Algunas claves de interpretación (1)
Por GEOFFREY HODSON
ANTES de entrar en el tema deseo aclarar que aunque creo
en la existencia de un profundo significado espiritual en nuestras Escrituras,
no estoy de ningún modo conteste con su historia. Creo que están basadas en
hechos históricos, pero creo también que hay que descubrir una gran sabiduría
espiritual y luz en los impresos de las Escrituras sobre acontecimientos
históricos. ¿Cómo vinieron a la existencia esas combinaciones de historia,
parábolas y sabiduría en que consisten las Escrituras mundiales? Es bien sabido
que los instructores de los tiempos antiguos escondían deliberadamente dentro
de la alegoría y los símbolos una profunda y oculta sabiduría para
salvaguardarla y revelarla cuando llegara el momento apropiado.
Siendo los antiguos instructores iluminados veían las
verdades eternas reflejadas en los acontecimientos del tiempo. Para ellos cada
suceso material estaba iluminado por un significado espiritual. Conocían el
mundo material por lo que es la sombra de una gran realidad. Sus grabaciones,
las Escrituras del mundo, revelaban mucho más que los hechos del tiempo;
reflejaban la verdad eterna, la última realidad. Algunas veces lo real era para
ellos más visible que la sombra, por lo que la historia ocupaba un lugar secundario.
Otras veces predominaban las impresiones de acontecimientos físicos. Este hecho
es la clave del estudio místico de la Biblia, la guía para descubrir los
inagotables tesoros de sabiduría y verdad ocultos dentro del cascarón de las
Escrituras exotéricas.
Empleando los hechos (históricos así como las parábolas,
los instructores espirituales de tiempos lejanos, dieron prueba de sobrepasar
las limitaciones del tiempo. Registraron la historia de manera que revelara a
los lectores de su tiempo y del venidero las profundas verdades de la vida.
(1)
La 79º Convención Internacional; Conferencia Pública
Hasta después de miles de años de su muerte, dichos
instructores pueden dar a los individuos que lo necesiten la solución de sus
problemas personales. Por otra parte, parecería que los instructores de la
antigüedad ocultaron deliberadamente de los profanos, las verdades que deseaban
impartir a quienes podían ser dadas con confianza. Su método era el de idear
alegorías o registrar, hechos históricos en una forma desacostumbrada.
Los que querían descubrir las verdades así veladas
debían, primero, leer la historia muy detenidamente, prestando especial
atención a los detalles. Luego, permanecer con el pensamiento concentrado sobre
sus varias partes, buscando la realidad detrás de la sombra, la verdad eterna
en la historia del tiempo.
Algunos símbolos de tiempos pasados sirven como postes de
señales en el camino, cada uno de ellos con su constante significado a través
del tiempo. Los hierofantes de Egipto, Asiría, India y Grecia, los sabios del
mundo oriental y los inspirados autores de la Biblia, hicieron uso de esos
símbolos. Percibieron y las utilizaron como vivientes ideografías libres, del
momento que podían hacer uso los hombres de todas edades como una lengua común.
Las naciones, civilizaciones y religiones surgen y caen, pero esos símbolos
terrenales de verdades espirituales son eternas e inmutables. Por medio de su
empleo, un hierofante egipcio, un profeta judío, un monje esenio, un sabio oriental,
puede hablar directamente del remoto pasado a la mente del hombre moderno.
La lista comienza con substancias y cosas sólidas, la
tierra y toda lo que ella contiene. Ellas se refieren por lo general al cuerpo
físico y a los estados de conciencia despierta. Los Habidos tales como el agua,
vino y aceie, sangre, saliva y lágrimas se refieren sea a los aspfectos de la
naturaleza y experiencia emocionales del hombre o a la sabiduría espiritual y
la intuición. El viento se refiere también a la naturaleza emocional. Los
habitantes del agua se refieren a la inagotable vida divina y sabiduría divina,
el Principio del Cristo en el hombre. Los barcos y botes son símbolos del
cuerpo, el vehículo que conduce el Yo Interno sobre las aguas de la vida. El
fuego es el símbolo de la mente, ardiente en su naturaleza. Las siempre
cambiantes formas de las llamas son típicas de la inquietud de una mentalidad
incontrolada. Todas las cosas aladas simbolizan el Yo divino del universo y del
hombre. La cabeza significa el intelecto, las alas el poder y la sabiduría, el
cuerpo y la cola representan la individualidad, el intelecto y la capacidad
directiva. Todas las personas en alegoría inspirada representan cualidades
características de cada individuo, aspectos de naturaleza humana, poderes del
cuerpo y de la mente.
Tales son algunos de los guardianes de la clave que cada
estudiante debe asentar para descubrir por si mismo la sabiduría oculta por
alegorías, mitos y símbolos. Nuestro Señor mismo empleaba ese método hablando
al pueblo en parábolas pero más directamente a sus discípulos, diciendo:
"A vosotros es dado conocer los misterios del reino de Dios pero a los que
están fuera, todas esas cosas les serán dadas en parábolas".
Un "nuevo" y fructífero método de estudiar las
Escrituras del mundo se revela así. Consiste en el uso de ciertas claves con
las cuales interpretar las Escrituras descubrir, en el caso de un hecho del
momento, una verdad eterna.
¿Cuál es la naturaleza de esa luz oculta que los antiguos
autores, los sabios, profetas y apóstoles de tiempos pasados, ocultan aunque la
revelan en sus escritos alegóricos?
Es la sabiduría acumulada de las edades, la ciencia única
eterna del alma y de las cosas. Esta ciencia siempre ha existido, siempre fue
conocida por los seres iluminados del mundo y enseñada siempre a los que buscan
el camino de la Luz. Esa Sabiduría Antigua incluye todos los conocimientos;
trata de Dios, del universo, del hombre, y de la relación entre los tres.
Los inspirados autores de alegorías de las Escrituras y
de los míticos clásicos manejaron para la posteridad su heredado conocimiento a
lo largo, por lo menos, de tres líneas principales. Estas son, primero, los
principios y métodos del proceso divino creativo y evolucionarlo — el orden
numérico sobre el cuál toda la creación y el subsecuente desarrollo está
fundado. Platón reveló el verdadero sentido de esa enseñanza en su inmortal
frase, "Dios geometriza". El primer capítulo del Libro del Génesis es
una alegórica pero muy exacta exposición dé los principios que gobiernan todos
los procesos creativos. Las palabras luz, sombra, día, noche, la palabra Dios,
tierra y agua — y los números siete y cuatro — tienen todas un profundo
significado simbólico.
Segundo, los inspirados autores enseñaron la naturaleza,
el génesis, la involución y evolución hasta la perfección del Yo espiritual del
hombre, tanto como raza que como individuo.
Una de las más significativas afirmaciones sobre este
tema la tenemos en el versículo 26 del primer capítulo del Libro del Génesis,
que dice: "Y dijo Dios; Hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a
nuestra semejanza"; y en el versículo 27 dice: "Y creó Dios al hombre
a su propia imagen, y a imagen de Dios lo creó". Estas palabras contienen
todo el secreto de la naturaleza espiritual, evolución y destino del hombre.
Tercero, ellos — los antiguos instructores — enseñaron de
la vida Interna, el paso y el sendero estrecho, hollando el cual un individuo
obediente de la ley natural puede alcanzar rápidamente la plenitud de la vida.
Esta plenitud, ha sido diversamente descripta como salvación, liberación,
perfección, adeptado, estado de Cristo.
Como un ejemplo de este método de escribir para describir
esa plenitud, en la alegoría cristiana la entrada dé este atajo hacia la cumbre
del monte evolucionario se describe desde el punto de vista de la experiencia
del alma. Desde que un modo y motivo de vida completamente nuevo, y un nuevo
orden de conciencia, señala el primer escalón de la vida espiritual, se le dice
al aspirante que tiene que volverse como un niño pequeño, y con frecuencia se
utiliza el nacimiento como un símbolo del primer paso.
San Pablo, un avanzado en este Sendero, se refiere
misteriosamente a este estado, como el nacimiento del Niño Jesús en el corazón
humano. Con esto demuestra claramente que no se refiere a una historia, sino a
un hecho místico. “El Cristo” en vosotros, la esperanza de gloria", dijo
también a su pueblo. En estas fecundas frases dio la clave para la
interpretación de las historias del Evangelio sobre la vida de Jesús, algunas
de las cuales estoy tratando en este estudio. Cada incidente, como espero haber
demostrado, se refiere a una experiencia del alma humana cuando marcha por lo que
Isaías llama "El Camino de Santidad".
El Libro de Isaías
es rico en descripción e instrucción concerniente a este despertamiento
espiritual o nuevo nacimiento del alma. Sus palabras (Isaías 9,6). "Porque
un niño no es nacido, hijo nos es dado", por lo general las consideramos
como una profecía de un hecho futuro externo, el venidero nacimiento del
Salvador de los hombres. Y sin embargo Isaías usa el tiempo gramaticial
presente "Porque un niño nos es nacido". Evidentemente, se refiere a
una experiencia presente, al nacimiento en un nuevo y espiritual modo de vivir,
y esto resulta claro por sus maravillosas palabras por lo que tanto le debemos
a él y a sus traductores (Isaías 35. 8-9): "Y habrá allí calzada y camino,
y será llamado Camino de Santidad; no pasará por él mundo... pero pasarán los
redimidos por sobre él". -
En caminos como este avanzaron los" antiguos sabios
y profetas por el Camino de Santidad, confundido con casi una milagrosa
habilidad su conocimiento de esos tres aspectos de la Sabiduría Antigua, y la
revelaron por medio de su especial método de registrar la historia de su tiempo.
En este punto puede preguntarse: si este conocimiento es
tan valioso para el hombre, ¿por qué ocultarlo? La respuesta es que el
conocimiento es poder, y el poder en manos de aquellos que no están debidamente
preparados para usarlo es una fuente de grave peligro.
Estamos presenciando en el mundo moderno, el serio mal
uso de poder temporal y de conocimiento científico, por una humanidad ética y
espiritualménte no preparada debidamente para emplearlo. El poder que es
potente para la construcción, también puede ser empleado para la destrucción.
Los ejemplos que tenemos por delante en la presente
crisis mundial, son principalmente de poder físico gravemente mal usado. En
verdad, tanto el poder mental como el
conocimiento oculto sonempleados. La fuerza hipnótica de una mente concentrada,
el conocimiento de la psicología humana y de la astrología —un arte oculto —
fueron usadas para la prosecución de obtener la dominación y esclavitud mundial
por Hitler, por ejemplo.
Mucho más profundo que el hipnotismo, la psicología y
hasta el conocimiento astrológico, es la sabiduría poseída por los instructores
del hombre, los Hombres Justos Hechos Perfectos, los Adeptos. Porque esta
sabiduría pertenece a los más elevados poderes espirituales de la naturaleza y
del hombre — poderes que pueden ser impuestos y usados con una potencia
tremenda sea para la construcción como para la destrucción.
El conocimiento pleno, sólo es dado después de severas
pruebas y diversos ensayos, y este es el significado interior de la tentación de
Jesús en el desierto.
Le fue demostrado, o más bien El ya había descubierto,
como demostró en Su Bautismo, y había comenzado a liberar los elevados poderes
de Su Naturaleza Divina. Por esa consecuencia el orgullo demoníaco, simbolizado
por Satanás, lo tentó para que usara los poderes para la obtención de ganancias
materiales personales. De igual forma cada aspirante al Camino de Santidad debe
ser tentado, y tiene que probarse a sí mismo ser capaz de hollar ese camino.
El poder espiritual puede remover y estimular lo bueno y
lo malo en el hombre. Los que poseen las claves del conocimiento tienen por lo
tanto una gran responsabilidad por su recto uso. Sólo en aquellos en que
prevalece lo espiritual sobre lo material, que son discípulos, de un gran
instructor o de un gran ideal, se puede confiar con seguridad el conocimiento y
el poder que dispensan su posesión.
Fue por esta razón que Nuestro Señor puso a prueba al
rico joven jurista que temporariamente fracasó, y que dijo a sus discípulos,
que también habían sido probados, observados y elegidos: "A vosotros os es
dado conocer el misterio del reino de Dios, pero a ellos que están fueras,
todas esas cosas serán "dadas en parábolas".
Sin embargo, el conocimiento es útil para todos los que
pueden descubrirlo por sí mismos, y con toda humildad tratamos de hacerlo,
meditando en las Escrituras, buscando su significado interno, su profundo
contenido espiritual.
Estamos embarcados en el estudio de los términos del
lenguaje metafórico o simbólico que subyacen en todas las Escrituras sagradas
del mundo. Este lenguaje es uno de los claros ejemplos de la intrusión de los
grandes Instructores del mundo en los asuntos del mismo. Un lenguaje universal
como este no pudo ser inventado por el hombre. Sólo pudo haber emanado de la inspirada
conciencia de los superhombres".
Las sagradas escrituras y mitos de las razas humanas son
el producto de las Escuelas de Misterios de la antigüedad. Fueron escritas por
los iniciados y hierofantes de dichas escuelas como un medio de preservar, ocultar
de los profanos, y revelar a los pocos, las enseñanzas de la Sabiduría Antigua
que les habían sido revelada a ellos por sus evolucionados Mayores.
Existe un cielo donde todos los símbolos, alegorías y
parábolas y sus completas interpretaciones están preservadas.
Cuando meditamos sobre ellas, penetramos en ese cielo.
Se ha dicho que hay siete interpretaciones de ese
lenguaje — cósmico, astronómico, astrológico, teogónico (el génesis de los
Dioses), racial, psicológico y oculto. Mis estudios me han conducido así a la
comprensión de solo cuatro claves, las cuales conciernen principalmente a
evolución psíquica y oculta del hombre individual:
(a) Todo es subjetivo. Cada hecho registrado es la
relación de una experiencia interior del alma humana.
(b) Todas las personas representan un estado y un período
de la conciencia humana.
(c) Cada historia es una descripción del alma;
(d) Todos los objetos y acontecimientos tienen su propio
significado especial.
Las cuatro serán consideradas ahora, por turno.
(a) Todo es
subjetivo. Cada hecho registrado es la relación de una experiencia interior del alma humana.
Cada historia de
las inspiradas alegorías es susceptible de interpretación como experiencia
interior de cada individuo. Un ejemplo de este uso del lenguaje sagrado es el
profundo concepto de San Pablo de que la natividad de Cristo registrada en los
Evangelios como un hecho externo podría ocurrir realmente dentro del corazón de
sus convertidos. Ha sido, tal vez, bien establecido en las palabras de Angela
Silesius: Aunque Cristo mil veces nazca en Belén. Y no dentro de
tí, tu alma estará huérfano. La Cruz del Golgóta contemplarás en vano. A menos
que dentro de tí se alce de nuevo.
(b) Todas las
personas representan un estado y un período de conciencia humana.
Todos
los actores son personificaciones de aspectos de naturaleza humana, de
atributos, principios y facultades del hombre. Así pues, la dramatis persona
del gran drama de la Vida de Cristo, incluyendo el Mismo Maestro, representan
poderes y atributos de todo ser humano. Ejemplos de ello son: La humildad,
devoción y amor de María, la Madre de Jesús, de quien nació el Cristo. María
representa el Yo Superior o Ego del hombre en el cuerpo causal.
La fragilidad humana, y sin embargo inherente a la
santidad, de una Magdalena, un Pedro o un Judas están también dentro del
hombre, así como también Martha, la activa y María las mucho más difíciles y
valiosos espiritualmente aspectos contemplativos de la naturaleza humana y la
presencia del Principio Crístico, dormido en su principio, pero al final
despertado y silencioso, todo se agita en la naturaleza inferior de un hombre
iluminado.
c) Cada historia
es una descripción del alma.
Las historias describen la experiencia evolucionaría
normal, con sus cambios psicológicos, y los del hombre espiritualmente
despierto hollando y marchando por la recta y angosta senda que conduce a la
plenamente desarrollada conciencia del Cristo.
d) Todos los objectos
y acontecimientos tienen su propio significado especial.
El sagrado lenguaje de los Iniciados de las Escuelas de
Misterios está compuesto de hierogramas de símbolos, frases y parábolas. El
significado de estos permanecen siempre constantes, como constante es también
la doctrina que revela el lenguaje.
El estudio de ese lenguaje y de las las sagradas
Escrituras del mundo, en todo lo que sea empleado, abre un mundo de maravilla,
de belleza, de sabiduría, iluminación y verdad.
En el Prefacio de su muy valioso Diccionario del Lenguaje Sagrado. G. Gaskell escribe lo siguiente:
"Las Escrituras,
como procedente de, la Omniciente Sabiduría, son por consiguiente en su
íntimo significado completamente consistentes
tratados, nunca contradictorios entre sí, y enseñan universalmente las
grandes verdades de la naturaleza del hombre, del proceso del alma y del
cosmos.
"El lenguaje críptico de los Libros Sagrados no es
de ninguna manera de arbitraria formación, sino que está de acuerdo con las
correspondencias en la naturaleza, superiores e inferiores, y siendo
enteramente simple en su presentación general puede ser comprendido rápidamente
por todos los que tienen la mente abierta, estudiantes inteligentes que se
prepongan aprenderlo. Cuando se ha hallado la clave del lenguaje, puede ser
descifrado en la misma forma que los jeroglíficos de Egipto son aclarados. Cada
jeroglífico, una vez revelado ayuda a la revelación de los jeroglíficos
reunidos.
"En las Escrituras, para descifrarlas más
fácilmente, existen ciertas ideas espirituales que son particularmente
expresadas superficialmente, y así, pueden ayudar en mucho a la interpretación.
Esas ideas han sido incorporadas en las diferentes religiones del mundo y
constituyen el espíritu activo de las mismas, siendo la fuente de su poder
idealista sobre la naturaleza mental y emocional de la humanidad.
"Con respecto al esquema del simbolismo, se hallará
que, en los escritos sagrados las actividades que en apariencia son del mundo
extemo de los sentidos existen en realidad para las actividades del mundo
interno del pensamiento. El aparente mundo sensual de conciencia, simboliza el
mundo anímico real de la humanidad en el cual nos hacemos concientes de todas
las emociones, facultades y actividades de la experiencia de la vida del
alma".
La mayoría de los símbolos son escogidos de los cinco
reinos de existencia, que constituyen el presente campo evolucionaría de los
reinos humano y sub-humano de la naturaleza sobre nuestro planeta. Estos reinos
son los del aire, fuego, tierra, agua y éter. El último no debe ser confundido
con el éter físico de la ciencia, que no es más que lo más externo y denso de
su vestidura o manifestación física.
En la interpretación humana esos cinco reinos se refieren
a estados y niveles de vigilancia. La tierra y los objetos sólidos como rocas,
terrenos secos y playas se refieren a la conciencia normal, física y despierta.
Las montañas, sobre las cuales ocurren tantas cosas de
importancia en las Escrituras Cristianas, se refieren a los estados exaltados
de conciencia mientras está despierta en el cuerpo físico. Las planicies se
refieren a lo normal, mientras que los valles representan deliberadamente
escogidos, los estados de conciencia más groseros y materiales.
Glifos flotantes en el aire, surgiendo de sobre la
tierra, simbolizan la asención a elevados estados de conciencia y de ser.
Donde el fuego es el agente de elevación, como en el caso
de Elias, y en cierta medida Moisés, la energía creadora está indicada como
siendo sublimada y empleada en sus aspectos puramente espirituales para
elevar la conciencia.
La ascención de Jesús desde la tierra al cielo en nubes
de gloria es susceptible de una similar interpretación. Como en este caso la
ascención culminó en el entronizamiento a la derecha del Padre, está implicado
el Adeptado, en completa unidad con la Suprema Deidad o entrada en el Nirvana.
Jardines, viñedos y campos, se refieren cósmicamente a
campos evolucionarlos, y con frecuencia a la condición fructífera de conciencia
y, se refiere a la apertura de nuevos ciclos.
El yermo y el desierto, por otra parte, se refieren a los
estados de aridez espiritual. El sol simboliza el estado espiritual más
elevado, y se emplea con frecuencia como un símbolo del alma espiritual del
hombre, mientras que la luna es un símbolo del hombre mortal iluminado sólo por
la luz de su yo interior. Las estrellas se refieren con frecuencia a
inteligencias cósmicas, ministros del Altísimo y constructores del universo.
Las rocas representan el cuerpo físico. Los barcos, las arcas, las cunas, se
refieren a vehículos de conciencia que contienen y transportan, sean físicos o
espirituales, humanos, su-perhumano o divino.
Los animales, cuando son de rapiña, se refieren a los
deseos más groseros y pasiones de la carne su dominio o destrucción simboliza
el dominio de la naturaleza inferior.
Las hormigas han sido usadas como símbolos de la Mónada
Espiritual o esa fuerza átmica o fohática que "cavando hoyos en el
espacio" prepara la materia del espacio para la divina labranza.
Los insectos voladores, sobre todo mariposas y pequeños
pájaros, pueden representar figurativamente las huestes angélicas.
Los pájaros representan el Yo Espiritual superior, sea
del hombre o de la Deidad. Esta última es simbolizada con frecuencia por un
pájaro acuático, tal como un cisne o un pelícano, que vive y vuela sobre las
aguas del espacio. El símbolo del pelícano desgarrándose su propio pecho para
alimentar a sus siete pequeños, simbolizan al Logos del Sistema Solar en el
acto de derramar Su fuerza vital para que el séptuple Esquema Planetario con
sus varias divisiones septenarias pueda ser vivificado.
Los árboles representan la omnipresente Vida Divina
Creadora en la naturaleza, el Árbol de la Vida. En el hombre se refiere a esa
misma vida individualizada como fuerza creadora.
Los frutos de los árboles simbolizan los productos de la
fuerza vital en la naturaleza y en el hombre. La manzana especialmente parece
simbolizar la experiencia individualizada del proceso creador, como en el caso
del fruto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal participado por Adán y
Eva, trayendo como consecuencia la llamada caída. Cuando las manzanas son
doradas, la obtención de la conciencia búdica está definidamente simbolizada,
por cuanto esa obtención es el fruto en el hombre de la actividad de la fuerza
vital creadora sublimada.
El matrimonio, las relaciones, dentro o fuera de la ley,
se refiere no a ninguna
Relación carnal
sino a un "matrimonio" espiritual o mezcla de conciencia en algún
nivel. El despertar físico de la conciencia puede ser elevado en unión con el
del Yo Espiritual interno; un gran Instructor puede mezclar su conciencia
íntimamente con un discípulo, mientras el Supremo Instructor de todos mantiene
perpetuamente una indisoluble unión entre sí mismos y todos los seres del nivel
espiritual. Todas esas unificaciones son simbolizadas por el matrimonio, y la
naturaleza espiritual como el novio y la inferior o menor como la novia.
Aún las relaciones ilícitas son usadas para indicar esa
misma fusión de la naturaleza inferior y superior, y la de la superior con la
divina. En muchas alegorías las personas de vida perdida son introducidas con
el objeto de indicar esa adquisición, y ese estado de conciencia.
Todas las natividades se refieren a la apertura de nuevos
ciclos, ya sean solar, planetario, racial, individual, psíquico o espiritual.
Hasta el proceso del aborto se da como significado espiritual, bajo el cual
indica el forzamiento de la evolución espiritual, la adopción de un modo de
"vida que acelera el renacimiento espiritual”
- La noche, la ceguera, el sueño, la muerte, se refieren
a estados en que el despertamiento espiritual está temporalmente perdido. El
día, por otra parte, representa un estado de iluminación espiritual, el
contacto con el yo interno, y el amanecer o madrugada representa el proceso de
retorno. Este cambio se halla bien ilustrado en el incidente de la negación de
su Maestro por Pedro durante la noche, y su arrepentimiento y remordimiento tan
pronto como despunta el día.
Los pilares por lo general simbolizan un vehículo para la
fuerza creadora, tanto en la naturaleza como en el hombre. En el caso de este
último la espina dorsal por la cual se denota el flujo de la fuerza creadora.
En el hombre iluminado esta fuerza ha sido totalmente sublimada, y fluye hacía
el cerebro y la mente donde se manifiesta como un gran iluminante y fuente de
inspiración y genio. Así fue guiado Moisés en el desierto hasta la Tierra de
Promisión por un pilar de fuego durante la noche.
El elemento de agua es tomado por lo general para
simbolizar el mundo emocional y la naturaleza emocional del hombre. La velocidad
del viento es, sin embargo, usada en el mismo sentido como en el relato de
Elias y la pequeña voz silenciosa. Manantiales y fuentes se refieren a la vida
espiritual brotando en el Yo Superior. Ríos y corrientes representan el flujo
de esa vida a traves de varias regiones del alma y del cuerpo. Las corrientes
de vida - agua - es el Atma Buddhi del Ego, y la colecta y distribución como
agente para su descenso es el cuerpo causal.
El vino se refiere a la intuición, y en especial a los
instintos emocionales trasmutados y purificados cuando la auto-conciencia es
usada como medio de percepción intutiva y directa. Cuando el yo inferior va
unido al superior, y el Principia Divino está realizado y presente, el agua
—simbolizando las emociones— es automáticamente trasmutada en vino; —símbolo de
la intuición. Esto está claramente representado por medio de los símbolos
particulares del relato de las bodas de Canaan.
Los monstruos marinos representan las emociones
inferiores, mientras que los peces pequeños representan la Conciencia crística
de la unidad, la parentela, de donde dimana la ternura, la compasión, la gracia
curativa y la servicialidad.
El aire parece referirse principalmente a las actividades
de la mente abstracta, representando las nubes un velo de la clara percepción o
el cierre de la mente inferior a la clara luz de la superior.
Las tormentas elementales se refieren por lo general a
condiciones mentales y emocionales perturbadas.
E1 fuego se presenta teniendo
por lo menos dos significados. En uno, los aspectos inquieto y destructivo de
la mente crítica y formal son reconocidos. En el otro está simbolizado el divino
fuego "creador en la naturaleza y en el hombre.
El éter, como substancia básica elemental del
cual fue formado
el universo, representa la
naturaleza espiritual superior del hombre, el Divino Atma. Los mundos eterices
simbolizan los niveles superiores de conciencia en el universo, aquellos reinos
del espíritu de los cuales proceden los mundos inferiores y de los cuales son
modelados.
Las abluciones, baños, limpiezas, se refieren a la
autopurificación, al lavado de secreciones materiales del cuerpo físico, la
eliminación del egoísmo y de la sensualidad de las emociones, y del orgullo,
posesión y separatividad de la mente. En el caso de lavado de los pies, se
indica la purificación total, porque los pies simbolizan lo más inferior, la
manifestación física del espíritu.
Dolores y sufrimientos son símbolos de desórdenes del
alma, desarmonía e incomodidades resultantes de errores de conducta y fases de
aridez espiritual.
Los altares simbolizan el cuerpo físico con sus atributos
emocional y mental, donde está entronizado el Yo Divino. Algunas veces el
corazón se refiere al altar donde debe realizarse el culto a lo Divino. Los
altares idealmente realizan una doble, función. Son centros de los cuales la
aspiración y oración surge de lo inferior a lo superior, y hacia los cuales la
bendición espiritual y el poder descienden en respuesta.
Los antepasados o progenitores son símbolos de ciclos
precedentes, solar, planetario, racial, y de previas encarnaciones humanas;
además de todos estos están los padres de la presente dispensasión
manifestación, individualidad y personalidad.
Los ángeles, cuando no se refieren directamente a
miembros de las huestes angélicas, como con frecuencia es el caso, se refieren
al principio espiritual superior del hombre, el Atma, y algunas veces a la
misma Mónada. En este sentido es verdad que cada hombre tiene "sus”
ángeles contemplando siempre el rostro del Padre que está en el Cielo".
Esto indica la verdad que la Mónada se halla siempre en presencia de la Fuente
Espiritual, el Supremo.
Las unciones simbolizan la recepción de sabiduría
espiritual, el amor, la vida, por la personalidad. Las varias partes del cuerpo
tienen cada una su especial significado, que será sugerido en el lugar
apropiado. La unción con aceite, por ejemplo, significa que la vida Búdica, la
bienaventuranza, la armonía, la nutrición, ha sido llevada a lo manifestado en
y a través de la vida personal, ya totalmente santificada. El aceite deriva de
los árboles de la misma manera que los atributos búdicos derivan del Árbol de
la Vida Espiritual.
Tal es, en parte,
el lenguaje"sagrado de los símbolos y algunas claves de interpretación.
Geoffrey Hodson
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