Se señalaba en el capítulo que trataba del Logos Cósmico Inmanifestado, que después de
cada Mahapralaya, que implica la disolución del Universo, el Logos Cósmico puede ser
considerado como emergiendo del seno de lo inmanifestado y preparando el terreno para la
manifestación de un nuevo universo al crear los planos cósmicos. Esta creación, que sigue a
cada MAHAPRALAYA, establece los cimientos de un nuevo universo y, sobre la base así
preparada, se establecen los fundamentos de los innumerables sistemas solares que surgen a
la manifestación durante el período de manifestación. Los planos solares de cada sistema
solar son hechos independientemente, con el material de los planos cósmicos y, cuando se
verifica una disolución universal en la época de un Mahapralaya, automáticamente
desaparecen todos los sistemas solares, porque su misma existencia depende totalmente de
los planos cósmicos.
Puede mencionarse aquí que hay diferentes categorías de Pralayas o disoluciones de
sistemas manifestados, según sea la unidad afectada. Hay, así, Pralayas menores, que
afectan globos y cadenas, pero los dos más importantes son los Pralayas solares, cuando
todo el sistema solar con sus globos y cadenas llega a su fin, y el Mahapralaya cuando todo
el Universo se disuelve y retorna a lo inmanifestado. El período de un Mahapralaya o Gran
Noche’, de acuerdo con los cómputos hindúes, es de 311.040 .000.000.000 años solares,
durante el cual el Universo reposa en Brahma.
Cómo se calcula la duración de un
Mahapralaya es un intrigante problema en el que no podemos entrar aquí.
Los Logos Solares son como proyecciones del Logos Cósmico, así como las Mónadas
asociadas con un sistema solar son como proyecciones de su Logos Solar. Así como por la
mañana el sol surge del Este con todos sus rayos, así el Logos Cósmico se manifiesta,
después de la obscura noche de un Mahapralaya, con todos los Logos Solares como Sus
rayos, y cada Logos Solar trae con el, desde el seno de lo Inmanifestado, a todas las
Mónadas que estarán asociadas con Él a lo largo del naciente Mahakalpa, e1 período de
manifestación.
Esto ocurre en el plano más elevado, y a medida que se forman los planos
sucesivos, y los vehículos están dispuestos, Ellos comienzan a actuar en sus respectivas
esferas.
No entraremos en los problemas de la Cosmogénesis de ninguna manera. Lo que aquí nos
concierne son la naturaleza y las funciones de los Logos manifestados y de las Mónadas;
pero, antes de comenzar a considerar este tema, será necesario aclarar nuestras ideas acerca
de las relaciones existentes entre el Logos Cósmico, los Logos Solares y las Mónadas
asociadas con Ellos.
Como hemos visto, todos tienen el mismo origen, status y naturaleza
esencial, difiriendo tan sólo en el grado de desarrollo y sus funciones en el Universo
manifestado, si bien estas diferencias son tan tremendas que es difícil aún imaginar cómo
ello es posible.
Se ha señalado arriba que las Mónadas son como proyecciones o rayos de sus respectivos
Logos Solares, los que a su vez, son como rayos o proyecciones del Logos Cósmico. La
relación entre el Sol físico y sus rayos es uno de los misterios de la ciencia moderna y este
misterio es tan sólo un reflejo del aún más profundo misterio de ‘la relación entre una
Mónada y un Logos Solar por una parte, y por la otra la relación de un Logos Solar y el Logos Cósmico. Todos estos misterios pueden ser considerados tan sólo como aspectos
diferentes del eterno misterio del Uno y los Muchos.
Ante esta mutua triple relación entre Mónadas, Logos Solares y Logos Cósmico, ¿es
posible vincularlos de alguna manera y representar este vínculo mediante algún diagrama?
Tal vínculo integrará en un único concepto a las tres realidades básicas que se están
manifestando en el Universo, visible e invisible, y que si bien diferentes son sin embargo la
misma. El diagrama que se da abajo es una tentativa para mostrar no sólo cómo los
vínculos espirituales, entre el Logos Cósmico, los Logos. Solares y las Mónadas pueden
representarse para poner de manifiesto de que ellos son el Uno y los muchos al mismo
tiempo sino también cómo están vinculados sus vehículos de consciencia en el lado de la
forma.
El diagrama anterior simboliza los siguientes hechos:
(1) Mientras los Logos Solares están directamente vinculados con el Logos Cósmico, las
Mónadas están directamente vinculadas con sus respectivos Logos Solares y tan sólo
indirectamente con el Logos Cósmico. Este hecho es de gran significación, porque muestra
que la Mónada puede entrar en contacto con la consciencia del Logos Solar directamente,
mientras que la Consciencia del Logos Cósmico sólo le es accesible a través de la
consciencia de su Logos Solar.
(2) El segundo punto que ha de notarse es que cada Mónada que ha descendido a la
manifestación tiene también un mundo propio dentro del mundo del Logos Solar - El
conjunto de sus vehículos en todos los planos solares constituye su mundo en el aspecto de
la forma y los diferentes niveles mentales enraizados en la consciencia del Logos, su
mundo en el aspecto vida. Su mundo es un mundo dentro del mundo más grande del Logos
Solar, como el Sistema Solar es un mundo del Logos Solar dentro del aún mayor mundo del
Logos Cósmico.
(3) El diagrama muestra también líneas que irradian del centro de los círculos que
representan a las Mónadas, porque cada Mónada es un Logos potencial, y cuando ella alcanza el elevado rango de Logos, las Mónadas que ahora existen potencialmente en su
interior refulgen con rayos del nuevo sol aparecido. El lector advertirá en esta proliferación
de las Mónadas una analogía con muchos fenómenos similares en el plano físico. Por
ejemplo, todo árbol, después de haber alcanzado su pleno desarrollo, produce semillas que
tienen la capacidad de germinar y crecer en árboles similares, y este proceso se repite Ad
infinitum”.
(4) El misterio de la relación entre la Mónada y los Logos Solares es uno de los más
grandes misterios de la vida, el secreto final mencionado en “Luz en el sendero”, que es
comunicado en el momento de la Liberación o Jivanmukti.
La dificultad de este misterio
reside en la coexistencia de unidad y separación entre la Mónada y el Logos Solar. Se
desprende del diagrama cómo al develarse este misterio al alcanzar la Auto-realización, no
sólo se revelará la naturaleza de esta relación, sino que también proporcionará a la Mónada
una pálida vislumbre de la relación análoga entre el Logos Solar y el Logos Cósmico, pues
ambos son esencialmente lo mismo aunque difiriendo tan sólo en nivel, por inmensas que
puedan ser esas diferencias de nivel. En todas partes encontramos estos reflejos de reflejos.
El estudio y las experiencias de estos reflejos en lo inferior nos ayudan en el logro de una
mayor penetración en la naturaleza de las realidades que reflejan.
Y no debemos olvidar tampoco que muy frecuentemente experiencias que tomamos por las
realidades mismas, no pasan de ser meros reflejos, o tal vez reflejos de reflejos. No le es
dado a los seres humanos el realizar las verdades últimas de la existencia, aunque muchos,
extraviados por el orgullo y la ignorancia, piensan y proclaman que las han alcanzado.
Con esta consideración preliminar de la relación entre Mónada, Logos Solar y Logos
Cósmico con que se ha preparado el terreno, podemos ahora proseguir con ‘la
consideración de la naturaleza y funciones del Triple Logos. Desde que estamos ligados a
nuestro sistema solar y al Logos Solar que le preside, nos limitaremos a la naturaleza y a las
funciones de un Logos Solar, y éstas, de alguna remota y misteriosa manera, también
reflejarán la naturaleza y funciones del Logos Cósmico, de acuerdo con la máxima oculta
de que “Como arriba, así abajo”.
El punto más significativo que cabe destacar acerca del Logos Solar es Su triple naturaleza.
Antes de referirnos a estos tres aspectos en detalle y sus funciones y correlaciones con el
lado fenoménico de ‘la Naturaleza, detengámonos momentáneamente en el problema de
cómo ha surgido esta triple naturaleza, porque la dilucidación de esta derivación de los Tres
del Uno no solamente aclarará la naturaleza de estos aspectos y su mutua interrelación, sino
que también sobre la numerosa serie de triplicidades que hallamos por doquier en el
dominio de la manifestación.
La derivación de una triplicidad de una unidad está basada en y puede ser comprendida a
partir de la relación del Yo y el No-Yo, a la que se ha hecho referencia brevemente al
referimos a la Ideación Cósmica en el dominio de lo Inmanifestado.
El Yo es total,
completo, auto-suficiente, perfecto y Auto-existente y es llamado Sat en sánscrito. Es en
este Sat que puede verificarse una diferenciación, debida al inherente poder presente en Él
de proyectar algo al exterior de Sí Mismo y que sin embargo continúa dentro de Él, lo cual
crea una suerte de oposición o polaridad entre el Yo y lo que ha sido proyectado y que
podemos llamar el No-Yo. Este aspecto del Yo que está presente ahora como No-Yo es
llamado Cit y el aspecto que representa o que se vincula con su relación es llamado Ananda en la filosofía Vedanta, aunque el empleo de la palabra Ananda es muy inapropiado y
engañoso, porque Ananda, en su connotación usual de bienaventuranza es un sub-producto
o derivado de esta relación y no representa plenamente el aspecto de esta relación entre el
Yo y el No-Yo.
Dado que esta palabra está profundamente establecida en nuestro pensamiento filosófico,
debemos tomarla en sus dos sentidos y continuar usándola también como la relación entre
el Yo y el No-Yo o término medio que conecta Sat con Chit. La relación entre el Yo y el
No-Yo, o entre Sat y el producto que aparece en el Yo como resultado de la iniciación de la
actividad del aspecto Cit, no difiere de la relación entre la consciencia de un individuo y
una imagen mental que aparezca en su mente por medio de la cual la imagen sale de la
consciencia total integrada, estableciéndose entre las dos una relación sujeto-objeto.
La
imagen se convierte en el objeto y la mente se ha convertido en el sujeto y la percepción de
la imagen por la mente es la relación entre las dos. De hecho, la relación establecida lo es
entre la consciencia que está detrás de la mente y la imagen, pero, desde que la mente es el
medio a través del cual actúa de ordinario la consciencia podemos, a los fines prácticos
solamente, considerar que la mente es el sujeto. La diferenciación entre el Yo y el No-Yo
en Sat, es análoga y pone en actividad a la triplicidad Sat, Cit, Ananda que yace en la base
del triple aspecto del Logos. El punto que es muy importante señalar es que Sat contiene a
los otros dos aspectos Cit y Ananda, como el percibidor incluye a lo percibido y a la
percepción.
Es, por eso, auto-suficiente e independiente y permanece independiente y autosuficiente,
aun cuando el No-Yo se haya separado de él. El No-Yo, producto del aspecto
Cit, por otro lado, no es auto-suficiente. Depende y es soportado por Sat y llega a ser
reabsorbida en Sat; no puede existir independientemente, como un cuadro en la mente de
un artista no puede existir a menos que el artista se vuelque parcialmente en el cuadro en la
forma de constante atención dirigida hacia él. El momento en que la atención se retira, el
cuadro desaparece. En lo que se refiere al tercer término Ananda, que denota la relación
entre Sat y Cit o Yo y No-Yo, es obvio que también dependerá de Sat y deberá desaparecer
cuando el No-Yo es reabsorbido en el Yo.
Ahora puede preguntarse; ¿cómo puede el Yo permanecer íntegro y perfecto cuando el No-
Yo se ha separado de él?
El problema es similar al de la aparición del Universo manifestado
desde el seno de lo Inmanifestado, aparición que deja a lo inmanifestado íntegro y perfecto,
hecho que ha sido bellamente expresado en el famoso mantra del Brihadaranyaka
Upanishad:
“AQUELLO es un Todo Perfecto, ESTO es un Todo Perfecto, porque ESTO ha
provenido de AQUELLO; ‘cuando ESTE Todo Perfecto sale de AQUEL Todo
Perfecto, lo que queda es también un Todo Perfecto”.
No podemos entrar aquí en esta interesante cuestión.
La relación de los aspectos Sat-Cit-Ananda de la Divinidad arriba discutidos nos permitirán
comprender fácilmente la relación esencial de los tres aspectos del Logos entre sí.
El Logos de un Sistema Solar idea un mundo en la Mente Divina, la que resulta ser la base
del aspecto forma del Sistema Solar. Este aspecto del Logos, correspondiente del No- Yo,
es llamado Brahma o el Tercer Logos en la literatura teosófica. Este corresponde al aspecto
Ananda que es el principio que sirve de Vínculo entre Sat y Cit o Yo y No-Yo, pero como
se verá más adelante, este proceso de ideación, siendo un proceso en la consciencia y no en la materia, no afecta al Logos en Sí, que permanece tal como El era, si bien sirviendo de
apoyo e interpenetrando al sistema solar manifestado que preside. “Habiendo creado y
animado a este mundo, YO permanezco” como dice Sri Krishna en el “Bhagavad Gita”.
Así, aquel aspecto del Logos que permanece inafectado e independiente del mundo que EL
ha creado, es llamado Mahesha, o Primer Logos en la literatura teosófica. Es el aspecto
trascendente, así como Vishnú es el aspecto inmanente de Brahma, el aspecto aprisionado
de la Divinidad, si es que puedo usar ese término.
El primero se relaciona con la
Consciencia pura, el segundo con la Vida y el tercero con la Forma.
Uno de los hechos más llamativos en todo el campo de la manifestación es la presencia de
un gran número de triplicidades en varios, aspectos de la vida. Una observación profunda
de todas ellas mostrará que están enraizadas en esta triple naturaleza del Logos.
Consideraremos brevemente unas pocas dé estas triplicidades que encontramos en ‘la
naturaleza, por que ellas aclaran la naturaleza y funciones del Logos que preside un sistema
manifestado.
Tomemos en primer lugar ‘las importantes funciones de creación, preservación y
regeneración. Ellas son las muy conocidas funciones del Tercero, Segundo y Primer Logos,
o Brahma, Vishnu y Mahesha, y mucha gente piensa que estas son las únicas funciones
relacionadas con estos tres aspectos del Logos.
Aún en la sola consideración de estas tres
funciones, debemos profundizar un poco más y no creer que la función destructora sólo se
inicia cuando llega e momento de la disolución. Estas funciones se están ejerciendo todo el
tiempo y en todas partes. Tomemos por ejemplo, al cuerpo humano.
En él están teniendo
lugar, continua y simultáneamente, procesos de creación, preservación y destrucción, y es
el perfecto equilibrio de esas fuerzas lo que mantiene al cuerpo vivo y en estado de salud.
En efecto, tan delicado y exquisitamente equilibrada es este ajuste que, estudiarlo y verlo en
acción es convencerse que la más consumada Inteligencia y Sabiduría subyace en la base
del universo, siempre que actúe nuestra intuición y nuestra mente no esté prejuiciada ni
obsesionada por la concepción materialista. Son la vida y la consciencia del Logos los que
interpenetran al universo en Sus tres aspectos, y esto sólo puede ya tomarse como una
maravillosa inteligencia y sabiduría presente en cada una de las esferas de fenómenos
naturales.
La palabra «destrucción” no da una idea correcta de la función de Mahesha., Es cierto que
la destrucción desempeña en a vida y en todas partes un papel muy importante y definido,
pero no debe ser visto en forma aislada, sino considerada como formando parte de una
función mucho más amplia que puede ser descripta, con mayor propiedad, corno una
regeneración. La muerte o destrucción no es sino la remoción de algo que ya ha cumplido
la finalidad para la cual estuvo destinado y que ahora se constituye en un obstáculo a todo
progreso o desarrollo subsiguiente. Es pues, un aspecto necesario en la progresiva
evolución de los cuerpos y el desarrollo de la consciencia, y debe ser considerada como un
complemento de las funciones de creación y preservación.
Vista así, puede ser considerada
como no menos necesario o benéfica que estas dos funciones. Tal vez sea por esta razón
que la función destructiva del Logos se ha separado de la más amplia y benéfica función de
la regeneración de Mahesha, y simbolizada por RUDRA.
Creo que podremos comprender mejor las funciones de los tres aspectos del Logos si
disponemos, en forma de tabla, algunas de las muy conocidas triplicidades bajo tres
encabezamientos, para destacar las correspondencias entre ellas:
Ya hemos tratado las triplicidades de creación, preservación y regeneración y vida, forma y
consciencia. Consideremos a otra importante triplicidad, la de electricidad, Prana y
Kundalini Son tres tipos diferentes de fuerzas actuando en el cuerpo humano y la Ciencia,
con todos sus pormenorizados estudios del cuerpo humano, conoce algo sólo de una de
ellas: la electricidad, si bien sospecha la presencia de otra fuerza que es denominada
vagamente como vitalidad.
Mas para el ocultista, estas tres fuerzas son algo completamente
definido, real y susceptibles de ser vistas y manipuleadas objetivamente, Lo más importante
de retener acerca de estas tres fuerzas es que no son interconvertibles, sino que se trata
realmente de tres tipos distintos de energías que están siendo constantemente irradiadas
desde el Sol y de las cuales el cuerpo humano se apropia para su diversificada actividad
funcional.
Cada una de estas fuerzas puede presentarse bajo diversas formas. Así, la
electricidad puede transformarse en energía mecánica o calor u viceversa. Prana puede
existir en cinco variedades, y también se conocen varias formas de Kundalini, si bien la
literatura oculta no proporciona detalles acerca de ellas. Son razones obvias
Si bien quienes están familiarizados con la literatura oculta saben la existencia de estos tres
tipos de fuerzas diferentes, muchos ignoran que ellas derivan de, y están relacionadas con,
los tres aspectos del Logos y son instrumentos de sus respectivas funciones en el cuerpo
humano. De este modo la electricidad y sus variantes se relacionan con Brahma, Prana con
Vishnu y Kundalini con Mahesha, Estas relaciones de los tres tipos de fuerzas con los tres
aspectos del Logos en el sistema manifestado. Brahma es el Creador, y como se ha
señalado, esta relacionado con el aspecto forma de la naturaleza. Todos los cambios de
naturaleza material en el cuerpo humano dependen y son producidos por la electricidad y
otras fuerzas afines familiares a la Ciencia.
Vishnú es el Preservador, relacionado con el
aspecto vida del cuerno humano, y los cinco tipos de Prana son responsables y el
fundamento de todos los procesos vitales que se desarrollan en el cuerpo físico y hacen de
él un organismo viviente, en contradistinciòn a los agregados insensibles de materia y
fuerza.
Prana también está en la base de la sensación y sin su asociación con los órganos de los
sentidos, las vibraciones recibidas por ellos permanecerían sin recibirse ni convertirse en
sensaciones. La vinculación de Prana con Vishnú, la Vida Inmanente, se presenta, así, tanto
en Sus funciones de preservación como de percepción.
La tercera fuerza, Kundalini, deriva de Mahesha y, entre todos los organismos vivientes, sólo se la encuentra en el cuerpo
humano, porque la actividad del Primer Logos en un cuerpo sólo comienza con la
individualización, cuando se forma el cuerpo causal. Es con la conexión de la Mónada con
el cuerpo físico y el descenso de este elemento eterno en el cuerpo causal que el hombre
entra en el interminable ciclo de evolución, que no tiene límite, Las etapas previas en el
reino animal sirven meramente como una preparación de esta etapa.
El funcionamiento y el desenvolvimiento de la consciencia en el cuerpo humano depende
de Kundalini, el poder de Mahesha, y desde las primeras etapas, pero tan sólo en las últimas
etapas del desarrollo es cuando Kundalini despierta, y el mecanismo que integran
Sushumna y los Chakras es utilizado para desarrollar los estados de consciencia
supramentales Este tema, sin embargo, por su misma índole, debe ser mantenido rodeado
de misterio, en consideración a los peligros inherentes al manipuleo de estas fuerzas sutiles.
El conocimiento del secreto de la manipulación de estas fuerzas se imparte al Sadhaka tan
sólo cuando está listo y posee las cualidades necesarias.
Podríamos tomar así, triplicidad tras triplicidad y rastrear su relación con los tres aspectos
del Logos, pero no es posible hacer esto aquí.
De lo anteriormente dicho se ve que Brahma, Shiva y Mahesha no son tres Personas sino
tres aspectos del Logos en el ejercicio de SUS tres diferentes funciones. La tendencia a
considerar estos tres aspectos como tres Personas es tan fuerte que constantemente
deberemos recordarnos que sólo hay un Logos y no tres Logos en uno; pero si bien se trata
realmente de un Logos en SUS tres aspectos, estos aspectos encuentran expresión en
diferentes planos, sucesivamente inferiores uno tras, otro: Mahesha en el plano Adi, Vishnu
en el plano Anupadaka y Brahma en el plano Átmico. Esta diferencia en los medios de
expresión de los tres aspectos introduce alguna diferencia en la expresión misma de los tres
aspectos. Así, mientras los tres aspectos son los mismos, ya no son totalmente los mismos.
Podemos concluir la consideración de este tema señalando la distinción entre el Logos
Cósmico Inmanifestado que es llamado Tattva Maheshavara-Maheshvari y Mahesha, que
es la Deidad que preside un sistema manifestado. Hemos visto que aquél es un Principio
cósmico inmanifestado, como el Tattva Shiva-Shakti, y que es el origen oculto de la
Ideación Cósmica y de los Planos para todos los sistemas manifestados de todas categorías.
El segundo, es una Deidad manifestada pero oculta en el plano Adi, que preside un sistema
manifestado y que, obteniendo Su poder y plan del Principio Universal, trae a la existencia
un sistema al que rige desde atrás del escenario, pero en realidad es Vishnu o el Segundo
Logos, quien actúa activamente y ejercita todos los poderes.
Ya se ha dicho arriba que el Logos Cósmico Inmanifestado es el origen de la ideación
Cósmica y que es de esta fuente que un Logos manifestado trae Su plan para la
manifestación del sistema que EL trae a la existencia. Desde que el Logos manifestado
también tiene que Idear y desplegar Su plan, por as decir, podría preguntarse cuál es la
diferencia entre las dos Ideaciones. Esta diferencia puede ilustrarse muy eficazmente
mediante el proceso que se emplea en el revelado de una placa fotográfica. Cuando una
placa se expone a la luz para tomar una fotografía, es afectada por la luz que actúa sobre su
superficie de una manera muy sutil, pero todavía no hay ninguna imagen en la placa ya
expuesta.
Sólo cuando la placa es revelada sometiéndola a la acción de una solución de
substancias químicas es que la imagen de la escena fotografiada aparece sobre la placa en la conocida forma de un negativo. Y sin embargo, si bien ninguna imagen es visible en la
placa expuesta antes de su revelado, sabemos que la placa debe contener una imagen sutil
de algún tipo que será un duplicado exacto de la imagen negativa, porque de otro modo el
revelador no podría poner de manifiesto la imagen en la placa.
Este fenómeno puede aclarar
algo acerca de la relación potencial de la Ideación Cósmica del Logos Cósmico
Inmanifestado y la Ideación de un Logos manifestado, que precipita realmente un sistema
de acuerdo con el plan que EL ha traído desde el seno del dominio de lo Inmanifestado.
I.K. TAIMNI
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