jueves, 30 de mayo de 2019

Maruts – Las 5 Pulsaciones




Otro aspecto de los maruts está en relación con las pulsaciones pránicas. 
Hay 5 pranas. Más allá de los cinco, hay un alma que es una unidad pulsante. Más allá del alma se encuentra la superalma, que también pulsa. Así que tenemos la pulsación cósmica, la pulsación solar y la pulsación planetaria. 
El alma funciona por todo el cuerpo a través de 5 pulsaciones. Estas pulsaciones también pueden relacionarse con los 7 maruts. En la Persona Cósmica existen todas las pulsaciones y se relacionan con paravaha. Desde la Persona Cósmica se produce una exhalación, que da lugar a una creación, y una inhalación, que representa la absorción de la creación en ella. Estas son sus cinco respiraciones ígneas. Parivaha es la pulsación del alma. Avaha es la inhalación. Nivaha es la exhalación. Inhalación y exhalación se llaman prana y apana. Así es como lo describe el Maestro DK en el libro Tratado sobre Magia Blanca. 

El Maestro usa los términos en sánscrito para describir los pranas:  prana – inhalación, apana 
– exhalación, samana – la pulsación equilibradora del corazón, udana  – la pulsación elevadora, que ayuda a tener hipo, a toser, a eructar y también a subir, y finalmente, vyana – la pulsación que lo permea todo. Estas son las cinco pulsaciones relacionadas con los cinco maruts. Prana se relaciona con avaha, apana con nivaha, samana con samvaha, udana con udvaha. Si te familiarizas con estos términos, te resultarán de gran ayuda, porque hay una clave sónica en ellos. Los 5 maruts gobiernan las 5 pulsaciones. El alma, en sí misma, es una entidad pulsante, así como la Persona Cósmica (superalma), que también es una entidad pulsante. 

La pulsación es una inteligencia cósmica. Todas ellas se explican, en forma de tobogán, en distintas partes de las escrituras sagradas, así como también en La Doctrina Secreta. Correspondencias 
A menos que trabajes con todos estos aspectos en tu interior, no puedes sintetizarlos y entender estas correspondencias. Todo este trabajo desarrollado durante años se cocina y se sirve en un plato. Te lo comes y lo experimentas. No puedes encontrar toda esta información, tal como ha sido dada, ni en los libros de Bailey, ni en los de Blavatsky, ni en los Puranas. Es una síntesis de muchas escrituras sagradas. Es una gran cocción, y el plato resultante te lo hace más fácil. También facilita la comprensión remitirse a los libros relacionados. Por ejemplo, cuando lees “maruts”, de Madame Blavatsky, entiendes lo que escribe. 

De otro modo, no entiendes nada. Solamente leyendo La Doctrina Secreta no puedes entenderlo. Tampoco comprendes lo que explica si lees a Patanjali o el Bhagavad Gita. 
Una vez que te relacionas con ellos, como eres un microcosmos, los libros se te revelan, porque estas inteligencias están en ti y están vivas. En cuanto reconoces a estas inteligencias, ellas te responden. Esta es la belleza. La belleza de las inteligencias planetarias, solares y cósmicas es tal, que en el momento en que las reconoces en ti, ellas te muestran su agradecimiento y cooperan contigo. 
Solo por el mero hecho de haberlas reconocido, dicen: “No tienes que hacer nada por nosotras. Después de tantas encarnaciones, te acabas de dar cuenta de que existimos en ti”. 
Al ignorar que somos un microcosmos, andamos a tientas en la objetividad en busca de la verdad, de la luz, del conocimiento, una actividad inútil. Todo el tesoro está en ti. Entra en ti y experiméntalo. Todo lo que tenemos como nuestro trasfondo está preparado para ayudarnos si entramos en él. 

Si no entramos en el trasfondo, y por el contrario, nos aproximamos a él emocionalmente, las inteligencias se dan media vuelta, porque la emoción no es aceptable. Por favor, recordad, ¡la emoción es alérgica para un Maestro de sabiduría! ¡No la puede tolerar! La quemará, así que estarás a salvo. Las emociones son quemadas inmisericordemente, para que estés libre de nubes. Maruts – Maruti Pitágoras dijo: “Hombre, conócete a ti mismo”. No pienses en conocer todo lo que está a tu alrededor. Entra en tu interior, y entonces conocerás lo interno y lo externo. Contempla y contacta con el Maestro que hay en tu interior. 

Él abre tu libro desde dentro. Tú eres el original. Cada uno de nosotros es un libro original. 
Tenemos que abrirlo y leerlo. Esta es la belleza de todo esto. Tenemos el cuadro de Krishna en lo alto del altar. Está tocando una flauta que tiene 7 agujeros. Toca todo lo que es siete a través de dicha flauta. Los maruts son parte de ello. La flauta es tu columna vertebral. Él sopla en la corona, y todos los 6 centros empiezan a cantar. De ahí que tengas que agujerear. Haz una flauta. Si entras en ella, todo lo que está regido por el siete (sonidos, colores) se revela a sí mismo. 
Hay un ser en la Tierra que lleva los 7 maruts en él. Se llama Maruti.


Maruti – Hanuman 

Maruti es aquel al que conocemos como Hanuman. Él está presente en la Tierra. 
Es un gran Maestro. Prefirió quedarse en la Tierra para ayudar a los seres terrestres. Es unos de los Maestros más antiguos que hay en el planeta. Está en el planeta desde los tiempos de la Lemuria. Lemuria es un continente enorme que existió en el lugar en el que ahora está situado el océano Pacífico. Fue mucho antes del advenimiento de la Atlántida. Hanuman pertenece a la tercera raza raíz. La Jerarquía que conocemos, de Maitreya en adelante, está trabajando desde hace 5.000 años. Maruti apareció mucho tiempo antes de la Atlántida. Con su historia concluiremos la historia sobre los maruts. Su nombre es Maruti. Hanuman es un título que se le otorga. 

Maruti es su nombre espiritual original. Es más conocido como Hanuman, el dios mono, aunque realmente no es un mono. Solo para complacer a los niños prefirió aparecer en esta forma. De hecho, tiene muchas formas. A Rama, el Señor, se le apareció como un casto y vibrante brahmín védico. 
A personas como nosotros, con pensamientos inconsistentes, se presenta como un mono. Prefirió venir durante la tercera raza raíz, cuando los Hijos de la Voluntad descendieron. Por favor, remitíos a La Doctrina Secreta, porque es un libro más accesible para vosotros que los textos orientales, no accesibles debido a la lengua. La Doctrina Secreta es un libro de gran ayuda para todas las escrituras sagradas del planeta. Durante la tercera raza raíz, los Hijos de la Voluntad descendieron a esta Tierra. Se les llamó también los Hijos del Yoga o los Hijos Cósmicos de Dios. Unos pocos descendieron para ayudar a la humanidad. Entre ellos se encuentra Hanuman o Maruti. 

Él es una representación de los 7 maruts. Nació de una mujer llamada Anjani. Anjani significa “la de ojos negros”. Sus ojos resplandecen, y el globo ocular es muy negro. En India, las mujeres suelen aplicarse un preparado especial de aceite de ricino alrededor de los ojos para embellecerlos externamente. Ajnani, sin embargo, lo tenía de forma natural. Era una mujer hermosa. Anjani estaba casada con un gran devoto de Siva, el Señor, llamado Kesari, que significa león. 

Se llamaba león porque llevaba en sí la luz dorada de la cualidad leonina. 
Kesari significa león. Todos los nombres llevan un mensaje. 
Igual que Anjani era muy atractiva por sus ojos, Kesari era de color dorado. Tenía un cuerpo dorado. Era un gran devoto de Siva, el Señor. Anjani era tan atractiva, que Vayu le era muy favorable. Vayu significa la fuente de los maruts. Los maruts han venido de Rudra, vía Vayu, como aires ardientes. 

El padre de Maruti era un devoto de Siva. La madre estaba profundamente inclinada hacia la inteligencia cósmica del aire, Vayu. La madre estaba bendecida por Vayu y el padre, por Siva, la voluntad cósmica. El otro nombre de Siva es Rudra. Los padres, entonces, concibieron un bebé. Rudra bendijo a través del padre, y la inteligencia cósmica del aire bendijo a través de la madre. Así que el chico era una combinación de la energía de Rudra y Vayu, del color dorado del padre y los ojos negros de la madre. De esta forma, pues, el bebé crecía en el útero. 

En el planeta Tierra se produjo el renacimiento de los 7 maruts para ayudar a la humanidad. Mientras el bebé se desarrollaba en el útero, había otro gran ser, con forma de mono, que gobernaba una región que, actualmente, representa el océano Pacífico. Una pequeña parte de este territorio todavía permanece sobre las aguas. Es lo que conocemos como las islas de Andamán. Estas islas son parte de India y están gobernadas por ella. En aquellos tiempos eran un territorio continental, junto con Singapur, Bali, Sumatra, Yakarta y Malasia. Yakarta se llamaba, originalmente, Yogakarta, así como Bali se llamaba Vali. “V” y “B” son sonidos intercambiables. Vali era el rey de toda la región. Sintió que en su reino había un niño que crecía en la matriz de Anjani, porque Anjani y Kesari eran conocidos del rey. 

Vali sospechó que había un ser muy poderoso en el útero de la mujer, y eso le provocaba miedo. 
Así que se decidió a eliminar al bebé. ¡Es horrible pensar en lo que hizo! Capturó a Anjani y vertió oro líquido en su matriz. El niño en crecimiento sonrió y lo tomó como una cubierta de protección natural. ¡No le ocurrió nada! Así que Maruti tiene el aura dorada del padre, y por fuera, una armadura de oro que no se puede separar del cuerpo. ¡El cuerpo es dorado! En el interior, la naturaleza también es de color dorada. Además, tiene la vibración de Rudra y Vayu como maruts en él. Después de su nacimiento, el rey Vali estaba atemorizado. Los reyes siempre tienen miedo de aquellos que son más poderosos que ellos en el reino. Como el niño tenía las energías colectivas de los maruts, sus padres le llamaron Maruti. En él confluían la energía de Rudra, Vayu y los maruts. Su color era dorado y su naturaleza era de generosidad y benevolencia. 

Tras el nacimiento y mientras iba creciendo, como el padre estaba en la corte del rey, Maruti, el niño, se dio cuenta de que el rey le temía. Le dijo al rey: “No te preocupes, no soy tu enemigo. 
Soy un benefactor global. Estoy aquí para ayudar a los seres e iluminarlos. Yo no destruyo la ley, sino que soy un eterno defensor de la ley. Mientras estés con la ley, no tienes por qué temerme. Yo te apoyaré también. Como eres mi rey, si no defiendes la ley, no lucharé contigo, sino que me retiraré de este lugar”. El rey estuvo contento. El niño crecía en el reino, y era muy poderoso porque llevaba en él las energías de Rudra, Vayu y los maruts. Cuando tenía 5 años de edad, vio al Sol que se deslizaba por el cielo. Pensó que era una fruta que se desplazaba por el cielo. 

Sintió que tenía que ir hasta “esa fruta”. Con la ayuda de los maruts y Vayu, llegó hasta el Sol y se lo tragó. Se produjo un eclipse solar completo. Indra, el rey celestial, usó su arma celestial contra Maruti, y esta impactó contra su mandíbula. No lo mató, pero lo derribó, y cayó al suelo. A su padre no le agradó el ataque de Indra, y oró por el bienestar de su hijo.

 Durante la plegaria, Rudra, Vayu e Indra vinieron y le dijeron al padre que a su hijo no le pasaría nada, puesto que era un gran benefactor. El tercer Logos, además, le otorgó la bendición de que su cuerpo nunca moriría, que sería eterno mientras quisiera estar en la Tierra. Si lo deseaba, podría ir donde quisiera. Esta historia es de los tiempos de la Lemuria. Hoy en día son cuentos de hadas, pero entonces estaban a la orden del día. Entonces Indra pidió perdón al padre del niño, diciendo que ignoraba que su hijo tuviera la capacidad de engullir el globo solar. Así que para salvar la creación, Indra tuvo que hacer lo que hizo. Al despertar de la contusión, el niño dijo que retendría como una memoria, un recuerdo, el golpe en la mandíbula. Por esta razón tiene una mandíbula proyectada hacia delante. Maruti dijo: “Que esto se grabe como un evento. Mantendré esta forma”. 

Rudra, el Señor, dijo que era inmortal. Con la ayuda de Vayu, podía adoptar cualquier forma que le gustara, aunque la forma no supone un límite para él. Los Kumaras vinieron y le otorgaron sus bendiciones. Fue un gran acontecimiento planetario. El niño dijo: “Me interesa el Sol. Deseo estar a su alrededor y aprender todo el conocimiento relacionado con el universo, ya que me parece que es el mejor Maestro”. Moviéndose, pues, con el Sol, aprendió toda la sabiduría. Esta es una particularidad única en las escrituras sagradas orientales: Un iniciado que se mueve alrededor del Sol y lo aprende todo. También estaba versado en los cuatro Vedas. 

Al crecer, con la ayuda de los maruts, llevó a cabo muchos actos suprahumanos que pueden leerse en el Ramayana. Podía volar, cambiar su forma. Con la ayuda del aire cósmico, podía hacerse enorme o muy pequeñito, podía levantar montañas y cargarlas encima. Podía enseñar sabiduría. No había nadie igual a él en cuanto a voluntad,conocimiento y actividad inteligente. Además, sirvió y ayudó al Señor cuando descendió en forma de Rama. Sin la ayuda de Hanuman, Rama no habría logrado lo que logró. Durante el Dwapara Yuga, Maruti ayudó a Krishna y a Arjuna, creando vientos favorables para Arjuna durante la guerra. El viento siempre le era favorable a Arjuna, y desfavorable para el otro equipo. Arjuna era muy poderoso en el manejo del arco y las flechas. Maruti facilitó este poder y debilitó las flechas que provenían del bando contrario. Y era un gran devoto de Krishna. 

Un día Arjuna le preguntó al propio Krishna si había un devoto mayor que él. Krishna dijo: 
“Sí, hay uno. Es más valeroso, sabio e inteligente que tú. No hay nadie igual a él”. Arjuna dijo: “Permíteme ver su habilidad en la guerra. Construiré un puente de flechas, a ver si Hanuman puede romperlo”. Arjuna también es un descendiente de Rudra. Arjuna es uno de los nombres de Rudra. Rudra ayudó a Krishna a establecer el orden en el Dwapara Yuga, uniéndose a él. Rudra también ayudó, en forma de Hanuman, en el trabajo de Rama. Arjuna, entonces, construyó un sólido puente con flechas celestes, armas celestes, y le dijo a Hanuman que lo rompiera. Hanuman replicó: “¿Para qué estos juegos? No estoy interesado en ellos”. Arjuna dijo: “Solo para satisfacer mi conocimiento, si puedes romperlo, por favor, rómpelo”. 

Arjuna poseía cualquier arma que se pueda concebir. Hanuman dijo: “De acuerdo. ¡Lo haré solo para satisfacer tu curiosidad!”. Hanuman fue hasta el puente, saltó sobre él y este se vino abajo, pero no completamente. Entonces Arjuna le dijo a Hanuman que no lo había podido destruir del todo. Mientras tanto, Krishna salió del puente con la espalda completamente magullada. Arjuna le preguntó: “¿Qué ha ocurrido?” Krishna explicó: “Solo para salvar tu honor me he situado debajo del puente y he colocado mi espalda para evitar que se derrumbara del todo. Si hubiera vuelto a saltar, no solamente hubiera roto lo que queda del puente, sino también mi espalda”. 

Tal es la dimensión del ser que está entre nosotros. Esto es lo que tenemos que comprender. 
Hanuman es un gran músico. Puedes nombrar cualquier ciencia de sabiduría, y él la conoce. 
La belleza de su música es muy bien conocida en los círculos superiores. Hay miles de anécdotas relacionadas con él recogidas en los Puranas. Hay un cantante celestial llamado Narada, el Kumara, que canta con un instrumento de 7 cuerdas que es el mejor instrumento conocido. Cuando Narada canta, todo entra en éxtasis. Una vez, le preguntó al Señor del segundo Logos si había algún cantante que cantara como él. Solo por curiosidad, él quería saberlo. El Señor le dijo que sí había alguien. 

Narada quiso saber si había un cantante que se le pudiera igualar a él en la creación, así que decidió moverse en los 7 planos de la creación en su busca. El Señor le dijo a Narada que había un ser en la Tierra que, cuando cantaba, todo entraba en éxtasis. Todos los seres entraban en éxtasis, en meditación, y todos se volvían suaves. Incluso el ser más salvaje se dulcificaba. Narada preguntó quién era este ser. El Señor le dijo: “Es Maruti, que reside en los Himalayas”. Así que Narada fue a encontrarse con él. Aunque conocía a Hanuman, no sabía que cantaba. Esto es debido a que Hanuman nunca ostenta su conocimiento y poder. Narada llegó y le dijo: “Creo que eres un gran cantante y he venido a escucharte”. Hanuman dijo: “Yo no sé que sea un cantante”. ¡Él nunca se acuerda! 

La belleza de Hanuman es que nunca permanece como “yo soy”, sino como “Aquello”. 
Cada vez hay que recordarle que puede hacerlo. Muchas veces no se acuerda de quién es, porque se encuentra con Brahman todo el tiempo. Hanuman le dijo a Narada: “No sé si soy un cantante”. Narada le replicó: “No, se dice de ti que eres el mejor de los cantantes. He venido a escucharte. ¿Puedes, por favor, cantar?”. Entonces Hanuman dijo: “Yo no sé lo que es cantar ni lo que es la música. Yo solo pronuncio el nombre sagrado de la Divinidad. Si esto es música para ti, entonces puedes escuchar”. Entonces Narada dejó su instrumento musical sobre una piedra y se sentó a escuchar. Hanuman empezó a cantar. A los pocos minutos de empezar, Narada estaba en samadhi. La canción continuó durante mucho tiempo. ¡Nadie sabe cuánto! Súbitamente, Narada volvió a la conciencia individual, a la autoconciencia. Vio a Hanuman en samadhi, cantando sin cesar. Narada esperó y esperó. Pensó: “Este hombre no parece que vaya a volver tan pronto. Tengo trabajo que hacer, así que me voy a ir”. Trató, entonces, de coger su instrumento musical, que había depositado sobre una mesita de piedra. 

El instrumento musical se había fundido con la piedra, a consecuencia de la música. Narada estaba atónito. Se acercó a Hanuman y lo tocó suavemente. Hanuman regresó del samadhi y preguntó qué había ocurrido. Le preguntó a Narada: “¿He cantado? ¿Te ha gustado?”. Narada no tenía palabras. Narada replicó: “Yo pensaba que sabía algo de música. Conozco la ciencia musical y su arte. Soy reconocido como el mejor músico del universo, pero tu canto… me inclino ante él”. Ahora, dijo Narada, ayúdame, por favor, a recuperar mi instrumento, adherido a la piedra. Hanuman dijo: “No sé cómo se ha quedado ahí atrapado. Así que no sé tampoco cómo sacarlo. Dime lo que tengo que hacer”. Entonces Narada le dijo: “Vuelve a cantar”. Hanuman volvió a cantar y entró en el éxtasis de la música. La piedra se fundió de nuevo, y Narada, atento, recuperó el instrumento y se marchó. Esta es la historia de Hanuman y su habilidad musical. 

Rama, el Señor, incluso elogiaba su conocimiento védico. Rama le contó a Lakshmana, su hermano, cuando se encontraron con Maruti la primera vez: “Tienes que saber que este hombre es la encarnación de todos los Vedas, de todas las escrituras sagradas. No hay nada que él no sepa. Compórtate con él como lo haces conmigo”. Lakshmana, el hermano de Rama, se quedó sorprendido. Tal es la habilidad de Maruti, que es una encarnación de los 7 vientos juntos. Hanuman permanece en el planeta hasta la fecha. Algunas veces se mueve por los Himalayas. Cuando se desplaza, su huella mide 7 pies. Dondequiera que los Maestros de Sabiduría ven esta huella de 7 pies, se postran y tocan con su frente la huella. Solo para mostraros lo que los maruts significan, os he explicado esta historia. Tal es la belleza de los maruts. Que la flecha de Sagitario encuentre la fuerza de los maruts y avance para beneficiar a la humanidad entera. Este debe ser el propósito de esta narración sobre las energías de los maruts. Que todos vosotros seáis bendecidos. Que este lugar sea bendecido. Que el orador sea bendecido. Que todos seamos bendecidos. Ha siso un seminario extraordinariamente bueno. 
Un encuentro de grupo extraordinario. Uno de los mejores. Será recordado para siempre, será registrado por los maruts. 

Que así sea. Namaskarams.

K. Parvathi Kumar

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