La verdadera visión no puede ser propiamente clasificada como sueño; es un
caso en que el ego ve cómo ocurre algún hecho en un plano superior de la
naturaleza, directamente, o por inspiración de una entidad más evolucionada.
Sea como fuese, tiene el ego conocimiento o percepción de las cosas que le
interesan, o contempla alguna visión gloriosa y elevada que le estimula y fortalece.
Feliz el hombre a quien semejante visión le llega con la nitidez suficiente
para abrir su camino a través de todos los obstáculos, y fijarla con firmeza en su
memoria de vigilia.
EL SUEÑO PROFÉTICO
Este sueño debe ser también atribuido exclusivamente a la acción del ego que lo
prevé por sí mismo o se inspira en algún acontecimiento futuro para el cual
desea preparar su conciencia de vigilia.
Es posible cierto grado de certeza y
veracidad en esta premonición, conforme a la capacidad del ego para captar los
hechos y teniéndolos captados, imprimirlos en el cerebro de vigilia.
A veces el
evento es de aquellos que se revisten de aspecto grave, como la muerte o un
desastre, siendo por esto obvio motivo del ego para intentar grabarlo. En otras
ocasiones sin embargo, el hecho previsto no parece tener aparentemente
importancia, y nos es difícil comprender porqué el ego se preocuparía por él
mismo. Sin duda es siempre posible que en tal hipótesis el hecho recordado
signifique apenas el pormenor mínimo de alguna visión mucho más extensa, no
habiendo llegado lo restante al cerebro físico.
Está claro que muchas veces el
vaticinio tiene carácter premonitorio, y no faltan ocasiones en que la advertencia
haya sido tenida en consideración, llegando el soñador a escapar de la muerte o
de un accidente. En muchos casos el aviso es dejado de lado, o su verdadera
significación pasa desapercibida cumpliéndose la profecía. En otros existe el
intento de tomar previsión a causa de la sugestión; pero no teniendo aquel que
sueña el necesario dominio sobre las circunstancias, éstas al final los conducen,
a su pesar, a la situación pronosticada. Son tan comunes las historias a este
respecto de los sueños proféticos, que el lector fácilmente las encontrará en casi
todos los libros que versan sobre esta materia. Citaré un ejemplo reciente de
W.T. Stead, en "Rel ghost stories".
El héroe fue un herrero que trabajando en
una fábrica se dejó atropellar por una rueda hidráulica. Sabía él que la rueda
necesitaba ser arreglada, y una noche soñó que al terminar las actividades del
día siguiente, el gerente le detuvo para hacer el arreglo; que su pié se escurrió y
quedó enganchado en el engranaje, siendo gravemente herido y más tarde
amputado. Por la mañana contó el sueño a su mujer y convino que estaría
ausente cuando le buscaran para arreglar la rueda. Durante el día anunció el
gerente que la rueda entraría en reparación justo en el momento de la salida de los obreros, por la tarde; pero el herrero resolvió irse antes de la hora. Fue hacia
un bosque situado en la vecindad y allí intentó esconderse. Al llegar cerca de un
local donde había cierta cantidad de madera perteneciente a la fábrica,
sorprendió a un sujeto que robaba algunas piezas de la pila.
Partió en su
búsqueda con la intención de cogerlo, pero quedó de tal manera excitado que
llegó a olvidarse enteramente de la resolución anterior; y sin que se diera cuenta
de esto, regresó a la fábrica justamente a la hora en que los trabajadores se
retiraban. No podía olvidarse de la recomendación recibida, y siendo el herrero
con más categoría de la fábrica, le correspondía el trabajo en la rueda; pero
decidió que lo haría con especial cuidado. A pesar de todas las precauciones, su
pié resbaló y fue enganchado por el engranaje, tal como en su sueño, con tan
poca suerte que quedó destrozado, obligándole a ser conducido a la enfermería
de Bradford, donde la pierna fue amputada por encima de la rodilla.
De este
modo se cumplió íntegramente el sueño profético.
EL SUEÑO SIMBÓLICO
También este es trabajo del ego, y en verdad que puede ser definido como una
variante de menor efecto de la categoría precedente, porque a final de cuentas,
corresponde a un intento del ego imperfectamente traducido, en el sentido de
transportar una información hasta el futuro. Noel Paton da un ejemplo de esta
especie de sueño en una carta escrita a la señora Crowe, y por ella transcrita en
el libro "The Night side of nature", veamos: "este sueño de mi madre ocurrió así:
se encontraba ella en una galería larga, sombría y oscura; a un lado estaba mi
padre, y al otro mi hermana mayor, y a continuación yo mismo y el resto de la
familia por orden de edad... Todos permanecíamos inmóviles y en silencio. Fue
entonces cuando él entró, aquel algo increíble que, proyectando por delante su
siniestra sombra, envolvió todas las trivialidades del sueño precedente en una
sofocante atmósfera de pavor. Entró furtivamente, descendió los tres escalones
que iban de la entrada a la cámara de horror; y mi madre sintió que era la
muerte. Cargada sobre el hombro una pesada hacha para destruir a sus
hijos de un solo golpe, así lo imaginó ella. Al entrar el bulto, mi hermana Alexes
se salió de la fila, interponiéndose entre él y mi madre. Ahí el bulto irguió el
hacha y lanzó un golpe sobre mi hermana Catalina, golpe que mi madre
horrorizada no pudo interceptar, aunque agarrase un taburete de tres pies con
esta intención. Vio que no podía tirar el taburete sobre el fantasma sin golpear a
Alexes, que se precipitaba entre ambos.
El hacha golpeó su objetivo, y Catalina
cayó. Nuevamente, el implacable bulto blandió el hacha sobre la cabeza de mi
hermano que era el siguiente en la fila; pero en ese interín, Alexes se escondió
en un lugar detrás del fantasma, y mi madre, soltando un grito de pavor, le tiró en la cabeza el taburete. Entonces él se desvaneció y ella despertó. Tres meses
después mis hermanos y yo fuimos todos acometidos por la fiebre amarilla. Mi
hermana Catalina falleció casi inmediatamente, sacrificada, conforme mi madre
supuso, por su extrema aprensión, mientras Alexes parecía estar en peligro
inminente; el sueno-profecía en parte parecía cumplido.
Yo también estuve a las
puertas de la muerte, desahuciado por los médicos. Mi madre, sin embargo, no
perdió la esperanza y confiaba en mi recuperación. Pero en cuanto a mi
hermano, considerado en estado desesperado, y sobre cuya cabeza ella, en el
sueño, viera que pendía un hacha, sus recelos eran demasiado grandes; porque
ella no recordaba si se había o no consumado el golpe en la ocasión en que el
espectro desapareció.
Mi hermano se restableció, pero tuvo una recaída de la
que apenas escapó con vida.
Lo mismo no sucedió con Alexes; durante un año y
diez meses, la pobre niña padeció y yo le sujetaba su pequeña mano cuando
murió. He así como se realizó el sueño". Es curioso observar la exactitud con
que se verifican los pormenores del simbolismo, incluso en lo referente al
supuesto sacrificio de Catalina para la salvación de Alexes, y la diferencia en el
modo en que ambas murieron.
EL SUEÑO NÍTIDO Y COHERENTE
El sueño puede a veces significar una reminiscencia más o menos exacta de una
verídica experiencia astral por la que haya pasado el ego cuando se encontraba
fuera del cuerpo físico dormido. O tal vez más frecuentemente, la dramatización
por el ego de la impresión producida por un insignificante sonido o contacto
físico, o aún alguna idea pasajera que se le hubiese ocurrido. Ejemplos de esto
último ya los mencionaremos; y de lo otro también existen muchos; entre ellos
podemos incluir el caso relatado en el libro "Dreams and ghosts", de Andrew
Lang, y que le ocurrió al conocido médico francés Dr. Brirre de Boismont. Este lo
describe por cuenta propia: "Miss C., una dama de excelente buen sentido, vivía
antes de casarse, en compañía de su tío D., famoso médico miembro del
Instituto. En una época su madre enfermó seriamente en el campo.
Una noche,
la moza soñó que la veía pálida y moribunda, habiéndose agravado su estado de
salud por motivo de la ausencia de sus dos hijos, uno que era vicario en España,
y otra la propia moza que vivía en París. Oyó, entonces, que se pronunciaba su
nombre en cristiano: Carlota vio en el sueño a las personas que rodeaban a su
madre trayéndole su pequeña sobrina y aijada Carlota, que se encontraba en el
cuarto contiguo. La enferma dio a entender por medio de un gesto que no estaba
llamando a esta Carlota, sino a su hija de París. Al día siguiente la melancolía de
Miss C. despertó la atención de su tío. Ella le contó el sueño, y él le reveló que
su madre estaba muerta.
Algunos meses después, en ausencia de su tío, fue ella a arreglar los papeles en los cuales no gustaba que nadie tocase, y en medio de
ellos se encontró con una carta en la que se revelaba la muerte de su madre,
con todas las particularidades vistas en el sueño. Mr D. las ocultó para evitar que
llegaran a causarle demasiado sufrimiento".
A veces el sueño clarividente se
refiere a un asunto mucho menos importante que la muerte, como en el siguiente
caso contado por el doctor F.G. Lee, en "Glimpses in the twilight". Una señora
soñó que veía a su hijo en una extraña embarcación parada cerca de una escalera
que llevaba a un piso superior. Le pareció pálido y en extremo cansado; y le
decía a ella en tono afligido: "madre, no tengo donde dormir”. Pasado algún
tiempo llegó una carta del hijo que adjuntaba un croquis de la curiosa
embarcación, indicando el lugar de la escalera hacia el piso superior. Explicaba
también que un día sobrevino una tempestad, hecho que ocurría en el día del
sueño, que casi hizo zozobrar la embarcación, y cubrió literalmente de agua su
cama. Terminaba la descripción con las siguientes palabras: "me quedé sin lugar
donde dormir". Está claro que en ambos casos, los sonadores, movidos por
pensamientos de amor y ansiedad, habían efectivamente viajado con el cuerpo
astral durante el sueño, hasta donde se encontraban los entes cuya suerte les
interesaba, y simplemente testimoniaban los acontecimientos en que los mismos
participaron.
EL SUEÑO CONFUSO
Este sueño, que es el más común de todos, puede tener varias causas, como ya
tuvimos ocasión de decir. Puede ser apenas la impresión más o menos fiel de
una serie de cuadros sin conexión entre sí y de transformaciones imposibles
producidas por la acción automática y sin lógica del cerebro físico inferior. Puede
ser reproducción de corrientes de pensamientos ocasionales que hayan cruzado
la parte etérica del cerebro; si en ellos toman parte imágenes sensoriales de
cualquier especie, esto se debe al siempre agitado mar de los deseos terrenales,
probablemente estimulados por influencias impías del mundo astral. Puede ser
debido a un intento imperfecto de dramatización por parte de un ego
desarrollado; o una combinación inexplicable de varios o todos estos factores. El
modo por el cual se procesa semejante combinación tal vez se vuelva más claro
con la descripción sucinta de algunas de las experiencias sobre el estado del
sueño llevadas a cabo recientemente con la cooperación de investigadores
clarividentes, miembros de la logia de Londres de la Sociedad Teosófica.
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