domingo, 5 de mayo de 2019

Jerarquía de Devas - Parte I




Puesto que para ampliar nuestra comprensión estudiamos los libros desde el punto de vista esotérico, es adecuado informar sobre las categorías de devas existentes. Solo entonces podremos entender el orden general de la cosmogénesis y de la antropogénesis. Debe comprenderse cómo estos devas son los responsables de la formación de la creación, y también debe comprenderse la formación del ser humano. A lo largo del tiempo hemos ido conociendo muchos nombres de devas. Por supuesto que no vamos a realizar una descripción exhaustiva de los devas, sino una idea general, a partir de la cual podamos ver el entramado de lo que es la Jerarquía de estos devas. Para empezar, están aquellos devas que conocemos como gandharvas. 

1. Gandharvas 

La acepción en castellano podría ser “las notas musicales antes de la creación”. 
Existían incluso antes de la creación. Son como las olas, y se les presenta, simbólicamente, con el signo de Acuario. Se mueven en ondas. Los gandharvas presiden desde ese estado al estado de música que nosotros conocemos, y a la música del alma. Ellos son los que dirigen la canción de la respiración en la manifestación, aunque están más allá de la creación; es decir, en el estado en que el Señor Es. Es el estado de lo Absoluto. A los gandharvas, por ello, se los considera como el Dios Absoluto. Existen innumerables ondas en el espacio. 

Cuando una onda se convierte en potencial para la creación, se convierte en un huevo. Así es como emerge la naturaleza. A partir de ahí, los devas nacen en el huevo. Es lo que llamamos el huevo cósmico. En sánscrito, se le llama Brahmanda. En el interior de este “anda” o huevo, los devas existen potencialmente. Todavía no hay luz, nada se ha manifestado todavía. Los gandharvas están más allá. Aunque estén en la creación, no están afectados por esta. Se hallan más allá y por encima de la creación. Trataré de describir a estos devas con sus nombres, para que podáis comprenderlo. Posteriormente, podéis contemplar en ellos, para que lentamente lleguen a ser una realidad para vosotros. Los gandharvas son como notas musicales. Son aquellos que cruzaron el último umbral de la bienaventuranza. El estado de “bienaventuranza de la existencia”, en cualquier nivel, se debe a estos gandharvas. Se les puede llamar “devas bienaventurados”. La bienaventuranza no se puede definir. La felicidad se relaciona con los sentidos y el cuerpo. 

El gozo se relaciona con el alma. El estado de bienaventuranza es aquel en el que el alma se funde en el alma universal, y cesa la existencia individual. Tal es la dicha. Esto es lo que decimos en la plegaria como: “Maestro, por favor, que recibamos la afluencia de tu “plenty of prana” (plenitud de fuerza vital) en nuestro organismo para que podamos superar la enfermedad, el envejecimiento y la muerte y lleguemos así a comprender la verdad suprema, el amor puro y la bendición de la existencia”. Esto significa que esta bendición de la existencia está sintonizada con el alma universal, en la cual el alma individual deja de ser. 

Solo cuando volvemos de este estado de dicha somos conscientes de que estuvimos allí. Esta es la gracia final con la que el Señor nos bendice. Esta bienaventuranza está más allá de cualquier definición. Incluso los más grandes iniciados buscan ardientemente esta bienaventuranza a través de la gracia del Señor. Solamente se puede recibir a través de la gracia, y no la puede alcanzar uno mismo. Esa gracia que derrama la bienaventuranza es la presencia de estos gandharvas. Una vez más, por favor, recordad que están más allá del tiempo, más allá del espacio y de todas las medidas. El Veda reconoce cuatro gandharvas principales: 

 1.a) Vena 

Es aquel que causa el pasadizo entre “la aparente nada” y “el aparente algo”.
 A Vena se le menciona en relación al signo de Acuario en el libro Astrología Espiritual. La energía de Acuario es un estado de “seidad no no-verdadera”. Es una doble negación: “no noverdadera seidad”. Es un estado que “es” y “no es” al mismo tiempo, es decir, es el pasadizo entre “la aparente nada y el aparente algo”. Este pasadizo está presidido por los aswins, que descienden como Mitra y Varuna, como Vasishta y Agastya, como Neptuno y Urano, como la Jerarquía de los Himalayas y la Jerarquía de las Montañas Azules, así como la Osa Mayor y Sirio.

 Esta es la división entre espíritu y materia. En nosotros, Vena es el pasadizo entre el centro coronario y ajña. Este pasadizo está presidido por Vena. Cuando decimos “higher bridge beginning” (“comienzo del puente superior”), este deva se despierta. El “puente superior” es el estadio final.
 El otro puente va desde el entrecejo a ajña. ¡Si hay un puente superior, debe de existir uno inferior! Para el ser humano, el puente inferior existe entre el entrecejo y el centro del corazón. Aunque, normalmente, nos encontramos mayoritariamente en el plexo solar. Cuando nuestra vida es una vida de “autoservicio”, es decir, de servicio egoísta a nosotros mismos todo el tiempo, nos hallamos en el plexo solar. Así pues, del plexo solar al centro del corazón hay un puente más. 
Los aspirantes son aquellos que tratan de ascender desde el plexo solar al corazón. Los discípulos ascienden por el puente que va desde el corazón al entrecejo para, desde allí, alcanzar ajña. Los iniciados van más allá, desde ajña a sahasrara. 

1.b) Soma 

Se le llama el néctar de la creación, la bebida de la inmortalidad (amrita). Es una secreción desde la aparente nada al aparente algo, que proporciona la experiencia de la bienaventuranza, el gozo y la felicidad. Sin este néctar, no existiría ninguna de las tres en la creación. Frecuentemente, encontráis estos nombres cuando leéis La Doctrina Secreta o los libros de A. Bailey. Debéis saber que se trata de un gandharva. Soma es masculino y femenino. Es la base de lo masculino-femenino. Soma es conocido como sa+uma. Sa uma significa “con uma”, es decir, “con la naturaleza”. Uma significa naturaleza. 

AQUELLO se convierte en Él y Ella. En la mitología hindú, esa misma palabra se usa para la Luna. A la Luna también se la llama Soma. El lunes es el día de Soma. En el sistema védico se la expresa como Soma-vara (vara = día), el día de la Luna. Soma posee su propia bienaventuranza, gozo, felicidad y emoción. Para las personas emocionales, la Luna llena expresa locura. Para las personas normales, que viven en la mente y los sentidos, la Luna llena significa felicidad. Para aquellos que saben (los discípulos), la Luna llena es alegría. Pero para los altos iniciados, la Luna llena proporciona el toque de la bienaventuranza. Dado que la Luna es el vehículo de soma, también se la llama Soma. Este deva es la bienaventuranza; es decir, la bienaventuranza de los gandharvas desciende a través de Soma. 

1.c) Viswa Vasu 

Es el que origina la seidad en la creación. Vasu significa “ser”. Viswa significa “universal”. Así pues, es la seidad universal que viene como la seidad individual. Este gandharva es la seidad en la creación. Todo ser en la creación es seidad: un mosquito, una hormiga, una montaña, un río. Todo tiene su seidad en la creación. 

  1.d) Chitra Ratha 

Ratha significa carroza. En la creación, a todas las formas se las llama carrozas, porque los seres se mueven en ellas. El ser se mueve con un vehículo. A este vehículo se le llama ratha. Inicialmente se le llamó carro o carroza, porque en aquellos tiempos existían estos vehículos. Cualquier cosa a través de la cual se mueve un ser es un vehículo. No os podéis imaginar todas las variedades de vehículos existentes. Es una maravilla ver cuántos vehículos hay desde el plano cósmico al físico, y este gandharva preside sobre ellos. Desde el cangrejo a la serpiente, al escorpión, a la hormiga, al mosquito, todos son variedades de vehículos. No os podéis ni imaginar cuántos vehículos existen. ¡Es una maravilla! Estos son los cuatro gandharvas en quienes debemos pensar. 

Ellos son los que están en la creación y se convierten en los Kumaras. 

En su estado original, los 4 Kumaras son los 4 gandharvas. Es por ello que permanecen en la creación como la existencia cuádruple. Veámoslo relacionado con nuestra situación actual: cuando despertamos por la mañana, el uno se convierte en dos. Durante el sueño, la conciencia está sumergida en la seidad. Cuando dormimos, no sabemos que estamos durmiendo. La conciencia está fusionada en AQUELLO a lo que llamamos existencia. Así, existe un pasadizo a través del cual uno se despierta. Este pasadizo es Vena. 

Una vez despierto, ya somos dos: conciencia y existencia. Ahora, la existencia está con la conciencia. Por eso se le llama sa+uma, con uma. La existencia está con la conciencia cuando nos despertamos, y nuestro estado de conciencia es ya un estado secundario. Entonces sentimos “YO SOY”. En el sueño profundo no sentimos “YO SOY”, porque el conocimiento “YO SOY” está solo en el estado de vigilia. Estos cuatro aspectos son muy importantes. Por eso hablo con frecuencia de ellos. ¡Solo los recordamos para olvidarnos de ellos al momento siguiente! Chitra significa peculiar, maravilloso. Para cada uno, su vehículo es maravilloso. 

De hecho, está lleno de maravillas. Estas son las cuatro avenidas en las que está la seidad. Estos son los cuatro nombres, más allá de la creación, tal y como se dan en el Veda. Más que los nombres, deberíamos conocer su función. Saber el nombre sin conocer la función es lo que hacemos muchas veces. Si sabemos la función, aunque no conozcamos el nombre, está bien. Aquí estamos dando los nombres en sánscrito, pero la función es universal. Si conocemos a una persona por su nombre, pero no la conocemos como tal, esto no nos sirve de mucho. Solo saber el nombre no es suficiente. Es la razón por la cual lo que debemos es profundizar en el aspecto funcional de los devas que existen en los distintos planos. Es en este contexto que entendemos que los gandharvas son las notas musicales más allá de la creación. Son los instrumentos de la bienaventuranza en todos los cuatro niveles. Bienaventuranza a nivel del cuerpo, los sentidos, la mente o buddhi, el alma y más allá del alma individual. Tal es la bienaventuranza de los gandharvas. Son las energías más elevadas que podemos alcanzar. El esfuerzo de toda alma es ser feliz. 

Al alma se la define en el Veda como buscadora de la felicidad, el gozo y la bienaventuranza.
El deseo interior es buscar la felicidad en todas sus variedades. Las personas que se mueven en el lago, aquellos que suben a las cimas montañosas, las que visitan los lugares, ¿qué es lo que buscan? ¡Felicidad! Las personas buscan la felicidad a través de los sentidos en el mundo externo, en el plano mental a través del pensamiento, y también a través del plano búddhico. Damos diferentes nombres a estos grados de felicidad. Esta felicidad se la debemos a los gandharvas. Existen en la cima de la cabeza, y desde allí descienden. Esto es lo que deberíamos saber de los gandharvas. Estos son los gandharvas que descienden como los 4 Kumaras a través de la materia y el espíritu. Estoy hablando de la situación antes del círculo con el punto central. 

Después se convirtió en un círculo con el punto central y luego en el triángulo, y por medio del triángulo tenemos la existencia cuádruple. Los gandharvas descienden como los Kumaras a través del creador. Como vinieron a través del creador, este pensó que eran sus hijos, y les dijo: “Debéis participar en mi trabajo de creador”. Los Kumaras sonrieron. A través de su sonrisa, le dieron el mensaje al creador: “No vamos a participar. Oh, padre, no sabes nada”. No es normal que un hijo le diga a su padre que no sabe nada, pero puede ocurrir. Si el hijo que ha nacido de ti tiene una conciencia más elevada, no te dirá que no sabes, pero sonreirá. La sonrisa te da suficiente información. Estos 4 Kumaras poseían una conciencia mucho más elevada que el padre a través del cual venían. El Maestro DK hace referencia a ellos al principio del Tratado sobre Fuego Cósmico. Los llama agnishvattas. Agnishvatta significa “aquel que ha apagado el fuego de la procreación”. No participan en la creación, pero ayudan a la creación. 

Estos cuatro hermanos, del más alto orden, descendieron a la creación para asistir al creador, pero su misión no es la de procrear o crear. El creador no sabía de su talla, función y motivo por el cual los Kumaras estaban presentes. El creador, el 1er Logos, tuvo muchos problemas durante el proceso de la creación. Finalmente, tuvo éxito, y alcanzó la plenitud de la creación cuando creó al ser humano. El trabajo del 1er Logos es crear. Cuando apareció el hombre en la creación, la profecía de que habría una creación llegó a su plenitud. Mantener la creación es el trabajo de otro Logos. La creación se halla ahora en estado de mantenimiento. 

Es por ello que se le llama la 2a existencia sistémica. 
La creación se completó cuando se constituyó la materia física densa y el ser humano adquirió un cuerpo de carne y hueso. Ahora, esta creación debe evolucionar. Ese es el trabajo del 2º Logos. Estos 4 Kumaras solían trabajar para asistir al 1er Logos. En estos momentos, trabajan asistiendo al 2º Logos, y también trabajarán para el 3er Logos. Son los ayudantes de los distintos Logos. Los Kumaras están más allá de la creación, pero también están en la creación. Son aquellos a quienes frecuentemente encontramos en los Puranas. No participan en la creación, pero ayudan en todos los niveles. Los 3 Kumaras inferiores ayudan en la evolución planetaria, solar y cósmica, y el primero de ellos está más allá de lo cósmico, porque es el pasadizo entre lo supracósmico y lo cósmico. 
Esta es la razón por la que constituyen lo principal o lo más elevado de la Jerarquía. Tenemos una Jerarquía en el plano cósmico (2º Kumara); en el plano solar (3er Kumara); y en el plano planetario (4º Kumara). El 1er Kumara es el pasadizo entre “la nada y el algo”. Os cuento esto porque tengo la esperanza de que algún día leáis el Tratado sobre Fuego Cósmico y La Doctrina Secreta. ¡No solo que los leáis, sino que los deberíais estudiar! 

 Después, tenemos los siete sabios videntes a los que el Tratado sobre Fuego Cósmico menciona como los barhishads. Están deseosos de cooperar con el creador para procrear. En ese plano, la procreación no es lo que conocemos como procreación en el plano físico. No hay acto sexual ni nada parecido. El acto sexual solo pertenece al plano físico, en el que hay cuerpos de carne y hueso. En el nivel inmediatamente superior no existe el sexo. 

No hay búsqueda de carne. Los barhishads son aquellos que permiten a los seres aparecer a través de ellos. Juegan como el creador. A través de ellos aparecen las siete razas, y de cada raza emergen siete razas más. Así es como llegamos a tener tantas razas y sub-razas raíz. Se relacionan con los siete centros de nuestro cuerpo. Por ejemplo, cuando lees, solo debes pensar que todo lo que está relacionado con la creación de las inteligencias se relaciona con sahasrara. Es por esto que se les llama raza-raíz roja. Por favor, recordad que a menos que relacionemos la sabiduría con nosotros mismos, no podremos entender la cosmología. 

En La Doctrina Secreta leemos que las “personas rojas” desaparecieron. La relación con la creación de las inteligencias está relacionada con sahasrara. Por esto se les llama la raza-raíz roja. 
En La Doctrina Secreta encontramos que la “gente roja” desapareció, y que la “gente azul” también desapareció. Todas las razas rojas vinieron del fuego cósmico original. Entonces, en ajña están las razas azules, y después vendrán las razas amarillas. 

De este modo, debemos ver primero qué es lo que está escrito allí, y cuán relevante es para nosotros mismos en nuestras siete capas. A menos que aprendamos esta técnica, no podremos entender la sabiduría. Resulta útil colocar un cartel en nuestra habitación de estudio que diga: 

1ª frase: “Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza”. 

2ª frase: “Dios es también mi imagen”. 

3ª frase: “Que encuentre a Dios y a su Jerarquía de devas en mí”. 

4ª frase: “Que me vincule a los devas y a Dios en mí a través de la contemplación”. 

Finalmente, ¿sabéis qué ocurre? Que lentamente dejamos de ser y Dios parece que es. 
Esto se llama “la ciencia de la correspondencia”, a través de la cual ganamos la “identidad original”, y perdemos la “identidad duplicada”. Todos nosotros estamos duplicados. Tanto es así, que en la primera meditación del libro Psicología Espiritual encontramos: “Solo hay una copia existente, y yo soy una copia de este manuscrito original”. Si encontramos algo en la copia, también estará en el original. Madame Blavatsky escribe muy bellamente: “Todo duplicado es una prueba del original”. 

Si hay un duplicado, lo es de un original. Todo billete falso prueba el billete original. Así, todos somos duplicados del Uno, y es así como debemos ver en el duplicado la cosmología. Entonces, el duplicado se disuelve y se retiene solamente el original. Por lo tanto, la creación está hecha en un orden preciso, y en el ser humano todo está organizado de acuerdo a un orden.


2. Devas 

Después de los gandharvas, aparece otra categoría de devas que, a su vez, se subdivide en sub-categorías. Tenemos a los adityas, que son 12, y constituyen los devas de la conciencia. Después están los rudras, que son un total de 11, y son los devas de la fuerza. Los vasus son 8, y son los devas de la materia. Entre las 3 sub-categorías suman un total de 31 devas. Podemos sumar a los 2 aswins, de los cuales ya hablé junto con los gandharvas. Los aswins están más allá. Ellos son los “seres no no-verdaderos”. Si sumamos todas estas cifras, suman un total de 33. 33 es un número maravilloso. En la masonería, a aquel que alcanza el estado más elevado de iluminación se le llama el “ilustre hermano 33”. En él, a través de la masonería, se habrán realizado todos estos devas. Así es como hay 33 categorías de devas, que a su vez tienen muchas, muchas sub-categorías. 

  2.a) Adityas 

La energía de los adityas se nos da a través de los doce signos solares del zodíaco. Se dice que los adityas nacieron de Aditi, que es la “luz más allá de la oscuridad”. Es lo que decimos en el Purusha Suktam: “Aditya Varnam Tamasah Parastat”, que significa la “luz más allá de la oscuridad”. Si hay una luz mas allá de la oscuridad, no es una luz visible, sino que es una luz invisible. 
Solo es visible para aquellos en los cuales ajña está abierto. Lo que nosotros vemos como luz es una manifestación muy posterior. Esta luz invisible es la luz de la conciencia, lo que conocemos como aditya. 
Está presente, pero no se puede ver, a menos que uno pueda ver a través de la oscuridad de la ignorancia. A través de la luz visible, tenemos el toque de la conciencia invisible. Sea en Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, encontramos el mismo rayo solar. Ahora bien, cada mes es distinto lo que nos trae este rayo solar. Solamente lo podemos ver si tenemos percepción oculta. 

El rayo solar de Géminis tiene un impacto particular, así como el resto de los doce signos solares tienen energías diferentes. Esa energía no se puede ver. Por ello lo llamamos “la luz mas allá de la oscuridad”. Aditi es la luz más allá de la oscuridad. Detrás de esta luz está la oscuridad, y a través de esta oscuridad la luz desciende de nuevo. “Al principio, existía la oscuridad”. Así es como empieza el Antiguo Testamento. El Veda, sin embargo, habla de la “Luz más allá de la oscuridad”. En el Purusha Suktam decimos dos veces: “Vedahámetám Purúsham Mahantam Aditya Varnam Tamásah Parastat”. Esto significa: “Nosotros conocemos a la Persona Cósmica, cuya luz está más allá de la oscuridad y a la que llamamos Aditya (Aditya Varnam Tamásah Parastat), más allá de tamas, más allá de la oscuridad. 

Los adityas son la luz de la conciencia con doce cualidades, de las cuales Vishnu es la conciencia como impregnación. En el Bhagavad Gita se dice: “Entre los adityas Yo estoy plenamente presente como Vishnu”. “Vishnu, la Persona Cósmica de cuatro brazos, representa el Cristo Cósmico a quien llamamos Cristo en otro sistema. El ser de cuatro brazos está presente en toda mitología existente. 
Es el principio que todo lo impregna. 

La belleza de Vishnu es que representa la síntesis de los cuatro Kumaras, es decir, que también existe más allá de la creación con un nombre diferente. Es la síntesis más allá de la creación, que se manifiesta como la síntesis en la creación, al igual que los cuatro gandharvas más allá de la creación. Estos están presentes en la creación como los cuatro Kumaras. Vishnu, “la síntesis más allá de la creación”, es la síntesis en la creación. En otras mitologías se lo conoce como el 2º Logos. Este es un aspecto. Vishnu también pertenece a la categoría de los gandharvas, que descendieron para ayudar a la creación, conferirle estabilidad y aportarle equilibrio. 


2.b) Rudras


Los devas de la vibración se conocen como rudras, y son 11 en total. Perturban la luz mas allá de la oscuridad y a la propia oscuridad, facilitando el descenso de las cosas. ¡De todas formas, nacieron para destruir! Destruyen para que la unidad se diversifique y también para que la diversidad se unifique. Es como reducir a piedras la montaña para construir casas, y después destruir las casas para obtener de nuevo las piedras. Así pues, para viajar de un estado a otro, son importantes. Se les considera devas de 1er rayo. Siva, el 1er Logos, preside sobre ellos. Si quieres destruir las impurezas que hay en ti, invócalos. Si deseas destruir algo, invócalos, ellos lo harán por ti. Si hay un conflicto en el grupo, puedes destruir el conflicto o también puedes destruir el grupo. 

Los medios para alcanzar el objetivo son los mismos. Con un cuchillo afilado se puede cortar un vegetal o la garganta. Este es el poder de los rudras. Los rudras causan la fisión. Son los encargados de crear los átomos en el plano cósmico. Ahí es donde emergen las almas. Las unidades individuales, los átomos, están formadas en el plano cósmico gracias a los efectos vibratorios de los rudras. Rudra significa “aquel que ruge”. Este rugido es un sonido. Este sonido perturba la luz. Así, la luz fue perturbada por el sonido para formarse como átomos. Los rudras exteriorizan la luz mas allá de la oscuridad, la hacen manifiesta. Los rudras también son importantes para la exteriorización. El sonido que discurre por los cables se exterioriza por medio de los rudras para que se pueda escuchar. Existe el sonido OM inaudible. De la inaudibilidad a la audibilidad, de la voz del silencio a la voz hablada. En nosotros, el silencio se transforma en sonido audible en la laringe. 

Allí es donde se encuentra rudra. Se le llama Sankara. Hay una constelación en Géminis que se llama Ardhra. Es una constelación de rudra. Tiene que estar en Géminis porque la garganta es el centro laríngeo donde las inteligencias pasan de la invisibilidad a la visibilidad. Es decir, que las inteligencias invisibles se exteriorizan y se hacen visibles. Este es el motivo por el cual a la humanidad se la inicia en el mes de Géminis, porque en Aries y Tauro se construyen las energías invisibles que se expresan y exteriorizan en Géminis. Pentecostés es en Géminis, el descenso de las lenguas de fuego es en Géminis, el May Call es en Géminis, la iniciación de la humanidad es en Géminis. Por esta razón se considera que Géminis es la gran avenida para la expresión. 
En Aries y Tauro somos impresionados. En Géminis nos expresamos y en Cáncer nos sintetizamos. Así, cada signo dirige su propio trabajo. Estas son las diferentes funciones de los rudras: 

Desde el 1º al 5º Rudra – Las 5 sensaciones no funcionan si no hay rudra. 

Por ello, en los inicios de la vida, a los niños se les aconseja trabajar con los rudras. De esta manera los cinco sentidos estarán en orden. Su respiración y sus movimientos serán ordenados. Tendrán una buena pulsación, un correcto funcionamiento eléctrico, una correcta iluminación y una correcta temperatura corporal. Cuando los rudras funcionan bien en uno, la luz de los adityas se manifiesta. ¿Cómo podemos traer el reino de Dios a la Tierra? ¡Solamente a través de los rudras! Por esto por la mañana cantamos el Rudra Suktam regularmente. Si escuchamos con regularidad el Rudra Suktam y además podemos cantarlo, todo el cuerpo se pone en orden, porque los Señores de la vibración reinician todo el sistema en nosotros. 

Con este propósito, los sabios videntes védicos dieron el Rudra Suktam. Esto cobra relevancia para nosotros cuando nos sumergimos en los reinos del sonido como la clave de la transformación. 

6º Rudra – Se encarga del movimiento de expansión y contracción, es decir, del movimiento centrípeto y centrífugo, de la inhalación y la exhalación. Estos son los dos principios de la ley de la alternancia. La luz se expande y se contrae. Así es como tenemos el día más largo y el día más corto. Nosotros también crecemos y menguamos. ¡Con la edad, parecemos una naranja exprimida! Los cosméticos no pueden evitar el efecto de los rudras. Es solo nuestro espejismo. Cuando los rudras deciden contraerse, nuestra inversión en cosméticos carece de sentido. 

7º Rudra – Desplazamiento y movimiento. Los mayas, los cíclopes, los iniciados de la antigua India y Grecia, eran capaces de mover grandes bloques de piedra a través del aire. Si vamos a Grecia, encontramos grandes bloques de piedra que no parecen proceder de las cercanías del lugar. Estos bloques de piedra fueron elevados y transportados. En el Ramayana encontramos a Hanuman que, a voluntad, toma una montaña con la mano y se desplaza volando con ella. ¿Cómo es posible? Hanuman es, en sí mismo, un rudra. Así pues, los rudras pueden desplazar, reemplazar, mutar, cambiar, transportar. Por esto podemos desplazarnos de un lugar a otro, de nuestra habitación a la sala de plegarias, de la sala de plegarias al comedor. Todos estos movimientos no serían posibles sin la presencia de los rudras. Cuando el rudra no funciona en nosotros, nos tienen que llevar. Entonces los rudras funcionan en aquellos que nos llevan. 

8º Rudra – Pulsación. 

9º Rudra – El fuego eléctrico, el funcionamiento eléctrico en nosotros, como el flash de las ideas, de los pensamientos. 

10º Rudra – El fuego solar como iluminación, la luz en nosotros, que se refleja en nuestro rostro y en nuestros ojos. 

11º Rudra – El fuego por fricción, el calor en la creación y también en nosotros. El trabajo de los adityas se lleva a cabo por encima del centro del entrecejo. Desde el centro del entrecejo hasta el diafragma, e incluso más abajo, actúan los rudras. Los adityas son la luz de la conciencia, inmanifiesta. Son los devas de la conciencia. 
Los rudras son los encargados de hacerlos descender. Por ello se les conoce como los devas de la fuerza.


2.c) Vasus – Los devas de la materialización 

Los vasus son los devas que manifiestan. Son un total de ocho. Sin ellos, no hay manifestación material. Estoy tratando de encontrar las equivalencias en castellano, para que sea universal y comprensible. Si no, pensamos que es hindú. Las escrituras sagradas están escritas en sánscrito, aunque en la India nadie habla en sánscrito hoy en día, de la misma manera que vosotros tampoco habláis en latín o griego antiguo. Hay una degradación en el lenguaje en todas partes. Por ello, la Jerarquía trata de introducir los conceptos universales en una lengua universal. Cada función de los rudras se conoce por su nombre, porque el nombre le viene dado por su función. Ahora nosotros tratamos de ver la función para poder averiguar nuestro propio nombre, que es de aplicación universal. Estos ocho devas son los que hacen descender la fuerza a la materia. 

La conciencia en evolución se convierte en fuerza, y esta causa la formación de la materia. 
Entre los que se manifiestan, el primer deva es la mente. Desde el segundo al sexto deva son los cinco elementos; el 7º deva es la llama visible, que es un aspecto del fuego. El 8º deva es la densidad atómica. Así es como el átomo permanente cósmico adquiere esas ocho cualidades. El alma consigue estas cualidades a través de la vibración de los rudras y la formación con los vasus. El átomo consigue su fuerza gracias a los devas llamados rudras, y los átomos ganan densidad en el nivel de la materia. Así es como se ve todo en su triple manifestación a partir del cuarto estado. 
La mente es aquella que puede hacer descender las cosas. 

Así lo dijo Jesús hace dos mil años: “Que el Reino de Dios descienda a la Tierra, para embellecerla”. Cuanta más luz de aditya y más rudras hagamos descender a la materia, más brillará lo material como una joya. La Jerarquía así desea verlo, que todo el planeta brille y se despliegue como un loto. 
Por ello, la idea es trabajar para el planeta, como hace la Jerarquía. 

La Jerarquía no solamente trabaja para nosotros, sino también para todo el planeta. A medida que el planeta evoluciona, nuestros cuerpos también evolucionan. Este es uno de los mayores trabajos asumidos por el Maestro CVV. Debido a estos devas, las propiedades físicas, las ciencias físicas, existen como las leyes de la materia. En la materia, la fuerza se halla oculta. En la fuerza, la conciencia está oculta. Así, cada átomo es conciencia envuelta de fuerza y materia. Esta es la comprensión de la sabiduría antigua.



3. Pitris 

La tercera categoría de devas son los pitris. Los pitris son los devas de la germinación y el crecimiento. Funcionan a través de nuestra Luna, ellos causan la procreación, la germinación y el crecimiento. Su trabajo es causar el crecimiento en la fauna y la flora de la Tierra, así como el crecimiento en nosotros. Estos devas dirigen el crecimiento volumétrico relacionado con la materia, y el agua es su agente principal. La Luna y su capacidad germinativa también es la base de toda procreación en el plano físico, por lo que la multiplicidad de las especies se debe a los pitris. En sánscrito se llaman pitara, pero los orientalistas los tradujeron como pitris. Los pitris son los devas que proporcionan la objetividad a nuestro alrededor.

Sikhandins – Siete Rayos 

A partir del 10º rudra, la luz visible, emergen siete sub-categorías de rudras. 
Se trata de los siete rayos solares. Se les llama sikhandins. Encontraréis este nombre en el Tratado sobre Fuego Cósmico. El Sol también es un producto de rudra. Era demasiado luminoso, y por ello, difícil de soportar. Hay una historia en el Purana que trata de este tema. Su mujer, Sunya, no era capaz de vivir con él porque llevaba demasiada luz. Así que ella volvió con su padre y le dijo: “No puedo vivir con él. Es demasiada luz”. 

Entonces, el suegro, Viswakarma, fue a ver al Sol. Viswakarma, que es el Gran Arquitecto del Universo, le dijo al Sol que redujera su intensidad de luz, pero el yerno no accedió. Así que el suegro decidió “afeitar” a su yerno, el Sol, dejándole solo siete pelos, que corresponden a los siete rayos. Entonces Viswakarma le dijo a su yerno: “Ahora estás muy guapo y mi hija ya puede vivir contigo”. De esta manera, los sabios tienen su peculiar y divertida manera de presentar la cosmología o cosmogénesis. Encontraréis esta historia en La Doctrina Secreta. Los siete cabellos son los siete rayos. Los siete rayos también son conocidos como los siete sikhandins. 

De esta manera, hay otras categorías de devas, pero os he dado los devas básicos más importantes.
A través de los pitris aparecen los prajápatis, y debido al movimiento lunar a través de las 28 constelaciones, tienen lugar los manvantaras en el planeta. Krishna, el Señor, dice en la Bhagavad Gita: “Los Kumaras, los siete sabios videntes, los catorce Manus son mi esplendor”. Por eso cuando nos referimos a los manvantaras, que son los ciclos del tiempo, se puede establecer una correspondencia con las catorce fases lunares; hasta este punto, Él solo había cubierto una estrofa. Si entramos en detalle, estos son los devas correspondientes. 

En relación con cada deva, el Señor estará en el centro. Entre los rudras,el Señor es el número cinco. En cualquier lugar, siempre ocupa la posición central para equilibrar ambos lados. Así es como el Señor explica en la Bhagavad Gita muchos aspectos de la manifestación de lo divino. En este seminario hemos explicado hasta un determinado punto. Debéis contemplar acerca de lo explicado durante largo tiempo. Por favor, recordad los dos aswins, los doce adityas, los once rudras y los ocho vasus. Los aswins pertenecen al plano supracósmico. Los adityas pertenecen al plano cósmico. Los rudras pertenecen al plano solar, y los vasus, al plano terrestre. En cada manifestación inferior, lo superior también está presente. En el plano terrestre se hallan ocultos los planos solar, cósmico y supracósmico. De igual forma, en el plano supracósmico están ocultos los planos cósmico, solar y planetario. Nada emerge sin su ser desde el principio. 

Al desplegarse, muchas cosas se manifiestan. En una semilla, ¿no está todo el plan del futuro árbol? Un sabio vidente puede ver el árbol en la semilla con todo detalle: su número de ramas, la forma, el color y los frutos que el árbol va a dar. Aquello que no está presente en la semilla no se manifestará. Así, en el plano supracósmico existen todos los tres subsiguientes. Por lo tanto, todo está disponible en cualquier momento. Fundamentalmente se ve uno, y otros están ocultos. En nosotros también existe lo supracósmico, cósmico, solar, planetario e infernal. No hay nada que no exista en nosotros. Todo lo que existe en la creación existe en nosotros. Tengámoslo presente en nuestra mente y tratemos de llevar a cabo el trabajo con estos devas. Cuando pensamos en los doce adityas, pensamos en los doce signos solares. Cuando pensamos en los once rudras, pensamos en la pulsación, en la respiración, en la expansión, en la contracción, en el movimiento, en el calor y la luz, en el funcionamiento eléctrico. Al pensar en los vasus, relacionémoslos con la densidad, los cinco elementos, la llama. 

Cuando pensemos en los siete centros, hagámoslo en relación con los planetas, cuya síntesis es el Sol. Los siete centros que hay en el cosmos se corresponden con los siete centros que hay en el cuerpo. Cuando veamos el número siete, establezcamos esta conexión. Cuando se trata de los siete planos, los siete principios están presentes y los siete sabios están presentes también. Siempre que veamos el número siete, debemos conectarnos con esto. 

El orden es, por tanto: aswins – adityas – rudras – vasus – pitris. Este es un conocimiento básico que deberíamos retener, con el objetivo de irlo desarrollando lentamente. Hay mucha más información sobre este tema, que podríamos abordar en otro momento. Es muy interesante, porque todo ello se explica a través de historias muy bellas. En estas historias, se explican la cosmogénesis y la antropogénesis. La importancia de La Doctrina Secreta es que se proporcionan las pistas para que podamos enlazar correctamente la historia. 

Gracias.

Dr. Sri K. Parvathi Kumar.

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