viernes, 8 de marzo de 2019

LA TEORÍA ACERCA DE LOS INSTRUCTORES DEL MUNDO



Artículo aparecido en “El Loto Blanco” de Setiembre 1931

La teoría concerniente a los Instructores del Mundo, según se expone por muchos teósofos en la actualidad, contiene elementos que derivan de varias fuentes. Son ellas:
1) La tradición hindú de los Avataras.
2) La tradición budista concerniente a los Bodhisattvas.
3) La tradición cristiana relativa al Cristo como el segundo aspecto de la trinidad de Dios.
4) La tradición del Ocultismo, según ha sido difundida por Annie Besant y C. W. Leadbeater, acerca del Instructor del Mundo, el segundo miembro del Triángulo Oculto de la Jerarquía que gobierna el mundo.

1) LOS AVATARAS

La palabra Avatara significa DESCENSO, y se usa en un sentido especial: el de descenso o encarnación de Dios. El hinduismo afirma que lo divino encarna periódicamente en la tierra a fin de ayudar a ]a humanidad. Diez de tales avataras se reconocen en el hinduismo. Son ellos: 

1) Pez; 
2) Tortuga; 
3) Jabalí; 
4) Hombre-león; 
5) Enano; 
6) Rama, con la Segur; 
7) El Rey Rama; 
8) Shri-Krishna; 
9) Buddha; y 
10) Kalki. 

Algunos hindúes no se hallan completamente seguros de que el Buddha sea un Avatara en la acepción ordinaria de la palabra. Al Avatara de Shri-Krishna sobresale entre todos los demás en la mente de los hindúes. El Avatara Kalki está aun por venir.
Todos estos Avataras son solamente de Víshnu, la segunda persona de la Trinidad hindú. No hay Avataras de la primera persona, Brahmá, o de la tercera persona, Shiva.
La razón por la cual son necesarias encarnaciones periódicas de la Divinidad, fue dada por Shri-Krishna, el Avatara, en el Bhagavad-Gitá, IV. 7, 8. «Cada vez que la rectitud decae y el mal es exaltado, vengo yo para la protección de los buenos, para la destrucción de los perversos; con el fin de establecer firmemente la Rectitud, nazco Yo de edad en edad» .

Por consiguiente, un Avatara es una manifestación DIRECTA de Dios Mismo sin intermediario. Dios DESCIENDE para establecer la Rectitud cada vez que, durante la evolución, la iniquidad comienza a prevalecer. Entonces, el advenimiento de un Avatara, es la señal de que ha comenzado una nueva era en el progreso humano. Sin el advenimiento del Avatara, la Humanidad que está tendiendo a retrogradar, a causa de que sus energías espirituales van declinando, tomaría definitivamente la mala dirección.

El hinduismo considera que algunos de los Avataras, como el Rey Rama y Shri-Krishna son Purna-Avataras, es decir completos, en tanto que los demás no son tan «completos». Además, ciertos hindúes creen que el Mismo Shri-Krishna se manifiesta como una especie de Avatar menor, a través de sus discípulos, algunas veces más plenamente, otras menos. En Bengala, los secuaces de Shri-Chaitanya consideran que él fue una encarnación de Shri-Krishna.



2) LOS BODHISATTVAS

La palabra Bodhisattva significa un «Sér de Bodhi» (Sabiduría), esto es, uno que está destinado a alcanzar la plena iluminación. El concepto de un Bodhisattva, es exactamente el reverso del de un Avatara, en el sentido de que el Bodhisattva es un ASCENSO del hombre hacia la Luz. Un Bodhisattva es un ser humano perfeccionado, quien se halla tan unificado con los sufrimientos de la humanidad, que por la más pura compasión renuncia a la liberación (Nirvána o Moksha) que había conquistado, a fin de hollar el largo y arduo sendero que lleva a la condición de Budha y mediante la cual da a los hombres la Sabiduría Perfecta. Por consiguiente, cada Bodhisattva llega a ser, a su tiempo, un Buddha, pero para lograrlo deberá tomar «el voto de llegar a ser un Buddha» ante un Buddha que viva en la tierra.
El Bodhisattva da instrucción a la humanidad sólamente como Buddha. Durante todas las vidas que El pasa en la tierra desde el tiempo de tomar el voto, trabaja en su propia purificación, adquiriendo las «Diez Perfecciones» las cuales lo conducirán hacia el Buddhado. Pero no da instrucción, y en los intervalos de sus vidas terrenales él mora en el «Cielo Tusita». La enseñanza que un Buddha da a la humanidad, es la misma que fue dada por los previos Buddhas, pues no hay más que un solo Sendero hacia la Liberación.

El Budismo afirma que hasta hoy han aparecido veintiocho Buddhas sobre la tierra, proclamando la Ley, la misma Ley, para la humanidad. El último Buddha fue Gautama; su sucesor es el Bodhisattva Maitreya, quien, llegado Su tiempo, aparecerá como el Buddha. En las tradiciones budistas, por lo menos en el Budismo del Sur, no hay idea de que el Bodhisattva Maitreya aparezca sobre la tierra para enseñar, antes de Su aparición final como el Buddha.

Cada Buddha enseña la Ley, no solamente a la humanidad, sino también a los Devas o Angeles. Un Buddha se llama «El Instructor de Devas y de Hombres» . El Budismo afirma que una persona, «después de entrar en el Sendero» puede, si lo desea, entrar en el reino de los Devas y vivir desde entonces como un Deva.
Ya no encarnará después como un ser humano. Mas, puesto que el problema de la Liberación o de alcanzar el Nirvana es exactamente el mismo para los Devas como para los hombres, los devas requieren también un instructor que les enseñe el «Sendero». Por consiguiente, cuando un Buddha aparece sobre la tierra para instruir a ]a humanidad, El instruye al mismo tiempo a los Devas.
Los devas aprenden de un Buddha, de la misma manera que los discípulos humanos aprenden de un gurú humano.

3) EL CONCEPTO LOGOS DEL CRISTO

El Cristianismo afirma que Jesús vino de Dios y que es Su Hijo. El es al mismo tiempo igual al Padre e inferior al Padre; y se alude a esta relación mística cuando se afirma que es el Padre el que «envía» al Hijo. El Cristo. como hijo, actúa de Mediador entre la Humanidad y el Padre. El vino a la expiación por los pecados de la Humanidad, y por consiguiente Su vida y Su muerte constituyen un sacrificio voluntario.

Mezclada con esta idea del Cristo se halla otra corriente de ideas, que se encuentra en el Evangelio de San Juan y la cual está íntimamente aliada con las ideas místicas de Philo Judaeus concernientes al Logos o «El Verbo». Sospechan algunos que San Juan tomó sus ideas de Philo, quien, a su vez, como es bien sabido, tomó su pensamiento capital del concepto que Platón tenía del Demiurgo, o Constructor del Universo. Cristo, como Logos, es el «Verbo hecho Carne». Es una parte del Plan de Dios, desde el principio de los tiempos, que el Logos vendría. «POR ESTA CAUSA YO VENGO EN ESTA HORA». Al aparecer así, el Logos Cristo efectúa un sacrificio Cósmico y es «EL CORDERO INMOLADO DESDE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO». Así como el Logos vive en el Padre, así todos los hombres viven en el Logos. «YO SOY EN MI PADRE, Y VOSOTROS SOIS EN MI Y YO EN VOSOTROS».
Nadie podrá ver directamente la más elevada Divinidad, sino tan sólo cuando ELLO se refleja en el Logos o Hijo. «NINGÚN HOMBRE HA VISTO AL PADRE EXCEPTO AQUEL QUE ES DE DIOS». Por consiguiente, el Cristo es el único Mediador entre el hombre y Dios, y de aquí que él es «LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA».
En la Religión Popular se Le denomina el Rey de los Angeles. Ellos cumplen Sus órdenes para ayuda de la humanidad.

4) LA TRADICIÓN OCULTA

Conforme ésta, hay un gobierno oculto del mundo, que se llama «La Gran Jerarquía». Los tres Jefes Ejecutivos de esta Jerarquía son: I. El Señor del Mundo. II. El Bodhisattva. III. El Maha-chohan. 
Cada uno de estos Tres, en cierta mística manera, es la manifestación de un Aspecto del Logos Solar. 
El Señor del Mundo es una manifestación del Primer Aspecto que es Poder: se le representa en la Trinidad Hindú por Shiva, y en el Cristianismo por Dios-Padre. El segundo aspecto del Logos es siempre dual, Sabiduría-Amor, y se refleja en el Bodhisattva. En el Hinduismo este Aspecto es Víshnu, y en el Cristianismo Dios- Hijo. El Tercer Aspecto que está representado por el Maha-chohan, es la Mente Creadora; en el Hinduismo es Brahma, y en el Cristianismo Dios Espíritu Santo.

La Tradición Oculta afirma que durante los varios millones de años que dura la evolución de la humanidad en un globo, como nuestra Tierra, hay tres Señores del Mundo, siete Bodhisattvas que alcanzan el Buddhado, un número mayor aún de Maha- chohans. Cada uno de estos desempeña un puesto en la Jerarquía, uno tras otro. Cada uno es producto de la evolución humana, con la excepción de que, justamente ahora, no estando la humanidad suficientemente adelantada para producir Señores del Mundo, este puesto ha sido desempeñado por los Adeptos de la humanidad del planeta Venus.
Estos miembros de la Jerarquía no son Avataras, es decir, «DESCENSOS» de lo Divino; cada uno es un ASCENSO de hombre a Adepto y Dhyanchohan. Sin embargo, quienquiera que desempeñe uno de estos tres cargos en la Jerarquía llega a ser, entre tanto, una «ENCARNACIÓN», porque un Aspecto del Logos se mezcla con su ser y él representa para la humanidad aquel Divino Aspecto.

El deber del Bodhisattva es guiar el crecimiento espiritual de la humanidad y de los Devas adscritos a este globo, durante el período de su cargo. La duración de este período es de una Raza Raíz. Durante ese tiempo, cada religión y cada movimiento educacional en todos los países, se halla bajo Su vigilancia. El arregla un Plan estatuido por el Logos Solar. Cuando se hace cargo del puesto, asume la dirección de las religiones existentes, tal como fueron establecidas por sus predecesores; y funda nuevas religiones por Sí mismo, cada una con el sello de Su propio tipo de influencia particular.
Puesto que todos los sesenta mil millones de egos humanos están a su cuidado, su trabajo se lleva a cabo en todos los planos, visibles e invisibles. De un modo misterioso todos viven en El; así como una madre suple el alimento necesario para la criatura que lleva en su seno y la cual no puede obtenerlo por sí misma, así el Bodhisattva ayuda a la humanidad, mediante su acción, a crecer más rápidamente que lo haría sin ayuda. El ha sido denominado «EL CORAZÓN DEL MUNDO» porque todos los sufrimientos de los hombres se reflejan en su ser.
El Bodhisattva tiene como ayudantes a sus órdenes Adeptos y Devas, así como también aquellas almas que ya han «ENTRADO EN EL SENDERO» . Estas se dan cuenta de Su plan y están cooperando conscientemente con él para llevarlo a cabo; pero a la vez hay millares que, sin darse cuenta de Su plan, son sus agentes inconscientes. Tales son los sacerdotes de las religiones, así como todos los maestros que se dedican a la educación. El jamás constriñe a nadie a servir en Su plan, pero vigila las oportunidades de inspirar y guiar en la recta dirección a los ministros de religión que son altruistas, y a quienes se dedican a la educación de los niños.

A grandes intervalos de tiempo el Bodhisattva da un impulso nuevo a la humanidad afectando los reinos de la religión y de la educación. El hace esto ya sea encarnando sobre la tierra o fundando nuevas actividades o bien usando el vehículo de un discípulo que haya sido entrenado para tal propósito. El primer modo es raro. Cada vez que él desciende a la tierra, ya sea en directa encarnación, o mediante un discípulo, solamente una mínima parte de su conciencia, como Segundo Aspecto del Logos, puede manifestarse sobre la tierra, ya que ningún organismo humano podría suministrar expresión adecuada al espléndido ser de un Bodhisattva, cuando reside y trabaja en los planos invisibles para los sesenta mil millones de egos que están bajo Su cuidado. Todas las religiones son siempre sus canales; bien sea que él se halle directamente encarnado o bien que trabaje a través de un discípulo, Su labor para toda la humanidad continúa sin interrupción.

La tradición oculta enseña que el Buddha Gautama, durante sus vidas como Bodhisattva, apareció muchas veces sobre la tierra como Instructor y fundador de Religiones. De las muchas ocasiones en las que apareció El en la Raza Aria, cinco son dignas de especial mención pues en ellas inició movimientos religiosos de un carácter poco usual. Fue conocido en lo pasado como:

I. Vyasa, al principio de la primera sub-raza hindú de la Raza Aria.

II. Tehutí o Toth, cuando dio nuevo impulso religioso a los Egipcios arianizados que pertenecieron a la segunda sub-raza.

III. Zoroastro, el primero, quien apareció en la tercera sub-raza en Persia.

IV. Orfeo, de Grecia, el instructor de la Cuarta sub-raza, la Céltica.

V. Gautama, cuando apareció otra vez en la sub-raza hindú, pero trayendo Su mensaje no sólo para la religión hindú, sino también para formar una Religión Mundial que se extendiera allende las fronteras de la India.

Por lo que hace a los planos inferiores, la ardua y dilatada tarea de un Bodhisattva culmina con la dación de Su Mensaje como Buddha. Entonces trasmite aquella parte de la labor de su departamento a su sucesor, el que ha actuado como su lugarteniente.
Habiendo terminado Su obra el Buddha Gautama, trasfirió las labores de Su departamento a su Sucesor el Bodhisattva Maitreya.
El Bodhisattva Maitreya apareció en la India, dos o tres siglos antes de J. C., como Shri Krishna , el Maestro de Devoción. Esta fue una encarnación directa, habiendo vivido el Gran Instructor como el Niño Divino. Después apareció en Palestina, pero en esta ocasión ocupó el cuerpo de un discípulo, Jesús, cuando éste tenía treinta y un años de edad. Posteriormente, El inspiró y guió a su discípulo Mahoma, sin haber ocupado tal cuerpo, para que diera las enseñanzas del Islam.
Puesto que el Bodhisattva trabaja ya sea directamente, o mediante discípulos suyos como intermediarios, todas las enseñanzas religiosas del mundo son en cierto modo Sus enseñanzas, si bien no es El responsable de las aberraciones de la Sabiduría Divina que han surgido de tiempo en tiempo.


EL NUEVO IMPULSO ESPIRITUAL DE HOY


El hecho de que durante la primera parte de este siglo tendría lugar una manifestación del Bodhisattva, fue mencionado por primera vez por C. W. Leadbeater en Londres, en 1901, durante una reunión de estudiantes esotéricos, que él dirigió al regresar de su primera visita a los Estados Unidos. Una relación de sus palabras, publicada 8 años después por C. Jinarajadasa, aparece en «The Theosophic Messenger», de Chicago, por marzo 1909. El dijo entonces lo siguiente:

“Parte del Esquema que se va a realizar muy pronto, es el acercamiento de las varias ramas de nuestra quinta Sub-raza, la Teutónica…

Un acercamiento mucho más íntimo de todas ellas se producirá para un propósito definido. Este propósito es la preparación del camino para el advenimiento de un nuevo Mesías, un gran instructor espiritual, que traerá una nueva religión. Se aproxima el tiempo en que esta será promulgada -una enseñanza que, comparada con las otras religiones, surgirá sobre bases más sólidas y conservará su pureza por más largo tiempo. Pero antes de que esto pueda efectuarse debemos de estar ya libres del demonio de la guerra, que pesa siempre sobre nuestras cabezas como un gran espectro, paralizando los mejores intelectos de todos los países por lo que respecta a experimentos sociales, e imposibilitando a nuestros estadistas para ensayar nuevos planes y métodos. Algo esencial, por lo tanto, para llevar a la práctica aquel esquema es un período de paz universal. Muchos esfuerzos han sido ya hechos de varias maneras para producir este resultado, por ejemplo la Conferencia de la Paz en La Haya. Pero habrá que intentar otro método... ¿Cómo, pues, poder producir esta paz? Haciendo que lo más interesante para estas naciones sea insistir en la paz universal. El comercio sufre durante la guerra.

Nosotros, los teutones, somos de las más grandes naciones comerciales del mundo, y pronto nos daremos cuenta de que nuestro interés radica en agruparnos todos e implantar la paz. No es motivo elevado éste, ciertamente, ya que se versa el interés propio; pero el gran esfuerzo próximo tendrá que ser hecho a base de esta y otras líneas paralelas. . . Cuando esté asegurada la paz, entonces surgirá el Instructor espiritual. Ya ha sido determinado el lugar de su nacimiento o aparición”.

Hacia el fin del año 1909, después de que el niño Krishnamurti, que tenía entonces 14 años, vino a la Residencia Central de la Sociedad Teosófica en Adyar, Madrás, para vivir aquí con su padre, la doctora Annie Besant, con la cooperación de C. W. Leadbeater, anunció públicamente que Krishnamurti estaba destinado, en los planes de la Jerarquía Oculta, a ser el discípulo que ofrecería su Cuerpo al Señor Maitreya, el Bodhisattva, cuando El comenzare su misión de dar un nuevo impulso espiritual al mundo. El nuevo impulso era necesario para otros factores: Primero, para establecer una paz mundial que hubiese de durar por varios siglos; Segundo, para dar la enseñanza espiritual necesaria para la nueva Sub-raza que está apareciendo, la sexta sub-raza que ya empieza a surgir en Estados Unidos y otras partes; Tercero para producir una cooperación más estrecha entre Devas y hombres, ya que una clase particular de Energía del Logos Solar, denominada la influencia del Séptimo Rayo, estaba a punto de comenzar un tipo especial de labor por la humanidad.
En el concepto Teosófico Moderno de quién es el Instructor del Mundo y cuál es Su labor, se hallan mezclados todos estos elementos : 

I. El concepto de los Avataras. 
II. El concepto de los Bodhisattvas. 
III. La naturaleza del Cristo. IV. Las afirmaciones de la Doctora Annie Besant y Monseñor Leadbeater respecto a la obra de la Jerarquía Oculta para los hombres. 

Jinarajadasa

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