viernes, 19 de octubre de 2018

Consideraciones Sobre La Magia


Hoy el tema de la ciencia oculta es muy comentado y parece estar en continuo ascenso. Por lo tanto deberemos aceptar lo inevitable. Toda cosa tiene su momento y todo opera siguiendo sucesiones cíclicas alternadas y siempre distintas. Hasta nuestros pensamientos se conforman a esta ley universal. La vida, las enseñanzas y el hado de Pitágoras, están envueltos en el misterio, sin embargo la suerte de las escuelas que estableció y los seguidores que le sucedieron, son hechos históricos, como por ejemplo la matanza de los Magos, uno de los actos más abominables efectuado en el nombre de la magia y sin duda por individuos que se consideran erróneamente magos.
Este breve artículo no se propone definir la magia o explicar la Ciencia oculta como tal, sino que sugiere algunas consideraciones que, actualmente, son de vital importancia para los que consideran a la magia simplemente como una base imaginativa y por los que, convencidos de su existencia como ciencia, la examinan ahora o la examinarán en el futuro. En las publicaciones y conversaciones corrientes, con frecuencia se emplean las expresiones "magia negra" y "magia blanca" y a los que siguen estos estudios se les llama secuaces del "sendero izquierdo" o del "sendero derecho." Se debe comprender que hasta cierto punto todos los estudiantes de magia y ocultismo prosiguen juntos en el camino. A poco a poco se alcanza un lugar donde los dos senderos se encuentran o donde el camino común se separa y la tremenda voz del silencio, oída sólo en los lugares más recónditos del alma individual, expresa el severo mandamiento: "Escoge tú en este día a quién servirás." En lugar de magia blanca y negra se podría decir motivo blanco y negro.
El estudiante de ocultismo está acelerando su destino, que hasta cierto punto está en sus manos, ya que él está constantemente plasmando su curso liberando su alma de los vínculos de los sentidos y del ser o se enredará siempre más en la tela que lo envolverá como un vestido sin costura.
Si al principio de la raza el estudiante encuentra difícil liberarse de sus cadenas, tenga presente que a cada paso se convierten en algo siempre más y más tiránico y muy a menudo, antes de alcanzar la meta, donde los caminos se dividen, la batalla está perdida o ganada, por lo tanto la decisión tomada allí es sólo formal. Tal decisión una vez tomada es irrevocable o casi, así que no se admite ninguna excepción. El ser humano vive contemporáneamente en dos mundos: el natural y el espiritual y como en el primero afecta a sus asociados, que en su turno lo influencian a él, no se imagine entonces que está solo en el plano espiritual. Este seria un error fatal para el individuo que se dedica superficialmente a la magia o para el estudiante de ocultismo. En el vasto universo el bien buscará al bien y el mal al mal, cada uno será inconscientemente atraído hacia su propio semejante.
Sin embargo, cuando el ser humano encara su destino totalmente consciente de los problemas involucrados, como debe hacer antes de que alcance la decisión final, se dará cuenta de estas influencias y reconocerá a sus compañeros. ¡Ay! No más compañeros, sino Maestros inhumanos y crueles y la misma ley de atracción que lo ha conducido por el sendero tortuoso, descubre su rostro, por lo tanto el esclavo, por afinidad con el mal, se encuentra en la presencia de su maestro y de los espíritus malévolos que siempre lo incitaron a reírse de las penas de sus compañeros hombres, pisoteando cada impulso gentil y tierna simpatía, harán resonar en el infierno indescriptible de su alma sus risas, mientras el orgullo egoísta y la ambición del pobre tonto engañado, habrán sofocado, y al final destruido, su humanidad.
El que no comprende la razón por la cual los depositarios de la sabiduría arcana titubean divulgarla al mundo, está sin embargo ciego. Pero cuando por medio de los varios ciclos llega el momento adecuado, presentan la única doctrina capaz de salvar y beatificar: LA HERMANDAD UNIVERSAL, con todo lo que tal término implica.
En esta nueva época pueden existir seres que ya se han encaminado por el sendero izquierdo. Pero hoy como en el pasado, resuena la máxima: "por sus obras los reconoceréis". Trabajar con ellos es vano. Los signos mediante los cuales podemos identificarlos son el orgullo y el anhelo hacia los poderes. Pueden no quitarse la mascara de pronto, pero nunca engañarán al verdadero teósofo. Sin embargo, pueden engañar al ignorante, al curioso y al incauto arruinándolos, es por ellos que escribimos estas líneas. La peor de las cosas que puede acontecer es que induzcan a estas pobres almas engañadas a creer que tal peligro no existe y los llamados científicos corroboran esta creencia ya que ridiculizan todo, salvo el puro materialismo y además se les considera como autoridades. No obstante todo, estas simples almas se agitan como polillas alrededor de la llama, hasta que son arrastradas en el vórtice. Es mucho mejor que la persona orgullosa, egoísta y oportunista coma, beba, sea feliz y deje el ocultismo en paz, ya que estas tendencias si no se erradican rápidamente, darán frutos que se convertirán en cosechas cuyo resultado será la muerte que literalmente hablando es la "segunda muerte."
La teosofía se propone de eliminar estas tendencias malévolas del ser humano permitiendo el ascenso del Cristo y la atracción de todos los hombres hacia él, ya sea en los planos corrientes del diario vivir o de las esferas ocultas superiores.
La inhumanidad del hombre hacia el hombre
Hace lamentarse a innumerables personas.
Los Cristos de cada época han predicado la doctrina de la Caridad y de la Hermandad del Hombre. No reconocer la caridad implica negar al Cristo. La Sociedad Teosófica no es la responsable del descubrimiento de la oculta naturaleza humana a la presente generación, pues el espiritismo moderno lo había ya hecho. Tampoco podemos atribuir tal responsabilidad a los espiritistas, ya que estas fuerzas invisibles se han manifestado al momento adecuado y millones de personas se han convencido de la realidad del universo invisible, aunque algunas contra su voluntad. Estas cosas están aquí, por lo tanto es inútil incriminarlas o recriminarlas. Es por eso que el individuo es totalmente responsable del uso que quiere hacer de sus oportunidades, propósitos y metas, por lo tanto, mientras adelanta en su curso, envuelto en el círculo de la necesidad, influirá, que lo desee o no, sobre todos los que contactará. Cosechamos lo que sembramos. Paso a paso el ciclo se cerrará y ambos el mal y el bien volverán como pan echado al agua. Esta es una ley de la vida.
No imaginéis que los que entran en el sendero izquierdo sean almas débiles y vacilantes, Lucifer, en un tiempo, fue el príncipe de la luz, admitido en los concilios del Supremo. El cayó a causa de su orgullo, arrastrando en su caída a todos los adoradores del orgullo maligno. Esta no es una simple fábula, sino que una terrible tragedia acontecida a las puertas del paraíso en frente al universo en su totalidad y en seguida se repitió en el corazón humano, la epitome del todo. Sólo la Infinita piedad puede comprender tal caída y sólo el Eterno amor pondrá fin a tan insoportable sufrimiento, todo esto sucederá sólo al término del ciclo, cuando la iniquidad será equilibrada por su respectivo dolor. El ocultismo y la magia no son juego de niños, como muchos aprenderán sufriendo y numerosos visitantes de los círculos negros aprendieron en el pasado. Es mejor que nuestros niños jueguen con dinamita que la persona sin principios, incauta, egoísta e ignorante, juegue con la magia. Que todos los que se han unido a la Sociedad Teosófica tengan presente esto y busquen en sus corazones antes de dar el primer paso en cualquier fórmula mágica. El motivo lo determina todo. El poder oculto lleva consigo una responsabilidad desconocida e ilimitada.
Si en los secretos concilios del alma donde ningún ojo puede penetrar y ningún pensamiento engañar a la chispa divina, estamos preparados a olvidar el ser, abandonar el orgullo y trabajar para el bienestar del ser humano, que el ser recto encare su destino, siga esta guía y no tema ningún mal. En caso contrario, sería mejor que se colgara una piedra al cuello y se lanzara en las profundidades marinas.
William Judge
Firmado como “Pythagoras “, aparecido en The Path, Marzo 1887

No hay comentarios.:

Publicar un comentario