Artículo aparecido en “El
Loto Blanco” de Setiembre 1931
La teoría concerniente a los Instructores del Mundo, según se expone
por muchos teósofos en la actualidad, contiene elementos que derivan de varias
fuentes. Son ellas:
1) La tradición hindú de los Avataras.
2) La tradición budista concerniente a los Bodhisattvas.
3) La tradición cristiana relativa al Cristo como el segundo aspecto de
la trinidad de Dios.
4) La tradición del Ocultismo, según ha sido difundida por Annie Besant
y C. W. Leadbeater, acerca del Instructor del Mundo, el segundo miembro del
Triángulo Oculto de la Jerarquía que gobierna el mundo.
1) LOS
AVATARAS
La palabra Avatara significa DESCENSO, y se usa en un sentido especial:
el de descenso o encarnación de Dios. El hinduismo afirma que lo divino encarna
periódicamente en la tierra a fin de ayudar a ]a humanidad. Diez de tales
avataras se reconocen en el hinduismo. Son ellos:
1) Pez;
2) Tortuga;
3)
Jabalí;
4) Hombre-león;
5) Enano;
6) Rama, con la Segur;
7) El Rey Rama;
8) Shri-Krishna;
9) Buddha; y
10) Kalki.
Algunos hindúes no se hallan completamente seguros de
que el Buddha sea un Avatara en la acepción ordinaria de la palabra. Al Avatara
de Shri-Krishna sobresale entre todos los demás en la mente de los hindúes. El Avatara
Kalki está aun por venir.
Todos estos Avataras son solamente de Víshnu, la segunda persona de la
Trinidad hindú. No hay Avataras de la primera persona, Brahmá, o de la tercera
persona, Shiva.
La razón por la cual son necesarias encarnaciones periódicas de la
Divinidad, fue dada por Shri-Krishna, el Avatara, en el Bhagavad-Gitá, IV. 7,
8. «Cada vez que la rectitud decae y el mal es exaltado, vengo yo para la
protección de los buenos, para la destrucción de los perversos; con el fin de establecer firmemente la
Rectitud, nazco Yo de edad en edad» .
Por consiguiente, un Avatara es una manifestación DIRECTA de Dios Mismo
sin intermediario. Dios DESCIENDE para establecer la Rectitud cada vez que,
durante la evolución, la iniquidad comienza a prevalecer. Entonces, el
advenimiento de un Avatara, es la señal de que ha comenzado una nueva era en el
progreso humano. Sin el advenimiento del Avatara, la Humanidad que está
tendiendo a retrogradar, a causa de que sus energías espirituales van
declinando, tomaría definitivamente la mala dirección.
El hinduismo considera que algunos de los Avataras, como el Rey Rama y
Shri-Krishna son Purna-Avataras, es decir completos, en tanto que los demás no
son tan «completos». Además, ciertos hindúes creen que el Mismo Shri-Krishna se
manifiesta como una especie de Avatar menor, a través de sus discípulos,
algunas veces más plenamente, otras menos. En Bengala, los secuaces de
Shri-Chaitanya consideran que él fue una encarnación de Shri-Krishna.
2) LOS
BODHISATTVAS
La palabra Bodhisattva significa un «Sér de Bodhi» (Sabiduría), esto
es, uno que está destinado a alcanzar la plena iluminación. El concepto de un
Bodhisattva, es exactamente el reverso del de un Avatara, en el sentido de que
el Bodhisattva es un ASCENSO del hombre hacia la Luz. Un Bodhisattva es un ser
humano perfeccionado, quien se halla tan unificado con los sufrimientos de la
humanidad, que por la más pura compasión renuncia a la liberación (Nirvána o
Moksha) que había conquistado, a fin de hollar el largo y arduo sendero que
lleva a la condición de Budha y mediante la cual da a los hombres la Sabiduría
Perfecta. Por consiguiente, cada Bodhisattva llega a ser, a su tiempo, un
Buddha, pero para lograrlo deberá tomar «el voto de llegar a ser un Buddha» ante un Buddha que viva en la tierra.
El Bodhisattva da instrucción a la humanidad sólamente como Buddha.
Durante todas las vidas que El pasa en la tierra desde el tiempo de tomar el
voto, trabaja en su propia purificación, adquiriendo las «Diez Perfecciones»
las cuales lo conducirán hacia el Buddhado. Pero no da instrucción, y en los intervalos de sus vidas
terrenales él mora en el «Cielo Tusita». La enseñanza que un Buddha da a la
humanidad, es la misma que fue dada por los previos Buddhas, pues no hay más
que un solo Sendero hacia la Liberación.
El Budismo afirma que hasta hoy han aparecido veintiocho Buddhas sobre
la tierra, proclamando la Ley, la misma Ley, para la humanidad. El último
Buddha fue Gautama; su sucesor es el Bodhisattva Maitreya, quien, llegado Su
tiempo, aparecerá como el Buddha. En las tradiciones budistas, por lo menos en
el Budismo del Sur, no hay idea de que el Bodhisattva Maitreya aparezca sobre
la tierra para enseñar, antes de Su aparición final como el Buddha.
Cada Buddha enseña la Ley, no solamente a la humanidad, sino también a
los Devas o Angeles. Un Buddha se llama «El Instructor de Devas y de Hombres» .
El Budismo afirma que una persona, «después de entrar en el Sendero» puede, si
lo desea, entrar en el reino de los Devas y vivir desde entonces como un Deva.
Ya no encarnará después como un ser humano. Mas, puesto que el problema
de la Liberación o de alcanzar el Nirvana es exactamente el mismo para los
Devas como para los hombres, los devas requieren también un instructor que les
enseñe el «Sendero». Por consiguiente, cuando un Buddha aparece sobre la tierra para instruir a
]a humanidad, El instruye al mismo tiempo a los Devas.
Los devas aprenden de un Buddha, de la misma manera que los discípulos
humanos aprenden de un gurú humano.
3) EL
CONCEPTO LOGOS DEL CRISTO
El Cristianismo afirma que Jesús vino de Dios y que es Su Hijo. El es
al mismo tiempo igual al Padre e inferior al Padre; y se alude a esta relación
mística cuando se afirma que es el Padre el que «envía» al Hijo. El Cristo.
como hijo, actúa de Mediador entre la Humanidad y el Padre. El vino a la expiación por los pecados de la
Humanidad, y por consiguiente Su vida y Su muerte constituyen un sacrificio
voluntario.
Mezclada con esta idea del Cristo se halla otra corriente de ideas, que
se encuentra en el Evangelio de San Juan y la cual está íntimamente aliada con
las ideas místicas de Philo Judaeus concernientes al Logos o «El Verbo».
Sospechan algunos que San Juan tomó sus ideas de Philo, quien, a su vez, como
es bien sabido, tomó su pensamiento capital del concepto que Platón tenía del
Demiurgo, o Constructor del Universo. Cristo, como Logos, es el «Verbo hecho
Carne». Es una parte del Plan de Dios, desde el principio de los tiempos, que
el Logos vendría. «POR ESTA CAUSA YO VENGO EN ESTA HORA». Al aparecer así, el
Logos Cristo efectúa un sacrificio Cósmico y es «EL CORDERO INMOLADO DESDE LA
FUNDACIÓN DEL MUNDO». Así como el Logos vive en el Padre, así todos los hombres
viven en el Logos. «YO SOY EN MI PADRE, Y VOSOTROS SOIS EN MI Y YO EN
VOSOTROS».
Nadie podrá ver directamente la más elevada Divinidad, sino tan sólo
cuando ELLO se refleja en el Logos o Hijo. «NINGÚN HOMBRE HA VISTO AL PADRE
EXCEPTO AQUEL QUE ES DE DIOS». Por consiguiente, el Cristo es el único Mediador
entre el hombre y Dios, y de aquí que él es «LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA».
En la Religión Popular se Le denomina el Rey de los Angeles. Ellos
cumplen Sus órdenes para ayuda de la humanidad.
4) LA
TRADICIÓN OCULTA
Conforme ésta, hay un gobierno oculto del mundo, que se llama «La Gran
Jerarquía». Los tres Jefes Ejecutivos de esta Jerarquía son: I. El Señor del
Mundo. II. El Bodhisattva. III. El Maha-chohan.
Cada uno de estos Tres, en
cierta mística manera, es la manifestación de un Aspecto del Logos Solar.
El
Señor del Mundo es una manifestación del Primer Aspecto que es Poder: se le
representa en la Trinidad Hindú por Shiva, y en el Cristianismo por Dios-Padre.
El segundo aspecto del Logos es siempre dual, Sabiduría-Amor, y se refleja en
el Bodhisattva. En el Hinduismo este Aspecto es Víshnu, y en el Cristianismo Dios- Hijo. El Tercer Aspecto
que está representado por el Maha-chohan, es la Mente Creadora; en el Hinduismo
es Brahma, y en el Cristianismo Dios Espíritu Santo.
La Tradición Oculta afirma que durante los varios millones de años que
dura la evolución de la humanidad en un globo, como nuestra Tierra, hay tres
Señores del Mundo, siete Bodhisattvas que alcanzan el Buddhado, un número mayor
aún de Maha- chohans. Cada uno de estos desempeña un puesto en la Jerarquía, uno
tras otro. Cada uno es producto de la evolución humana, con la excepción de
que, justamente ahora, no estando la humanidad suficientemente adelantada para
producir Señores del Mundo, este puesto ha sido desempeñado por los Adeptos de
la humanidad del planeta Venus.
Estos miembros de la Jerarquía no son Avataras, es decir, «DESCENSOS»
de lo Divino; cada uno es un ASCENSO de hombre a Adepto y Dhyanchohan. Sin
embargo, quienquiera que desempeñe uno de estos tres cargos en la Jerarquía
llega a ser, entre tanto, una «ENCARNACIÓN», porque un Aspecto del Logos se mezcla con su
ser y él representa para la humanidad aquel Divino Aspecto.
El deber del Bodhisattva es guiar el crecimiento espiritual de la
humanidad y de los Devas adscritos a este globo, durante el período de su
cargo. La duración de este período es de una Raza Raíz. Durante ese tiempo,
cada religión y cada movimiento educacional en todos los países, se halla bajo
Su vigilancia. El arregla un Plan estatuido por el Logos Solar. Cuando se hace
cargo del puesto, asume la dirección de las religiones existentes, tal como
fueron establecidas por sus predecesores; y funda nuevas religiones por Sí
mismo, cada una con el sello de Su propio tipo de influencia particular.
Puesto que todos los sesenta mil millones de egos humanos están a su
cuidado, su trabajo se lleva a cabo en todos los planos, visibles e invisibles.
De un modo misterioso todos viven en El; así como una madre suple el alimento
necesario para la criatura que lleva en su seno y la cual no puede obtenerlo por sí misma, así el
Bodhisattva ayuda a la humanidad, mediante su acción, a crecer más rápidamente
que lo haría sin ayuda. El ha sido denominado «EL CORAZÓN DEL MUNDO» porque
todos los sufrimientos de los hombres se reflejan en su ser.
El Bodhisattva tiene como ayudantes a sus órdenes Adeptos y Devas, así
como también aquellas almas que ya han «ENTRADO EN EL SENDERO» . Estas se dan
cuenta de Su plan y están cooperando conscientemente con él para llevarlo a
cabo; pero a la vez hay millares que, sin darse cuenta de Su plan, son sus agentes
inconscientes. Tales son los sacerdotes de las religiones, así como todos los
maestros que se dedican a la educación. El jamás constriñe a nadie a servir en
Su plan, pero vigila las oportunidades de inspirar y guiar en la recta
dirección a los ministros de religión que son altruistas, y a quienes se
dedican a la educación de los niños.
A grandes intervalos de tiempo el Bodhisattva da un impulso nuevo a la
humanidad afectando los reinos de la religión y de la educación. El hace esto
ya sea encarnando sobre la tierra o fundando nuevas actividades o bien usando
el vehículo de un discípulo que haya sido entrenado para tal propósito. El
primer modo es raro. Cada vez que él desciende a la tierra, ya sea en directa
encarnación, o mediante un discípulo, solamente una mínima parte de su
conciencia, como Segundo Aspecto del Logos, puede manifestarse sobre la tierra,
ya que ningún organismo humano podría suministrar expresión adecuada al
espléndido ser de un Bodhisattva, cuando reside y trabaja en los planos
invisibles para los sesenta mil millones de egos que están bajo Su cuidado.
Todas las religiones son siempre sus canales; bien sea que él se halle
directamente encarnado o bien que trabaje a través de un discípulo, Su labor
para toda la humanidad continúa sin interrupción.
La tradición oculta enseña que el Buddha Gautama, durante sus vidas
como Bodhisattva, apareció muchas veces sobre la tierra como Instructor y
fundador de Religiones. De las muchas ocasiones en las que apareció El en la
Raza Aria, cinco son dignas de especial mención pues en ellas inició
movimientos religiosos de un carácter poco usual. Fue conocido en lo pasado
como:
I. Vyasa, al principio de la primera sub-raza hindú de la Raza Aria.
II. Tehutí o Toth, cuando dio nuevo impulso religioso a los Egipcios
arianizados que pertenecieron a la segunda sub-raza.
III. Zoroastro, el primero, quien apareció en la tercera sub-raza en
Persia.
IV. Orfeo, de Grecia, el
instructor de la Cuarta sub-raza, la Céltica.
V. Gautama, cuando apareció otra
vez en la sub-raza hindú, pero trayendo Su mensaje no sólo para la religión
hindú, sino también para formar una Religión Mundial que se extendiera allende
las fronteras de la India.
Por lo que hace a los planos inferiores, la ardua y dilatada tarea de
un Bodhisattva culmina con la dación de Su Mensaje como Buddha. Entonces
trasmite aquella parte de la labor de su departamento a su sucesor, el que ha
actuado como su lugarteniente.
Habiendo terminado Su obra el Buddha Gautama, trasfirió las labores de
Su departamento a su Sucesor el Bodhisattva Maitreya.
El Bodhisattva Maitreya apareció en la India, dos o tres siglos antes
de J. C., como Shri Krishna , el Maestro de Devoción. Esta fue una encarnación
directa, habiendo vivido el Gran Instructor como el Niño Divino. Después
apareció en Palestina, pero en esta ocasión ocupó el cuerpo de un discípulo, Jesús, cuando éste tenía
treinta y un años de edad. Posteriormente, El inspiró y guió a su discípulo
Mahoma, sin haber ocupado tal cuerpo, para que diera las enseñanzas del Islam.
Puesto que el Bodhisattva trabaja ya sea directamente, o mediante
discípulos suyos como intermediarios, todas las enseñanzas religiosas del mundo
son en cierto modo Sus enseñanzas, si bien no es El responsable de las
aberraciones de la Sabiduría Divina que han surgido de tiempo en tiempo.
EL NUEVO IMPULSO ESPIRITUAL DE HOY
El hecho de que durante la primera parte de este siglo tendría lugar
una manifestación del Bodhisattva, fue mencionado por primera vez por C. W.
Leadbeater en Londres, en 1901, durante una reunión de estudiantes esotéricos,
que él dirigió al regresar de su primera visita a los Estados Unidos. Una relación de sus palabras,
publicada 8 años después por C. Jinarajadasa, aparece en «The Theosophic
Messenger», de Chicago, por marzo 1909. El dijo entonces lo siguiente:
“Parte del Esquema que se va a realizar muy pronto, es el acercamiento
de las varias ramas de nuestra quinta Sub-raza, la Teutónica…
Un acercamiento mucho más íntimo de todas ellas se producirá para un
propósito definido. Este propósito es la preparación del camino para el
advenimiento de un nuevo Mesías, un gran instructor espiritual, que traerá una
nueva religión. Se aproxima el tiempo en que esta será promulgada -una
enseñanza que, comparada con las otras religiones, surgirá sobre bases más
sólidas y conservará su pureza por más largo tiempo. Pero antes de que esto
pueda efectuarse debemos de estar ya libres del demonio de la guerra, que pesa
siempre sobre nuestras cabezas como un gran espectro, paralizando los mejores
intelectos de todos los países por lo que respecta a experimentos sociales, e
imposibilitando a nuestros estadistas para ensayar nuevos planes y métodos.
Algo esencial, por lo tanto, para llevar a la práctica aquel esquema es un
período de paz universal. Muchos esfuerzos han sido ya hechos de varias maneras
para producir este resultado, por ejemplo la Conferencia de la Paz en La Haya.
Pero habrá que intentar otro método... ¿Cómo, pues, poder producir esta paz?
Haciendo que lo más interesante para estas naciones sea insistir en la paz
universal. El comercio sufre durante la guerra.
Nosotros, los teutones, somos de las más grandes naciones comerciales
del mundo, y pronto nos daremos cuenta de que nuestro interés radica en
agruparnos todos e implantar la paz. No es motivo elevado éste, ciertamente, ya
que se versa el interés propio; pero el gran esfuerzo próximo tendrá que ser
hecho a base de esta y otras líneas paralelas. . . Cuando esté asegurada la
paz, entonces surgirá el Instructor espiritual. Ya ha sido determinado el lugar
de su nacimiento o aparición”.
Hacia el fin del año 1909, después de que el niño Krishnamurti, que
tenía entonces 14 años, vino a la Residencia Central de la Sociedad Teosófica
en Adyar, Madrás, para vivir aquí con su padre, la doctora Annie Besant, con la
cooperación de C. W. Leadbeater, anunció públicamente que Krishnamurti estaba
destinado, en los planes de la Jerarquía Oculta, a ser el discípulo que
ofrecería su Cuerpo al Señor Maitreya, el Bodhisattva, cuando El comenzare su
misión de dar un nuevo impulso espiritual al mundo. El nuevo impulso era
necesario para otros factores: Primero, para establecer una paz mundial que
hubiese de durar por varios siglos; Segundo, para dar la enseñanza espiritual
necesaria para la nueva Sub-raza que está apareciendo, la sexta sub-raza que ya
empieza a surgir en Estados Unidos y otras partes; Tercero para producir una
cooperación más estrecha entre Devas y hombres, ya que una clase particular de
Energía del Logos Solar, denominada la influencia del Séptimo Rayo, estaba a
punto de comenzar un tipo especial de labor por la humanidad.
En el concepto Teosófico Moderno de quién es el Instructor del Mundo y
cuál es Su labor, se hallan mezclados todos estos elementos :
I. El concepto de
los Avataras.
II. El concepto de los Bodhisattvas.
III. La naturaleza del
Cristo. IV. Las afirmaciones de la Doctora Annie Besant y Monseñor Leadbeater respecto a la obra de
la Jerarquía Oculta para los hombres.
Jinarajadasa
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