viernes, 3 de mayo de 2019

LA CIENCIA DE LA MAGIA







PRUEBAS DE SU EXISTENCIA – MÉDIUMS EN TIEMPOS ANTIGUOS, ETC, ETC



[Spiritual Scientist, Boston, Volumen III, 14 de octubre de 1875, páginas 64-65]

Estando de visita en Ithaca, donde los periódicos espirituales en general, y el Banner of Light en particular, se leen muy poco, pero donde, afortunadamente, el Scientist ha encontrado hospitalidad en varias casas, conocí a través de tu periódico del intensamente interesante y muy erudito ataque en un editorial del Banner, sobre la “Magia”; o mejor sobre aquellos que tienen la idiotez de creer en la Magia. Como indirectas que me conciernen – al menos en el fragmento que veo – están muy decentemente veladas, y, como parece, el coronel Olcott solo, ahora mismo, es ofrecido a manera de piadoso Holocausto en el altar erigido al mundo angelical por algunos Espiritualistas, que parecen ser terriblemente serios, yo – dejando que el citado caballero cuide de sí mismo, ya que piensa que merece su preocupación – procederé a decir unas pocas palabras sólo, en referencia a la presunta inexistencia de la Magia.
                
Si fuera a dar algo sobre mi propia autoridad, y basar mi defensa de la Magia sobre lo que he visto yo misma, y sabido que era cierto en relación a esa ciencia, como residente durante muchos años en la India y África, podría, quizás, arriesgarme a ser llamada por el señor Colby – con esa cortesía sin prejuicios y espiritualizada, que así distingue al venerable editor del Banner of Light – “una irresponsable mujer”; y no sería tampoco por primera vez. Además, a esta asombrosa afirmación de que ninguna magia de cualquier tipo existe o ha existido en este mundo, intentaré encontrar expertos tan buenos como él mismo, y quizás mejores y así proceder educadamente a contradecirle sobre ese punto en particular.
                
Los Espiritualistas Heterodoxos, como yo misma, debemos ser cautos en nuestros días y proceder con prudencia, si no desean ser perseguidos con toda la incansable venganza de ese poderoso ejército de “Autoridades Indias” y “Guías Misceláneos” de nuestra brillante Tierra de Verano.
Cuando el escritor del editorial dice que “él no cree en absoluto improbable que haya espíritus embusteros que traten de engañar a ciertos aspirantes al conocimiento Ocultista, con la noción de que existe una cosa llamada Magia” (¿) entonces, por otro lado, puedo responderle que yo, no sólo lo creo probable, sino que estoy completamente segura, y puedo llevar mi juramento a la certeza, de que en más de una ocasión, espíritus, que eran o elementales o espíritus muy poco evolucionados, llamándose a sí mismos Theodore Parker, han estado indudablemente engañando e irrespetuosamente embaucando a nuestro más que estimado Editor del Banner of Light con la idea de que los Apeninos estaban en España, por ejemplo.
                
Además, apoyada en mis afirmaciones por miles de Espiritualistas inteligentes, generalmente conocidos por su integridad y veracidad, puedo proporcionar innumerables pruebas y ejemplos en que los Diakka Elementales, espíritus malignos y trasgos, y otros moradores similares del mundo espiritual poco fiables e ignorantes, ataviándose con nombres pomposos, conocidos y famosos, de repente dieron a los testigos desconcertados una basura tan deplorable, de la que nunca nadie había oído hablar y cháchara absurda, y en ocasiones algo peor, que más de una persona que, antes de eso, era un serio creyente en la filosofía espiritual, o ha retrocedido silenciosamente, o, si resulta que había sido anteriormente un Católico Romano, ha intentado devotamente recordar con qué mano solía hacer la señal de la cruz, para después irse con la más ferviente exclamación de ¡Vade retro, Satanas! Tal es la opinión de todo Espiritualista culto.
                
Si ese indómito Atila, el perseguidor de Espiritualistas modernos y médiums, el doctor G. Beard, hubiera ofrecido tal comentario contra la Magia, no me hubiera sorprendido, ya que una demasiado profunda devoción a la píldora azul y a la cerveza negra es considerada generalmente el mejor antídoto contra las especulaciones místicas y espirituales; pero para un firme Espiritualista, un creyente en invisibles, misteriosos mundos, abarrotados de seres, la verdadera naturaleza de los cuales es aun un misterio sin desentrañar para todos – ¡intervenir y rechazar sarcásticamente lo que se ha demostrado que existe y en lo que se ha creído durante incontables edades por millones de personas más sabias que yo, es demasiado audaz! ¡Y ese escéptico es el editor de un periódico espiritual líder! Un hombre, cuyo primer deber debería ser, ayudar a sus lectores a buscar – incansable y perseverantemente – la VERDAD en cualquier forma que se pueda presentar; pero que asume el riesgo de arrastrar a miles de personas al error, clavándoles a su personal fe de agua de rosas y credulidad. Todo serio, decidido Espiritualista debe coincidir conmigo, al decir, que si el Espiritualismo moderno continúa, durante unos pocos años solo, en su actual condición de anarquía caótica, o aún peor, si es permitido correr su desenfrenada carrera, disparando hacia todos los lados, frívolas hipótesis basadas en ideas supersticiosas y sin base, entonces el doctor Beard, el doctor Marvins y otros, conocidos como escépticos científicos (¿) triunfarán efectivamente.
                
Realmente, parece una pérdida de tiempo responder a afirmaciones tan ridículas e ignorantes como la que me ha forzado a coger mi pluma. Cualquier Espiritualista bien informado, que encuentre la frase “que jamás hubo una ciencia tal como la magia, nunca se ha probado y nunca se probará” no necesitará respuesta de mi parte ni de la de nadie, para causar en él un encogimiento de hombros y una sonrisa, como probablemente ha sonreído, ante el maravilloso intento de los espíritus del señor Colby de reorganizar la geografía situando los Apeninos en España.
                
¿Por qué, hombre vivo, nunca abriste un libro en tu vida, aparte de tus propios registros de Tom, Dick y Harry descendiendo de esferas superiores para recordar a su Tío Sam que ha roto sus polainas o roto su pipa en el Lejano Oeste?
¿Supusiste que la Magia está confinada a brujas que vuelan en escobas y se convierten en gatos negros? Incluso la última basura supersticiosa, aunque nunca se llamó Magia, sino brujería, no parece un absurdo tan difícil de creer para alguien que acepta, que cree firmemente en la transfiguración de la señora Compton en Katie Brinks2. Las leyes de la naturaleza son inmutables. Las condiciones bajo las cuales un médium puede transformarse, enteramente absorbido en el proceso por el espíritu, en la apariencia de otra persona, serán válidas cuando quiera que ese espíritu o mejor fuerza tenga el antojo de tomar la forma de un gato.
                
El ejercicio del poder mágico es el ejercicio de poderes naturales, pero SUPERIORES a las funciones normales de la Naturaleza. Un milagro no es una violación de las leyes de la Naturaleza, excepto para la gente ignorante. La Magia no es sino una ciencia, un profundo conocimiento de las fuerzas Ocultas en la Naturaleza, y de las leyes que gobiernan el mundo visible e invisible. El Espiritualismo en las manos de un adepto se torna en Magia, ya que él está versado en el arte de combinar juntas las leyes del Universo, sin romper ninguna de ellas, y de ese modo violando a la Naturaleza. En las manos de un médium experimentado, el Espiritualismo se torna BRUJERÍA INCONSCIENTE; ya que, permitiendo convertirse en la herramienta indefensa de una variedad de espíritus, de los cuales no sabe nada excepto lo que éstos le permiten saber, él abre, desconocida para el mismo, una puerta de comunicación entre los dos mundos; a través de la cual emergen las ciegas fuerzas de la Naturaleza que acechan en la Luz Astral, así como buenos y malos espíritus.
                
Un poderoso hipnotizador, profundamente sabio en su ciencia, como el Barón Du Potet, Regazzoni, Pietro d’Amicis de Bologna, son magos, porque se han convertido en los adeptos, en los iniciados, en los grandes misterios de nuestra Madre Naturaleza. Tales hombres como los arriba mencionados – y tales eran Mesmer y Cagliostro – controlan a los espíritus en lugar de permitir que sus sujetos o ellos mismos sean controlados por ellos; y el Espiritualismo está a salvo en sus manos. En la ausencia de Adeptos experimentados, siempre es más seguro para un médium naturalmente clarividente confiar en la buena suerte, y tratar de juzgar el árbol por sus frutos. Los malos espíritus raramente se comunicarán a través de una persona pura, naturalmente buena y virtuosa; y es aún más raro que los espíritus puros escojan canales impuros. Lo similar se atrae.
                
Pero volviendo a la Magia. Hombres tales como Albertus Magnus, Raymond Lully, Cornelius Agrippa, Paracelso, Robert Fludd, Eugenius Philalethes, Khunrath, Roger Bacon y otros de similar carácter, en nuestro escéptico siglo, son tomados generalmente por visionarios, pero así, también, son tomados los Espiritualistas modernos y médiums – si no peor, por charlatanes y cobardes; pero jamás fueron los Filósofos Herméticos tomados por cualquiera como locos e idiotas, como, desafortunadamente para nosotros y para la Causa, cada no creyente nos toma A TODOS nosotros creyentes en el Espiritualismo. 

Aquellos Herméticos y filósofos pueden no ser creídos y se puede dudar de ellos ahora, como se duda de todo lo demás, pero muy pocos dudaron de su conocimiento y poder cuando vivían, ya que siempre podían probar lo que proclamaban, teniendo el poder sobre esas fuerzas que ahora dirigen a mediums impotentes. Tenían su ciencia y filosofía demostrada para ayudarles a tirar abajo las ridículas negaciones, mientras que nosotros sentimentales Espiritualistas, estremeciéndonos nosotros mismos al dormir con nuestro “Dulce futuro”, somos incapaces de reconocer un fenómeno espurio de uno auténtico, y somos diariamente engañados por viles charlatanes. Incluso aunque se dude que sea Espiritualismo en nuestros días, estos filósofos todavía eran respetados y reverenciados, incluso por aquellos que no creían implícitamente en su potencia Oculta, porque eran gigantes del intelecto. 

El profundo conocimiento, así como los poderes intelectuales cultos, siempre serán respetados y reverenciados; pero nuestros médiums y sus partidarios son motivo de risa y burla, y todos somos obligados a sufrir, porque los fenómenos son dejados a los caprichos y bromas de obstinados y traviesos espíritus, y somos totalmente incapaces de controlarlos.
                
Dudar de la Magia es rechazar la Historia misma así como el testimonio de testigos oculares de la misma, durante un período que abarca 4000 años. Comenzando por Homero, Moisés, Hermes, Herodoto, Cicerón, Plutarco, Pitágoras, Apolonio de Tyana, Simón el Mago, Platón, Pausanias, Iámblico, y siguiendo esta interminable cadena de grandes hombres, historiadores y filósofos, que todos ellos creyeron en la magia o eran magos ellos mismos, y acabando con nuestros autores modernos como W. Howitt, Ennemoser, H.R, Gougenot des Mousseaux, el Marqués de Mirville y el posterior Eliphas Levi. que fue un mago él mismo – entre todos estos grandes nombres y autores, no encontramos sino al solitario señor Colby, Editor del Banner of Light, que ignora que siempre ha habido una ciencia conocida como Magia. Él inocentemente cree a la totalidad del sagrado ejército de profetas de la Biblia, comenzando por el Padre Abraham, incluyendo a Cristo, que eran únicamente mediums; ¡a los ojos del señor Colby todos ellos estaban actuando bajo control! ¡Imaginad  a Cristo, Moisés, o a Apolonio de Tyana, controlados por un guía Indio! 

El venerable editor ignora, quizás, que los mediums espirituales eran mejor conocidos en aquellos días por los antiguos, que lo que lo son ahora para nosotros, y parece ser igualmente inconsciente del hecho de que las inspiradas Sibilas, Pitonisas y otros mediums, eran completamente guiadas por sus Sumos Sacerdotes y por aquellos que estaban iniciados en la Teurgia Esotérica y los misterios de los Templos. La Teurgia era Magia; como en los tiempos modernos, las Sibilas y Pitonisas ERAN MEDIUMS; pero sus Sumos Sacerdotes eran magos. Todos los secretos de su teología, que incluían la magia, o el arte de invocar espíritus auxiliadores, estaban en sus manos. Ellos poseían la ciencia de DISTINGUIR ESPÍRITUS; una ciencia que el señor Colby no posee en absoluto – muy a su pesar sin duda. Mediante este poder controlaban a los espíritus a voluntad, no permitiendo sino a los buenos absorber a sus mediums. Tal es la explicación de la magia – la real, existente. La magia blanca o sagrada, que debería estar en las manos de la ciencia ahora, y sería, si la ciencia hubiera aprovechado las lecciones que el Espiritualismo ha enseñado inductivamente durante estos últimos veintisiete años.
                
Esa es la razón por la que no se permitía recibir basura de espíritus poco evolucionados en la antigüedad. Los oráculos de las Sibilas y las sacerdotisas inspiradas nunca hubieran podido afirmar que Atenas era una ciudad de la India, o trasladar el Monte Ararat de su lugar a Egipto.
                
Si el escritor escéptico del editorial hubiera, además, dedicado más tiempo a los pequeños espíritus Indios parloteadores y más a lecturas provechosas, podría haber aprendido quizás al mismo tiempo, que los antiguos tuvieron sus mediums ilegales – me refiero a aquellos que no pertenecía a ningún Templo especial, y así los espíritus les controlaban, al no estar vigilados por la experta mano de los magos, eran abandonados a su suerte, y tenían todas las oportunidades posibles para efectuar sus travesuras en sus indefensas herramientas; que tales mediums fueran generalmente considerados obsesos y poseídos, que lo estaban de hecho, en otras palabras, y de acuerdo con la fraseología de la Biblia “tenían los siete diablos dentro de ellos”. Además estos mediums eran ordenados ejecutar, por el intolerante Moisés, el mago, que era un erudito en la sabiduría de Egipto, dijo, “Tú no tendrás que soportar a una bruja para vivir”3. Sólo los Egipcios y los Griegos, incluso más humanos y justos que Moisés, les tomaban para sus templos, y si se les encontraba inapropiados para los deberes sagrados de la profecía [ellos] eran curados, de la misma forma que Jesucristo curó a María de Magdala y a muchos otros, “expulsando a los siete diablos”. O el señor Colby y compañía deben negar completamente los milagros de Cristo4, los Apóstoles, Profetas, Taumaturgos y Magos, así negar a quemarropa cada pedazo de las historias sagradas y profanas, o debe confesar que hay un PODER en este mundo que puede controlar a los espíritus, al menos a los malos y poco evolucionados, los elementales y Diakka. Los puros, los desencarnados nunca descenderán a nuestra esfera, a menos que sean atraídos por una corriente de poderosa simpatía y amor, o en alguna misión útil.
                
Lejos de mí el pensamiento de arrojar odio y ridículo sobre nuestros mediums. Yo misma soy una Espiritualista si, como dice el coronel Olcott, una firme creencia en la inmortalidad de nuestras almas y el conocimiento de una constante posibilidad para nosotros de comunicarnos con los espíritus de nuestros seres queridos fallecidos, ya sea a través de mediums puros y honestos, o por los medios de la Ciencia Secreta, constituye un Espiritualista. Pero yo no soy como aquellos fanáticos Espiritualistas, que se encuentran en todos los países, que aceptan ciegamente las declaraciones de cualquier “espíritu”, porque yo he visto muchos y variados fenómenos, inimaginables en América. 

Yo sé que la MAGIA existe, y 10.000 editores de periódicos Espirituales no pueden cambiar mi creencia en lo que sé. Hay una magia blanca y otra negra; y nadie que haya viajado alguna vez por Oriente, puede dudar de ello, si se ha tomado la molestia de investigar. Siendo mi fe firme yo estoy además, siempre dispuesta a apoyar y proteger a cualquier médium honesto – sí, e incluso ocasionalmente a uno que parezca deshonesto; porque yo sé demasiado bien, qué indefensas herramientas y víctimas son tales mediums en las manos de seres poco evolucionados e invisibles. Soy además consciente de la malicia y la maldad de los elementales, y hasta dónde pueden inspirar no sólo a un medium sensitivo, sino a cualquier otra persona también. Aunque pueda ser una “mujer irresponsable” a los ojos de aquellos que no son sino “demasiado responsables” del daño que hacen a los Espiritualistas SERIOS con su injusticia, parcialidad y sentimentalismo espiritual, me siento segura al decir, que generalmente soy lo bastante rápida en detectar cuándo un medium está engañando bajo control o engañando conscientemente.
                
Así la magia existe y ha existido siempre desde las edades prehistóricas. Comenzó en la historia con los misterios Samotracios, siguió su curso ininterrumpidamente, y acabó durante un tiempo con los caducos ritos teúrgicos y ceremonias de la Grecia cristianizada; entonces reapareció durante un tiempo de nuevo con la escuela de Alejandria Neoplatónica, y pasando, por iniciación, a diversos estudiantes solitarios y filósofos, cruzó a salvo la época medieval, y a pesar de la furiosa persecución de la Iglesia, reanudó su fama en las manos de adeptos como Paracelso y varios otros, y finalmente murió en Europa con el Conde de Saint-Germain y Cagliostro, para buscar refugio del corazón congelado del escepticismo en su país nativo de Oriente.
                
En la India, la magia nunca ha muerto, y florece allí tan bien como siempre. Practicada, como en el antiguo Egipto, sólo dentro del recinto secreto de los Templos, fue, y aún es, llamada la “ciencia sagrada”. Porque es una ciencia, basada en las fuerzas ocultas de la Naturaleza; y no meramente una ciega creencia en la charla de loro de astutos elementales listos para evitar por la fuerza que los verdaderos espíritus desencarnados se comuniquen con sus seres queridos cuando puedan hacerlo.
                
Hace algún tiempo, un tal señor Mendenhall dedicó varias columnas en el Religio-Philosophical Journal, para cuestionar, interrogar y criticar a la misteriosa Hermandad de Luxor. Hizo un infructuoso intento de forzar a dicha Hermandad a contestarle, y así desvelar la esfinge. Puedo satisfacer al señor Mendenhall, LA HERMANDAD DE LUXOR es una de las secciones de la Gran Logia de la que yo soy un miembro. Si este caballero considera cualquier duda a mi afirmación – que no tengo ninguna duda que lo hará – él puede, si quiere, escribir a Lahore pidiendo información, si por casualidad, los Siete del Comité fueran tan groseros como para no contestarle, y rehusaran darle la información deseada, puedo entonces ofrecerle una pequeña transacción comercial. El señor Mendenhall, por lo que yo sé, tiene dos esposas en el mundo de los espíritus. Estas dos mujeres se materializan en la casa de M. Mott, y a menudo mantienen conversaciones muy largas con su marido, como éste nos dijo en varias ocasiones, y sobre su propia firma; añadiendo, además, que él no tenía ninguna duda de la identidad de los mencionados espíritus. Si es así, dejemos que una de las fallecidas mujeres le diga al señor Mendenhall el nombre de esa sección de la Gran Logia a la que yo pertenezco. 

Para los espíritus desencarnados reales y auténticos, si ambas son lo que dicen ser, el asunto es más que fácil; no tienen sino que preguntar a los otros espíritus, leer mis pensamientos, y así sucesivamente; para una entidad desencarnada, un espíritu inmortal, es la cosa más fácil del mundo. Entonces, si el caballero al que estoy desafiando, aunque estoy privada del placer de conocerle, me dice el verdadero nombre de la sección – cuyo nombre tres caballeros en Nueva York, que son discípulos aceptados de nuestra Logia, conocen bien – me comprometo a darle al señor Mendenhall la verdadera declaración concerniente a la Hermandad, que no está compuesta de espíritus, como puede creer, sino de mortales vivos, y yo, además, si lo desea, le pondré en comunicación directa con la Logia como he hecho para otros. 5Me parece que el señor Mendenhall contestará que no puede ser dado tal nombre correctamente por los espíritus, porque no existe tal Logia o Sección en absoluto, y así zanjar la discusión.

BLAVATSKY

NOTAS:
1.- Este artículo fue escrito por H.P.B. como respuesta al señor Colby que negaba en el Banner of Light la existencia de la Magia. Después de que el recorte fuera pegado en su Álbum, Volumen I, páginas 70-71, H.P.B. hizo algunos comentarios con pluma y tinta, que son aquí mostrados como notas a pie de página añadidas como indicó la propia H.P.B. – Compilador]
2.- En su Álbum de recortes de prensa, Volumen I, página 32, H.P.B. añadió los siguientes comentarios a un recorte que describía sesiones espiritistas con la señora Compton: Esta señora Compton es una médium realmente maravillosa. Es una verdadera batería eléctrica manejada por los Elementales. – Compilador.
3.- Éxodo, 5, xxii 18
4.- Si es que vivió alguna vez, que es más que dudoso.
5.- H.P.B. añadió al margen: “Y eso hizo – me insultó de una manera vil en los periódicos por mi oferta. ¡Los espíritus demostraron ser ignorantes!” Es más probable, sin embargo, que esto se refiera a la última frase del artículo. – Compilador.

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