sábado, 6 de abril de 2019

Lecciones sobre La Doctrina Secreta - Pymándaris



Estudiamos π y después Pymándaris. 

También es P (P)mandaris, no P (Pie) mandaris. Todo lo que decimos “i” en griego es “e” en latín. Todo lo que decimos con el sonido “a” pasa a un estado posterior. Pero en inglés viene primero. 
En sánscrito “a” va primero. Es como el padre. Después tenemos el sonido “e” que es la madre; “a” (ei en inglés) es el hijo. En inglés el sonido empieza desde el hijo. No es así en alemán, francés, italiano, español, sánscrito o telugu. La letra “a” es el gran Señor Pymándaris. 

La letra “A” es el compás. Cuando vemos la letra ”A”, ¿vemos que es un compás? 
¿Cómo hacemos un círculo con el compás? Fijamos un extremo y movemos el otro. 

El centro y la circunferencia se dibujan con la ayuda del compás. Una pierna es el padre y la otra, el hijo. ¿Cómo se relacionan? El padre es hijo, pero si el hijo actúa de otra manera, crea destino. Pymándaris nos recuerda que actuemos según la intención del padre. Actuar según la intención del padre significa hacer divyakarma. Divyakarma significa el Plan Divino. 
El Plan Divino es vivir por el bienestar de los demás. Esto es lo que el padre le dijo al hijo: “Todo este reino es tuyo, puedes gobernarlo, pero para el bienestar de la gente”. 

Cada uno de nosotros puede experimentar toda esta creación que pertenece al padre sólo de una manera, trabajando por el bienestar de los demás. Esto se cita como: “Nanyah panthah…”, que significa que no hay otra forma. Si tienes otras maneras, creas destino. Este es el juego fundamental. 

El padre creó un campo y también creó al hijo y le pidió al hijo que disfrutara del campo. 
Sólo ocúpate de vivir, de experimentar trabajando por el bienestar de los demás. 
Todas las profesiones son solamente para esto. Los reyes tienen que cuidar del bienestar de la gente. Los hombres de sabiduría, los profetas o los sacerdotes, se supone que no han de vivir de la gente, se supone que han de vivir ayudando a la gente. Lo mismo con los negocios. El negocio está pensado para sacar productos que sean útiles y que beneficien a la gente, y no otro tipo de productos. 
Producir narcóticos, productos alcohólicos, tabaco y todo este tipo de productos es una actividad de ignorancia. Si las generaciones venideras trabajan en esto, conllevará su caída. 

Esto no se sabe, porque la gente sólo mira el dinero. Incluso si te da más dinero, cualquier cosa que cause daño a la vida natural es mejor evitarlo, porque causa tu caída durante generaciones. 
Esto significa que te estás condenando para las encarnaciones futuras. Es una auto-condena ignorante. Cualquier cosa que haga, por pequeña que sea, tiene que ser para el bienestar de los demás. 
El mismo despertar de la mañana es para ayudar a la gente. Mi vida está dedicada al bienestar de los demás. Con esta actitud, me doy cuenta del amor y la belleza de la creación. Cuando lo haces de esta manera, estás en buena relación con el padre y no te conviertes en un hijo pródigo. 

Entonces disfrutas el esplendor de la creación y das plenitud a tu experiencia mientras estás aquí. Esto es lo que nos enseña el compás. Cuando te apartas de esta manera de actuar y haces cosas para ti mismo y para tu propio beneficio a costa de los demás, entonces se afianza el destino. ¡Todos estamos dirigidos por el destino! Si el destino ya estuviera decidido, ¿qué podríamos hacer ahora? Reorientarnos a la doctrina original de buena voluntad. Adaptándonos a la doctrina de buena voluntad, lentamente disolvemos nuestro destino. 

El destino sólo se disuelve de una manera, cambiando la actitud. En lugar de centrarte en ti mismo, trata de ver el centro de los demás, llega hasta ellos y ayúdalos decididamente. Cuando actúes así, no pienses que es un sacrificio. Es un proceso de liberación de tus cadenas y de tus ataduras. 
Cuanto más acumulas para ti mismo, más y más ataduras te creas. 
En tanto que llegas a los demás, creas libertad. 

Ayudar a los demás es un proceso de autoliberación. 
No debes hacer publicidad de esto. Es como si cancelaras una deuda y fueras publicitándolo. Devuelves mil rupias a alguien que te las prestó hace mucho tiempo y lo anuncias diciendo: “Devolví mil rupias”. ¡Es una gran cosa que haya devuelto el préstamo! Ponemos nuestra fotografía y decimos que devolvimos el préstamo. En tanto que lo hagas decididamente, te liberas. 
Entonces te sostienes bien como un compás, con las dos piernas. 

Las dos piernas del compás representan al padre y al hijo, el karma divino y el karma individual. Cuando el karma individual está en sintonía con el karma divino, no hay destino. 
Hasta que tu karma individual se disuelva en el karma universal, el karma trabaja en ti. 
Ese es Viswakarma, el karma universal. Hay un karma universal, la acción divina. 
Cuando te adaptas a la acción divina, estás bien. De lo contrario, tienes destino. 
De manera que nos hemos creado destino sin saber cómo. Y ahora que sabemos cómo rectificarlo sin hacer concesiones, sed implacables con las rectificaciones. 
Sed intrépidos con las rectificaciones. Rápidamente os re-asociaréis con el karma divino. 

El intelecto quiere conocer el plan divino y llevarlo a cabo. El plan divino es ayudar a tu vecino. Primero empieza con esto. ¿Quién es tu vecino? La persona próxima, quizás tu mujer, a la que puede que no hayas tratado bien. Vecino no significa el de la casa de al lado. El que está cerca de ti, a tu lado, es el vecino. Puede ser cualquier desconocido con el que te encuentres. Si no tratamos de cuidar a la persona de al lado y hacemos muchas cosas, eso es glamur. 

El glamur del servicio descuida a tu propia gente en casa. Empecemos por los que están más próximos, y poco a poco llegaremos a los demás. Cuando hay un deber en casa, lo evitamos y tratamos de ir a algún lugar a hacer servicio. Estás en una ilusión. Las obligaciones próximas no se cumplen y tratas de hacer servicio. ¿No es una paradoja? Esto es porque nadie nos dice apropiadamente qué hacer. Empieza en la vecindad inmediata y crece de la vecindad al barrio, del barrio al distrito. Cuando hay una necesidad próxima, ¿por qué piensas en una necesidad distante? ¡Allí donde se te necesite, allí tienes que estar! Si no se te necesita en la proximidad y se te necesita en un lugar distante, ves al distante. Si se te necesita en la proximidad, hazlo en la proximidad. Alguien me preguntó: ¿Por qué siempre vas allí a enseñar? 

Le dije: Porque quieren mis enseñanzas. ¿Por qué no enseñas aquí? ¡Porque no hay nadie que quiera estas enseñanzas! Tienes que estar allí donde se te necesita. Donde haya necesidad de ti, allí estás y sirves. Donde no hay necesidad, ¿qué haces allí? ¡Nada! ¿Cómo surge la necesidad? 
Es en base a la deuda en la que has incurrido. Si has incurrido en deudas distantes, cumples con ellas en la distancia. Si has incurrido en deudas próximas, habrá obligaciones próximas. No te puedes enaltecer diciendo que estás haciendo un servicio enorme. Es una cuestión de sintonía. 

Esta sintonía es importante. Esto es Pymándaris, el compás. Si no lo hacemos, estamos atados por la cuadratura del mundo. El mundo está en cuadratura contigo. Cualquier cosa que esté en cuadratura significa que crea conflicto. De manera que en un estado de conflicto, ¿cómo lo resuelves? A través del servicio. Cuando hay una cuadratura asentada en el compás, es un estado de atadura. El compás tiene que estar por encima de la cuadratura. Este es el estado de un Maestro. ¿Cómo lo sitúas por encima de la cuadratura? Sirviendo a la cuadratura, a la sociedad y a todas las vidas de tu entorno. Hasta que no hayas cumplido con tu obligación, no eres libre. Esa libertad que disfrutas es lo que se llama moksha. La liberación es un estado en el que no estás condicionado por nada. Madame Blavatsky habla de Pymándaris y de la masonería con la que se relaciona. 

Hoy en día la masonería ha degenerado en una cuestión aristocrática. Es muy aristocrático que todo se haga en secreto. ¿Quién es seleccionado como masón? Aquel que ha demostrado servicio en el mundo externo es seleccionado para una ulterior iluminación. Pero luego se convirtió en una moda estar en algo secreto. Y después todas las personas importantes empezaron a unirse. Todos aquellos que tienen influencia se unen a la masonería. De manera que el orden masónico ha decaído. Madame Blavatsky creó una vez más un nuevo orden de masonería con la ayuda del Maestro Saint Germain. Pero incluso esto tiende a ser aristocrático. El problema del ser humano es que si se le dice algo en secreto, se siente grande. Cuando te sientes especial estás perdido, te vas por el desagüe. Cualquier persona que se sienta especial se va por el desagüe. La cuestión es no sentir nada sobre uno mismo y disolverse en Él. Si empiezas a sentirte especial, eso empeora las cosas. 

Te insultas cuando hablas de ti mismo. No te insultes hablando de ti mismo. 
Y si hablas gloriosamente de ti mismo, ya es ponerle la guindilla encima. Así es como intenciones muy buenas se convirtieron en grandes espejismos en la masonería. Es fácil caer en el espejismo en cada momento. Lo que hemos hablado sobre la doctrina secreta también puede tener un especial efecto negativo en nosotros. ¡Puede ocurrir! Eres un Pymándaris con dos piernas. Las dos piernas tienen que estar coordinadas. Si no están coordinadas, no puedes caminar. Así que, simbólicamente, son el padre y el hijo. Cuando caminan juntas y coordinadas, es muy bello y esplendoroso. 

Es un obsequio para la vista. De esto es de lo que habla el compás. Esto es la letra “A”. De manera que recordad el compás y caminad mano a mano con el padre. Para caminar mano a mano con el padre, necesitas seguir la ley de la acción. La ley de la acción es la primera ley de la que habla el Bhagavadgeeta. La primera ley de la que habla Krishna es la ley de la acción. Establece la acción correcta. Poco a poco, todo se pondrá en orden.

Dr. Sri K. Parvathi Kumar.

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