viernes, 22 de febrero de 2019

LOS SUEÑOS - Los sueños la visión verdadera



La verdadera visión no puede ser propiamente clasificada como sueño; es un caso en que el ego ve cómo ocurre algún hecho en un plano superior de la naturaleza, directamente, o por inspiración de una entidad más evolucionada. Sea como fuese, tiene el ego conocimiento o percepción de las cosas que le interesan, o contempla alguna visión gloriosa y elevada que le estimula y fortalece. Feliz el hombre a quien semejante visión le llega con la nitidez suficiente para abrir su camino a través de todos los obstáculos, y fijarla con firmeza en su memoria de vigilia. 

EL SUEÑO PROFÉTICO 

Este sueño debe ser también atribuido exclusivamente a la acción del ego que lo prevé por sí mismo o se inspira en algún acontecimiento futuro para el cual desea preparar su conciencia de vigilia. 
Es posible cierto grado de certeza y veracidad en esta premonición, conforme a la capacidad del ego para captar los hechos y teniéndolos captados, imprimirlos en el cerebro de vigilia. 
A veces el evento es de aquellos que se revisten de aspecto grave, como la muerte o un desastre, siendo por esto obvio motivo del ego para intentar grabarlo. En otras ocasiones sin embargo, el hecho previsto no parece tener aparentemente importancia, y nos es difícil comprender porqué el ego se preocuparía por él mismo. Sin duda es siempre posible que en tal hipótesis el hecho recordado signifique apenas el pormenor mínimo de alguna visión mucho más extensa, no habiendo llegado lo restante al cerebro físico. 

Está claro que muchas veces el vaticinio tiene carácter premonitorio, y no faltan ocasiones en que la advertencia haya sido tenida en consideración, llegando el soñador a escapar de la muerte o de un accidente. En muchos casos el aviso es dejado de lado, o su verdadera significación pasa desapercibida cumpliéndose la profecía. En otros existe el intento de tomar previsión a causa de la sugestión; pero no teniendo aquel que sueña el necesario dominio sobre las circunstancias, éstas al final los conducen, a su pesar, a la situación pronosticada. Son tan comunes las historias a este respecto de los sueños proféticos, que el lector fácilmente las encontrará en casi todos los libros que versan sobre esta materia. Citaré un ejemplo reciente de W.T. Stead, en "Rel ghost stories". 

El héroe fue un herrero que trabajando en una fábrica se dejó atropellar por una rueda hidráulica. Sabía él que la rueda necesitaba ser arreglada, y una noche soñó que al terminar las actividades del día siguiente, el gerente le detuvo para hacer el arreglo; que su pié se escurrió y quedó enganchado en el engranaje, siendo gravemente herido y más tarde amputado. Por la mañana contó el sueño a su mujer y convino que estaría ausente cuando le buscaran para arreglar la rueda. Durante el día anunció el gerente que la rueda entraría en reparación justo en el momento de la salida de los obreros, por la tarde; pero el herrero resolvió irse antes de la hora. Fue hacia un bosque situado en la vecindad y allí intentó esconderse. Al llegar cerca de un local donde había cierta cantidad de madera perteneciente a la fábrica, sorprendió a un sujeto que robaba algunas piezas de la pila. 

Partió en su búsqueda con la intención de cogerlo, pero quedó de tal manera excitado que llegó a olvidarse enteramente de la resolución anterior; y sin que se diera cuenta de esto, regresó a la fábrica justamente a la hora en que los trabajadores se retiraban. No podía olvidarse de la recomendación recibida, y siendo el herrero con más categoría de la fábrica, le correspondía el trabajo en la rueda; pero decidió que lo haría con especial cuidado. A pesar de todas las precauciones, su pié resbaló y fue enganchado por el engranaje, tal como en su sueño, con tan poca suerte que quedó destrozado, obligándole a ser conducido a la enfermería de Bradford, donde la pierna fue amputada por encima de la rodilla. 
De este modo se cumplió íntegramente el sueño profético. 

EL SUEÑO SIMBÓLICO 

También este es trabajo del ego, y en verdad que puede ser definido como una variante de menor efecto de la categoría precedente, porque a final de cuentas, corresponde a un intento del ego imperfectamente traducido, en el sentido de transportar una información hasta el futuro. Noel Paton da un ejemplo de esta especie de sueño en una carta escrita a la señora Crowe, y por ella transcrita en el libro "The Night side of nature", veamos: "este sueño de mi madre ocurrió así: se encontraba ella en una galería larga, sombría y oscura; a un lado estaba mi padre, y al otro mi hermana mayor, y a continuación yo mismo y el resto de la familia por orden de edad... Todos permanecíamos inmóviles y en silencio. Fue entonces cuando él entró, aquel algo increíble que, proyectando por delante su siniestra sombra, envolvió todas las trivialidades del sueño precedente en una sofocante atmósfera de pavor. Entró furtivamente, descendió los tres escalones que iban de la entrada a la cámara de horror; y mi madre sintió que era la muerte. Cargada sobre el hombro una pesada hacha para destruir a sus hijos de un solo golpe, así lo imaginó ella. Al entrar el bulto, mi hermana Alexes se salió de la fila, interponiéndose entre él y mi madre. Ahí el bulto irguió el hacha y lanzó un golpe sobre mi hermana Catalina, golpe que mi madre horrorizada no pudo interceptar, aunque agarrase un taburete de tres pies con esta intención. Vio que no podía tirar el taburete sobre el fantasma sin golpear a Alexes, que se precipitaba entre ambos. 

El hacha golpeó su objetivo, y Catalina cayó. Nuevamente, el implacable bulto blandió el hacha sobre la cabeza de mi hermano que era el siguiente en la fila; pero en ese interín, Alexes se escondió en un lugar detrás del fantasma, y mi madre, soltando un grito de pavor, le tiró en la cabeza el taburete. Entonces él se desvaneció y ella despertó. Tres meses después mis hermanos y yo fuimos todos acometidos por la fiebre amarilla. Mi hermana Catalina falleció casi inmediatamente, sacrificada, conforme mi madre supuso, por su extrema aprensión, mientras Alexes parecía estar en peligro inminente; el sueno-profecía en parte parecía cumplido. 

Yo también estuve a las puertas de la muerte, desahuciado por los médicos. Mi madre, sin embargo, no perdió la esperanza y confiaba en mi recuperación. Pero en cuanto a mi hermano, considerado en estado desesperado, y sobre cuya cabeza ella, en el sueño, viera que pendía un hacha, sus recelos eran demasiado grandes; porque ella no recordaba si se había o no consumado el golpe en la ocasión en que el espectro desapareció. 
Mi hermano se restableció, pero tuvo una recaída de la que apenas escapó con vida. 
Lo mismo no sucedió con Alexes; durante un año y diez meses, la pobre niña padeció y yo le sujetaba su pequeña mano cuando murió. He así como se realizó el sueño". Es curioso observar la exactitud con que se verifican los pormenores del simbolismo, incluso en lo referente al supuesto sacrificio de Catalina para la salvación de Alexes, y la diferencia en el modo en que ambas murieron. 

EL SUEÑO NÍTIDO Y COHERENTE 

El sueño puede a veces significar una reminiscencia más o menos exacta de una verídica experiencia astral por la que haya pasado el ego cuando se encontraba fuera del cuerpo físico dormido. O tal vez más frecuentemente, la dramatización por el ego de la impresión producida por un insignificante sonido o contacto físico, o aún alguna idea pasajera que se le hubiese ocurrido. Ejemplos de esto último ya los mencionaremos; y de lo otro también existen muchos; entre ellos podemos incluir el caso relatado en el libro "Dreams and ghosts", de Andrew Lang, y que le ocurrió al conocido médico francés Dr. Brirre de Boismont. Este lo describe por cuenta propia: "Miss C., una dama de excelente buen sentido, vivía antes de casarse, en compañía de su tío D., famoso médico miembro del Instituto. En una época su madre enfermó seriamente en el campo. 

Una noche, la moza soñó que la veía pálida y moribunda, habiéndose agravado su estado de salud por motivo de la ausencia de sus dos hijos, uno que era vicario en España, y otra la propia moza que vivía en París. Oyó, entonces, que se pronunciaba su nombre en cristiano: Carlota vio en el sueño a las personas que rodeaban a su madre trayéndole su pequeña sobrina y aijada Carlota, que se encontraba en el cuarto contiguo. La enferma dio a entender por medio de un gesto que no estaba llamando a esta Carlota, sino a su hija de París. Al día siguiente la melancolía de Miss C. despertó la atención de su tío. Ella le contó el sueño, y él le reveló que su madre estaba muerta. 

Algunos meses después, en ausencia de su tío, fue ella a arreglar los papeles en los cuales no gustaba que nadie tocase, y en medio de ellos se encontró con una carta en la que se revelaba la muerte de su madre, con todas las particularidades vistas en el sueño. Mr D. las ocultó para evitar que llegaran a causarle demasiado sufrimiento". 

A veces el sueño clarividente se refiere a un asunto mucho menos importante que la muerte, como en el siguiente caso contado por el doctor F.G. Lee, en "Glimpses in the twilight". Una señora soñó que veía a su hijo en una extraña embarcación parada cerca de una escalera que llevaba a un piso superior. Le pareció pálido y en extremo cansado; y le decía a ella en tono afligido: "madre, no tengo donde dormir”. Pasado algún tiempo llegó una carta del hijo que adjuntaba un croquis de la curiosa embarcación, indicando el lugar de la escalera hacia el piso superior. Explicaba también que un día sobrevino una tempestad, hecho que ocurría en el día del sueño, que casi hizo zozobrar la embarcación, y cubrió literalmente de agua su cama. Terminaba la descripción con las siguientes palabras: "me quedé sin lugar donde dormir". Está claro que en ambos casos, los sonadores, movidos por pensamientos de amor y ansiedad, habían efectivamente viajado con el cuerpo astral durante el sueño, hasta donde se encontraban los entes cuya suerte les interesaba, y simplemente testimoniaban los acontecimientos en que los mismos participaron. 

EL SUEÑO CONFUSO 

Este sueño, que es el más común de todos, puede tener varias causas, como ya tuvimos ocasión de decir. Puede ser apenas la impresión más o menos fiel de una serie de cuadros sin conexión entre sí y de transformaciones imposibles producidas por la acción automática y sin lógica del cerebro físico inferior. Puede ser reproducción de corrientes de pensamientos ocasionales que hayan cruzado la parte etérica del cerebro; si en ellos toman parte imágenes sensoriales de cualquier especie, esto se debe al siempre agitado mar de los deseos terrenales, probablemente estimulados por influencias impías del mundo astral. Puede ser debido a un intento imperfecto de dramatización por parte de un ego desarrollado; o una combinación inexplicable de varios o todos estos factores. El modo por el cual se procesa semejante combinación tal vez se vuelva más claro con la descripción sucinta de algunas de las experiencias sobre el estado del sueño llevadas a cabo recientemente con la cooperación de investigadores clarividentes, miembros de la logia de Londres de la Sociedad Teosófica.

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