es la naturaleza que exhibe distintas variedades de estados
anímicos en distintos momentos.
Cuando ella es agresiva, se la conoce como Danu,
que significa agresivo en sánscrito. De Danu nacen los
danavas, un tipo de diablos que son concebidos a partir
de la agresividad. Actúan y hablan agresivamente. Cuando
la naturaleza concibe en la oscuridad o en la ignorancia,
se dice que es Diti, y los seres a los que da nacimiento se
llaman daityas. Estamos solamente categorizando lo divino y lo diabólico, pero hay muchas categorías. Los danavas son
agresivos, así que si una persona es agresiva, es un danava.
Si una persona lleva la luz de la sabiduría, es un
deva. La persona que permanece neutral es un yogui.
Los danavas son agresivos, los daityas son ignorantes.
Hay
muchos diablos que son ignorantes. Se llaman asuras, que
significa que no llevan luz en ellos. Como no llevan luz
en su interior, actúan de acuerdo a su naturaleza. Aunque
haya luz o neutralidad fuera, actúan consecuentemente.
Así que hay una categoría que son los adityas o seres
de luz. Son producto de Aditi. Aditi significa la naturaleza
primaria, esencial, como luz. Después tenemos a Diti,
que es lo contrario, la oscuridad esencial. Cuando la
naturaleza es ignorante, concibe seres ignorantes. Son los
llamados asuras, que significa que no tienen luz. Cuando la
naturaleza es agresiva, que significa cuando la naturaleza
es danu, el producto o los seres que salen se llaman danavas
o personas agresivas. Así, como resultado de la naturaleza,
en la humanidad hay personas agresivas, en la humanidad
hay seres ignorantes, en la humanidad hay también seres
de luz. Desde la época atlante, los seres de luz han ido
disminuyendo, y en la era de Kali, todavía más. Así que
adityas, daityas, danavas significan seres de luz, seres de
oscuridad y seres agresivos.
Cuando la mujer está en un estado de neutralidad, se
la llama maha yoguini. En ese momento, en esa naturaleza,
ella concibe seres neutrales, que son Maestros para todos
los seres nacidos. Los Maestros son neutrales hacia todo.
Los Kumaras son neutrales. Narada, conocido en Occidente como San Miguel, también es neutral. Los siete Sabios
videntes son neutrales. La Jerarquía es neutral. Ellos no
condenan a nadie ni nada. Intentan equilibrar y asegurarse
de que todo el mundo alcance la neutralidad, y de esta
forma, llegue al Padre, que es el noúmeno.
Esta es la belleza del yogui. Él no condena. ¿Condenó
Jesús a alguien? La condena solo es producto de la
oscuridad. Los hombres de la luz siempre tienen como
oponentes a los hombres de la oscuridad. El conocimiento
siempre se enfrenta a la ignorancia. Siempre hay lucha
entre la luz y la oscuridad. Nunca se acaba. La clave estriba
en conseguir la neutralidad. Para que un ser alcance la
absoluta bienaventuranza, lo que es importante es que
consiga la neutralidad. Cuanto más estás con la luz, más
condenas la oscuridad. Así es como nos hemos mantenido
en continuo conflicto. El conflicto es entre lo llamado
bueno y lo llamado malo, entre lo llamado correcto y lo
llamado incorrecto. Está en su naturaleza.
Si demuestras una actitud neutral, los Maestros
te toman y te convierten en un ser neutral. Este es el
trabajo del yogui. Por esta razón Krishna le dice a Arjuna,
que es un ser de luz: “Transfórmate para ser un yogui,
entonces no tendrás ningún problema”. Un yogui no
lleva enemistad en su interior. Si tú estás con la luz, ves
la oscuridad alrededor como el enemigo. Los hombres
de conocimiento siempre consideraron que al ignorante
había que eliminarlo, excluirlo. Cuando tratas de excluir
a alguien, este alguien quiere excluirte a ti. ¿No domina
la oscuridad sobre la luz al atardecer?, ¿no prevalece la luz solar sobre la oscuridad al amanecer? Es un proceso
continuo. Hay un estado neutral en el cual la oscuridad y
la luz se equilibran. Son las horas del crepúsculo.
En estas
horas, la luz y la oscuridad se encuentran.
Las oraciones se llevan a cabo en las horas del
crepúsculo para neutralizar aquello que es oscuridad y luz en
nosotros, para que seamos capaces de aceptar a los hombres
de conocimiento y a los ignorantes con igual vibración. Esta
es la belleza del yogui. Krishna dice, en el Bhagavad Gita, que
para un yogui hay ecuanimidad y neutralidad cuando ve a un
gran erudito, un hermoso elefante, un absoluto ignorante,
un perro o un hombre que come carne de perro. No hay
cambio en la vibración del yogui. El yogui ve cómo es. Tú
no decides como debería ser. Si tú dices que debería ser así,
la otra persona también dirá que debería ser de esta otra
forma. La belleza de la experiencia es poder ver cómo es y
cómo se va convirtiendo.
El noúmeno, que es neutral, observa a la mujer, la
naturaleza, el principio femenino. A veces ve a su mujer
con gran luz y ambos se aproximan. Entonces ella concibe
seres de luz.
La mujer se llama Aditi, y da nacimiento a los
seres de luz. Después se convierte en Diti, que es la luz de la
oscuridad o ignorancia. Puede haber ignorancia en nosotros
en algunos momentos. Cuando estás en la ignorancia y
tratas de concebir, generas cosas ignorantes. La concepción
también es respecto a los pensamientos. Cuando ella concibe
seres ignorantes, se llama Diti, y a sus productos se les llama
daityas. Algunas veces, la mujer, es decir, la naturaleza, es
agresiva. Con esta naturaleza agresiva concibe. La naturaleza agresiva se llama Danu, y su producto, los seres agresivos, se
llaman danavas. Cuando la naturaleza es maha yoguini, concibe
yoguis. Este es el cuarto.
A veces ella tiene las energías elevadas, “por las
nubes”. Algunas veces nosotros también nos sentimos con
energías elevadas, inspiradas. Entonces tratamos de danzar,
cantar y estar gozosos.
Esto ocurre cuando estamos con una
inspiración elevada. Con este talante de “energías elevadas”,
cuando ella concibe, nacen seres que vuelan. Así es como
llegaron los seres que vuelan. A veces ella es muy venenosa.
¿No nos ocurre, algunas veces, que nuestra actitud es de
odio? Decimos: “odio esto”. En este estado de ánimo,
cuando concibe, concibe seres venenosos que reptan o que
se esconden en los agujeros de la tierra. Los seres que vuelan
fueron concebidos por una mujer llamada Vinuta. La otra,
la de los seres venenosos, se llama Kadruva. Así, diferentes
naturalezas de la misma naturaleza primaria, en distintos
momentos, conciben diferentes seres a partir de la Persona
Cósmica.
Las escrituras sagradas dan diferentes nombres, y
generalmente la gente piensa que son distintas mujeres de
un solo hombre. Solo los iniciados conocen la pista, la clave.
Si los humanos trataran de entender todo esto, podrían
ver cuántas naturalezas diferentes prevalecen en ellos en
distintos momentos y estados de ánimo.
La mujer de Kasyapa, la reina de la oscuridad, tenía
mucha prisa por concebir. Se acercó velozmente a su
marido, que es más grande que los seres de luz, y le dijo:
“Necesito concebir a alguien que sea más grande que todos
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estos seres iluminados”. Si ella hubiera pedido lo mejor,
como os decía antes, la historia quizás habría sido distinta.
Podría haber dicho: “Concédeme algo como tú, porque
eres tan completo, tan neutral, tan pleno”. ¡Pero ella pidió a
alguien que dominara todo el tema! La petición estaba llena
de celeridad y celos. El hombre, el noúmeno, Kasyapa, dijo:
“Que así sea”. “Si quieres a alguien que sea el mejor de los
seres creados hasta ese momento, mejor espera”. No era el
momento, porque vio en ella una energía llena de fuerza y
fuego. Era feroz e ígnea. Pero ella insistió: “No, lo quiero
ahora.
Es el momento. Yo decido, hazlo ahora o nunca”.
Todas las distintas naturalezas que manifiestan los
humanos están conformes con esta naturaleza, la naturaleza
cósmica. En diferentes momentos, es diferente. No penséis
que la naturaleza siempre es benévola. Puede ser terrorífica
y aniquiladora. ¡Así es la naturaleza! En India, puedes ver la
forma de la Madre como Kali, que se representa con una
lengua protuberante, ojos feroces, aspecto muy negro, y
preparada para destruirlo todo. ¡También es una forma de la
naturaleza! Por otra parte, tienes la suavidad, la belleza y el
esplendor en la forma de Lakshmi. A muchas personas les
gusta Lakshmi. Debemos saber que estas son todas distintas
presentaciones de la naturaleza primaria esencial y que, por
tanto, también están en nosotros.
K. Parvathi Kumar
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