lunes, 13 de mayo de 2019

Nacimiento de los Maruts



Ahora os voy a explicar la historia del nacimiento de los maruts. Todos nosotros sabemos que hay una reina del día y una reina de la noche; la reina de la luz y la reina de la oscuridad. 
En toda mitología vamos a encontrar a estas dos: la reina de la noche y la reina del día, es decir, la reina de la oscuridad y la reina de la luz. En los Vedas, a la reina de la luz se la llama Aditi. 
El Sol cósmico, solar y planetario, así como todos los devas, nacen de ella. Son muy benévolos y poderosos. Son muchos los hijos buenos de la reina de la luz, Aditi. Los doce soles de la radiación, llamados adityas, son sus hijos. Todos los devas son sus hijos. 

Es la reina de la luz. También está la reina de la oscuridad. Esta se acerca al marido y le dice: “Tú le has dado muchos hijos buenos a esta mujer. ¿Puedo yo tener uno como ellos?, ¿es correcto que a una mujer le des tantos hijos valiosos?, ¿no puedo tener yo un hijo valioso, y no solo hijos diabólicos?, ¿no soy tu mujer igual que la otra?”. Así es como va la historia. Todo es una presentación poética del juego cósmico. Solo los iniciados saben. Es el Uno que se divide en luz y oscuridad. 

Solo los iniciados saben que no hay dos reinas, sino solo una que, alternativamente, se manifiesta como luz u oscuridad. El Uno se convierte en dos y crea en beneficio de los seres que residen en la creación. Si la reina de la luz te proporciona la actividad a través de la conciencia, la reina de la oscuridad te proporciona el sueño. ¿No es importante el sueño? Nosotros pensamos que solo es importante la actividad buena. El exceso de sueño es peligroso, pero la excesiva actividad también es peligrosa, te quema. Así que la reina de la oscuridad dice: “Solo diabólicos, ninguno divino para mí”. El marido se llama Kasyapa. Kasyapa significa el “noúmeno”, y es alternativamente luz y oscuridad. Pero la presentación de la historia habla de dos reinas. 

De hecho, solo es una como dos. Esta bella frase la encuentras en el sukta relacionado con Rudra. Solo aquí la encuentras. Dice: “Ditinchame aditinchame”. Ditinchame hace referencia a la oscuridad. Diti es oscuridad, y aditi es luz. El sukta valora a Siva, el Señor, diciendo que es tanto luz como oscuridad. Tú eres luz y también oscuridad. Cuando adoramos a la Madre, también decimos: “aditinchaditim deeptam vasudham vasudharineem”. ¡Los indios lo cantan, pero no lo ven! Las horas de sueño son tan importantes como las horas de actividad durante el día. El descanso es tan importante como la actividad. La belleza de La Doctrina Secreta, escrita por Madame Blavatsky, es esta. Ella dice una frase hermosa, una frase realmente muy hermosa. Afirma: “aditi también es diti, según nosotros”. “Nosotros” significa ella y sus Maestros. 

Sigue diciendo: “¡Si alguien dice lo contrario, puede desafiarme!”. No encuentras frases como estas en los llamados libros sagrados. Estos lo dividen todo. Toda la teología está dividida entre luz y oscuridad. La síntesis no establece estas divisiones. La luz es necesaria, el día es necesario. 
Lo que crece durante el día es nutrido durante la noche. ¿Por qué le tememos a la oscuridad? Porque somos ignorantes. La oscuridad es la luz absoluta. Si aprendes a estar en la oscuridad, conocerás su belleza. ¿Cuál es la belleza del violeta? La belleza del violeta está en las horas del amanecer, no durante el día. La belleza del azul la encontramos durante la noche. La belleza del índigo se halla en la noche. Pero le tememos a la noche. Queremos luz durante la noche. La Madre dice: “Soy la luz en la oscuridad”. La belleza de la Madre es: “No solo soy luz, sino que también soy la luz en la oscuridad”. No siempre, ni con frecuencia, salen estas dimensiones durante una enseñanza. No temas a la noche. Todas las experiencias tienen lugar durante la noche, no durante el día. Las experiencias espirituales ocurren durante las horas nocturnas, no durante las diurnas. 

El éxtasis y experiencia espiritual ocurren durante la noche de luna llena, no al mediodía. Si la noche nos ofrece tanto, ¿por qué la tememos? Cuanta más ignorancia, más temor. La historia es hermosa. 
A través de una historia se puede explicar mejor. La mujer, la reina de la noche, se acerca al noúmeno durante las horas del atardecer, y le dice: “¿Por qué no yo?, ¿por qué no debería tener a alguien?”. 
El noúmeno es la energía de la ecuanimidad. Un hombre ecuánime tiene el mismo amor hacia el ignorante que hacia el hombre de conocimiento. Esta es la belleza de la ecuanimidad. Kasyapa sonrió y dijo: “¿Qué es lo que realmente quieres?”. “¡Uau! Ahora se dirige a mí. Debo pedirle algo que sea lo mejor”, pensó la reina de la oscuridad. Entonces ella dijo: “Concédeme a uno que sea más fuerte que todas las inteligencias de la luz. ¡Solo uno!”. 

Entonces Kasyapa sonrió, y dijo: “Si es tu deseo, que así sea”. En su misma demanda, ella se creó un problema a sí misma. Si existe un dador que te puede proporcionar lo mejor, pídele lo mejor. No le pidas algo mejor que lo que tiene el vecino. Aquí radica el problema. Si solicitas algo mejor que lo que tiene el vecino, significa que estás viviendo en la comparación y llevas en ti la energía de los celos. Así que, si Dios aparece, no le digas: “Dame algo mejor que a mi compañero”.
La mejor manera de pedir es: “Yo no sé qué es lo mejor. Dame tú lo mejor. Tú eres el que sabes.
En cualquier caso, si estás inclinado a darme, dame lo mejor”. En lugar de esto, la reina de la oscuridad dijo: “Dame uno que sea superior al resto de chicos”. 

Solicitó un regalo con un problema asociado. Esas son las sutilezas que presentan las escrituras sagradas. Si quieres hacer algo y saber cómo es, pregunta cómo es. No preguntes: “¿es mejor que lo otro?”. No compares. Si comparas, significa que hay una energía de celos que existe en ti, consciente o inconscientemente. Generalmente, en las escrituras sagradas se dice que los celos son la hermana mayor de la feminidad, de la energía femenina. Es muy difícil que una mujer no sea celosa. 

Cuando una mujer supera los celos, está en la cima del mundo. Así que este aspecto también se encuentra en esta petición de la reina de la noche. Cuando nos encontramos en la ignorancia, vienen algunos pensamientos. Asimismo, cuando nos encontramos en la conciencia, también vienen algunos pensamientos. Eran las horas del crepúsculo. En las horas del crepúsculo, al atardecer, el dominio de la noche es superior. Así que ella hizo esa solicitud. Kasyapa sonrió, entendió, pero tenía que ser sincero. Dijo: “Que así sea”. Si conoces el simbolismo, las historias te bañan en néctar.


K. Parvathi Kumar

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