Invocación
OM
Sam no mitra sam varunaha
sam nobhavat
varyama
samna indro brihaspatih.
Sam no Vishnururukramah.
NamoBrahmane,
Namaste vayo!
Twameva pratyaksham Brahmaasi,
Twameva pratyaksham Brahma vadishyami,
Ritam vadishyami, satyamvadishyami,
tanmaavavatu, tadvaktaramavatu,
avatu maam,
avatu vaktaaram,
OM Santhi Santhi Santhih.
Nosotros recitamos la invocación védica “Samno
mitra…” por la mañana y por la tarde. “Vayu” significa aire.
“Agni” significa fuego. “Namaste Vayu” significa: “¡Saludos
a ti, oh aire!”. “Tvameva pratyaksham Brahmasi” significa:
“Tú eres el perceptible Brahman”.
El Veda no habla del fuego como el Brahman
perceptible. Habla del aire. “Twaameva pratyaksham Brahma
vadishyami” significa: “Ciertamente, yo declaro que tú eres
el Brahman perceptible”. Decimos “Dios es”, pero no lo
podemos ver. Decimos “Brahman es”, ¡pero no lo vemos!
Ver es creer para el ignorante.
El ignorante solo cree lo
que ve. Los hombres de conocimiento, sin embargo, ven
lo que otros no pueden ver. Por eso se dice que tienen
la “visión interior”, que es la que te lleva a la visión.
La
materia es visible, el agua es visible, el fuego es visible y el
akasha es visible. Sin embargo, el aire no es visible. Pero
¿podemos decir, entonces, que el aire no existe? El único
elemento del que nadie puede negar la existencia, aunque
no sea visible, es el aire.
No digamos, por tanto, que lo que
no es visible no está aquí. Si los Maestros de sabiduría no
son visibles, ¡no digas que no están aquí! La belleza del aire
es que nadie pude negarlo, aunque sea invisible. ¿En qué
medida reconocemos el aire? Lo damos por garantizado.
Nuestra auténtica existencia se la debemos al
aire. Hablamos de las respiraciones ardientes. Madame
Blavatsky habla de la respiración ardiente desde el principio
de La Doctrina Secreta. La exhalación proveniente de lo
Absoluto lo genera todo, y la inhalación causa la retirada del mundo entero al interior de Brahman. Con la ayuda
del aire, todo se manifiesta y todo desaparece.
El aire
preside ambos movimientos. Para el movimiento vertical,
el aire es necesario. También lo es para los movimientos
horizontales, rotacionales y en espiral. ¡Sin aire no hay
creación! De este “aire” es del que trataremos de hablar
durante este encuentro grupal.
Existen siete variedades de movimientos llamados
maruts. Marutha significa viento. Puede haber un viento
ardiente, devastador, placentero, caluroso, frío, en forma
de tornado o de remolino que te levanta del suelo. También
puede haber un viento dador de vida, etc.
Cuando hablamos del aire, hablamos también del
fuego. Cuando hablamos del aire, hablamos también de la
pulsación. Por ello se considera que el aire es el auténtico
Señor de la creación. En la ciencia del yoga, se considera
que el aire es el Maestro. El aire te puede llevar a la luz, y
también a la oscuridad.
El aire te puede conducir al cielo
o al infierno. El aire te puede elevar al séptimo plano
de existencia. La belleza del aire no puede describirse
en su totalidad. Tratamos, por ello, de reconocer su
importancia en nuestra evolución. Si el aire así lo decide, la
evolución puede ser muy rápida. ¡Tal decisión ha ocurrido
recientemente! Es lo que llamamos la era de Acuario. La
era de Acuario significa la era del aire.
La energía acuariana
está a nuestro alrededor para elevar a la humanidad.
Si
la humanidad no coopera, el aire nos barre ¡de la misma
manera en que nosotros barremos un montón de polvo
con un plumero! Este es el miedo que tenemos hoy en día.
¿Quién puede quitarnos de en medio? Solo el aire puede
hacerlo. Ha habido situaciones semejantes en el pasado
con el fuego y el agua. En la era de Acuario, el aire nos
barre porque es “la escoba cósmica”.
Tres aires: Acuario, Géminis y Libra
Si seguimos el viento de Acuario, podemos ascender verticalmente o ser barridos.
A lo mejor nuestra comprensión del aire y de sus aspectos nos puede ayudar a orientar el aire interno, y de esta forma, orientar el aire externo. Si hablamos del aire cósmico, nos referimos a Acuario. Si hablamos del aire en el interior y el aire en el exterior, lo hacemos de Géminis. Si hablamos del aire alrededor del planeta Tierra, estamos refiriéndonos a Libra. Existen 3 signos de aire en astrología: Acuario, que es eléctrico, Géminis, que tiene un movimiento ascendente y descendente, y Libra, que nos ayuda para que el funcionamiento del aire sea el adecuado en las regiones infraumbilicales. Tres aires nos gobiernan. Hasta el diafragma, nos gobierna el aire de Libra.
Desde el diafragma hasta la laringe, nos gobierna el aire de Géminis.
La cabeza está gobernada por el aire de Acuario. Aunque tengamos cabeza, ¡es el aire del estómago el que gobierna, incluso sobre el aire de la cabeza! Esto ocurre porque somos seres orientados hacia el estómago. Cuando digo “estar orientados hacia el estómago”, quiero decir que nosotros queremos “ingerir” muchas cosas. No solamente alimentos, sino que queremos “ingerir” dinero, poder, sabiduría… y algunas personas quieren “ingerir” personas. Intentar controlar a la gente con poder y dinero es “ingerirlos”. Por tanto, aunque tengamos cabeza y tórax, es el aire del abdomen el que controla las 3 partes del ser humano.
Así que primero debemos limpiar el estómago. Cuando limpiamos lo que no necesitamos, entonces lo necesario puede llenarnos. En el ayurveda, por ejemplo, si hay mucho desorden estomacal, se propone una práctica para limpiar el estómago, ya sea a través del vómito o de la diarrea.
En ambos casos se lleva a cabo la limpieza para poder establecer la salud. De la misma manera, el yoga o sendero del discipulado sirve para limpiar todo lo “ingerido” en previas encarnaciones.
El aire nos ayuda a limpiar. Por favor, recordad que sin aire no hay nada.
Si el aire no trabaja adecuadamente, no puedes vomitar. Hay un prana llamado udana prana, que está dirigido por udana vayu. Es el aire que te permite toser, tener hipo y eructar. Hay otro vayu llamado apana vayu. Permite defecar. Sin Hanuman no existiría el Ramayana. Asimismo, sin la gran águila, el segundo Logos, Vishnu, no podría desplegarse. Sin la pulsación, nada puede descender ni ascender. Todas estas son inteligencias cósmicas del aire. En el Mahabharata se menciona al “segundo hijo de la luz”. Sin él, los “cien hijos del Rey Ciego” no habrían podido ser eliminados.
En las escrituras sagradas, además de un Avatar, también hay un “Avatar aéreo”.
Un Avatar desciende como fuego y aire, porque el fuego solo no puede hacer nada. Necesita la ayuda del aire.
Sin un auténtico discípulo, un Maestro no puede hacer nada. El discípulo es el vehículo. El vehículo para cualquier cosa en la creación es el aire. Para traer cosas valiosas a la vida necesitamos el aire. También se necesita el aire para destruir las cosas innecesarias. Hay miles de dimensiones acerca del aire. Existe un Purana llamado Vayu Purana. Tal es la importancia del aire. Cuando este aire funciona en los 7 planos, se convierte en los 7 vientos. Estos vientos tienen sonidos sutiles o densos. Por eso se llaman “maruts”.
Vayu y los siete Maruts
Vamos a tratar de adquirir una correcta comprensión
acerca de estos siete vientos llamados maruts. “Marutha”
significa viento. Los maruts son las inteligencias
relacionadas con los vientos. Existen siete vientos,
llamados “saphta maruthas”, y las siete inteligencias
relacionadas con ellos son los “saphta maruts”.
Marutha es el viento, y marut, la inteligencia que
dirige al viento. A menos que el viento sea favorable, no
podemos actuar. A menos que el viento sea favorable,
el viaje del alma no es alegre. La cooperación del viento
es muy importante. Los siete vientos están dirigidos por
las siete inteligencias llamadas maruts. Para ello, debemos
invocar regularmente la fuente de los siete vientos,
que es el aire cósmico llamado Vayu. Debemos ofrecer
nuestros saludos a Vayu regularmente. Como decía
al principio, recitamos esta invocación pronunciando
“Namaste Vayu”, y “Twameva pratyaksham Brahmasi”, que
significa: “Tú eres el Brahman perceptible”; y “Twaameva
pratyaksham Brahma vadishyami” significa: “Ciertamente,
yo declaro que tú eres el Brahman perceptible”. A menos
que obtengamos el favor del perceptible Brahman, no
podremos experimentar nada de Brahman, desde lo
más espiritual a lo más material.
A menos que Vayu sea
favorable, no podemos experimentar los distintos planos
de existencia, ya estén estos en el plano material, vital,
mental, búddhico, de bienaventuranza, átmico (alma individual) o paramátmico (alma universal). Vayu es la
base. Vayu, en su aspecto séptuple, son los siete maruts.
Vayu, o la inteligencia cósmica del aire, es una de las
quince inteligencias cósmicas. Si Vayu no funcionara, habría
conexión y desconexión. Los siete maruts dirigen los siete
vientos. Los siete vientos tienen su origen en la inteligencia
cósmica Vayu, que emerge de Rudra. Rudra es la inteligencia
principal de la Persona Cósmica. De la Persona Cósmica
emergen Rudra, Vayu y los maruts. En la jerarquía de los
maruts, se encuentra, en primer lugar, la Persona Cósmica;
en segundo lugar, Rudra; en tercer lugar, Vayu; en cuarto
lugar, los maruts. Así es el despliegue cuádruple. Y ¿de dónde
ha emergido la Persona Cósmica? Del huevo cósmico.
¿De dónde ha salido el huevo cósmico? De los veintisiete
elementos que emergen de la naturaleza cósmica. ¿De dónde
viene la naturaleza cósmica? De Parabrahman o el Dios
Absoluto. De esta forma es como debemos relacionarlo todo
y estudiar. La enseñanza tiene una continuidad.
Tenemos
que escuchar una y otra vez, ya que solamente a través de
la repetición se asimila la sabiduría. Experimentamos la
sabiduría cuando la asimilamos y la vivimos.
La Persona Cósmica es el Dios en la creación. La
Persona Cósmica está constituida por quince inteligencias.
La creación décupla procede de la Persona Cósmica. Así es
como, en todo lo que se enseña, se explica la cosmogénesis
para que la comprendan aquellos que se hallan en el sendero
de la búsqueda. Aquellos que van en busca de la sabiduría
deberían tener continuidad con las enseñanzas.
Cuando
mantenemos la continuidad en la enseñanza, la sabiduría se establece en nosotros.
Cuando se ha establecido en nosotros,
se puede experimentar.
La sabiduría experimentada se puede
explicar en términos sencillos.
Cuando no se experimenta ni
se asimila, nos parece griego o latín.
Hoy en día no podemos entender sánscrito, latín
o griego, porque hablamos lenguas derivadas de estas.
Todas las lenguas que se hablan hoy en día son producto
del sánscrito. Del sánscrito se derivan el griego y el latín,
y de estas dos proceden las lenguas occidentales. También
del sánscrito derivan todas las lenguas de la India. Cuando
hablamos nuestra lengua, nos olvidamos del griego, latín,
sánscrito, senzar, etc. La sabiduría se presenta de dos formas.
De Brahman a atman, de atman a buddhi, y de buddhi a manas.
Esta es una vía. Se la llama vía descendente. Desciende por
la escalera. La otra vía es “ascender la escalera”. De manas a
buddhi, de buddhi a atman, y de atman a Paramatnam. Los dos
métodos son frecuentes. El primer método se llama “de lo
no familiar a lo familiar”, y el segundo método se denomina
“de lo familiar a lo no familiar”.
Del Centro a la Circunferencia
La historia es de los maruts a Vayu, de Vayu a Rudra, y
de Rudra a la Persona Cósmica y de la Persona Cósmica a
los 27 elementos que son responsables del plano cósmico.
Entonces llegamos a la naturaleza cósmica, y finalmente,
a Parabrahman. Para ello, siempre es mejor empezar
desde lo familiar a lo no familiar, es decir, del centro a
la circunferencia. Es más fácil moverse desde el centro
a la circunferencia que no de la circunferencia al centro,
porque cada uno de nosotros es un centro desde el cual,
en cualquiera de los 360º que nos orientemos, llegamos a
la circunferencia. De este modo, empezamos explicando
los maruts, nacidos de Vayu, y este, nacido de Rudra.
Rudra nace de la Persona Cósmica, que a su vez nace de
los 27 elementos, que nacen del impulso cósmico que
es la naturaleza cósmica, que surge de lo Absoluto. Para
empezar, esto tiene que resultarnos familiar.
Para cuestiones de comprensión, los siete maruts
pueden considerarse como 3+1+3.
Tres maruts tienen una
doble cualidad. El cuarto marut es neutral. El 5º, 6º y 7º
maruts no llevan la doble cualidad, es decir, no están en
la dualidad. Así pues, hay tres maruts en la dualidad, uno
neutral y tres más allá de la dualidad. Estos siete pueden
verse también como tres arriba, tres abajo y uno en medio,
que representa el punto de unión.
Siempre que nos encontramos con el número siete,
desde el punto de vista ocultista se nos pide que lo veamos
como un triángulo con el vértice orientado hacia arriba, un
triángulo con el vértice orientado hacia abajo y un punto
central. También puede entenderse como un triángulo
sobre un cuadrado. Esta es la mejor situación del siete,
aunque también lo podemos ver como un triángulo con el
vértice hacia abajo insertado en un triángulo con el vértice
hacia arriba, y en la intersección de ambos, el centro. Este
es el símbolo del siete.
Es lo que conocemos como el
“Sello de David”, “Templo de Salomón” o SOL-OM-AN.
Hace años, en los inicios de estas enseñanzas, en
Alella, durante un May Call, se comentó en detalle el tema de los triángulos y los cuadrados: qué es un cuadrado, qué
es un triángulo, qué es un triángulo sobre un cuadrado,
qué es un triángulo con el vértice hacia arriba dentro de
un cuadrado, qué es un triángulo con el vértice hacia abajo
dentro de un cuadrado. Todo esto está enseñado. Estos son
los estados del ser humano. Vivimos en un cuadrado, es
decir, en una caja.
En esta caja, cuando estamos orientados
solo hacia lo material, el triángulo está invertido, es decir,
tiene el vértice hacia abajo dentro del cuadrado.
En enseñanzas avanzadas, el profesor dibuja un
cuadrado y un triángulo en su interior con el vértice hacia
abajo, pero con un punto en su centro.
Esta es una
representación y enseñanza simbólica del hombre
mundano. Las tres cualidades que hay en él se orientan
hacia abajo, la materia. Si, por el contrario, el vértice está
orientado hacia arriba en el interior del cuadrado, se dice
que el ser humano es un aspirante. Cuando el triángulo
con el vértice hacia arriba está en el interior del cuadrado,
es decir, cuando la aspiración trata de ascender, entonces
se produce una retirada de la objetividad. Entonces el
cuadrado se convierte en un triángulo inferior.
El triángulo con el vértice hacia abajo en el interior
del cuadrado representa al hombre mundano.
El triángulo
con el vértice hacia arriba en el interior del cuadrado
representa al aspirante que trata de romper el bloque. ¡Trata
de hacer un agujero en la caja! Tenemos casas como cajas
y tenemos casas con un triángulo sobre la caja. El hombre
mundano es un triángulo con el vértice hacia abajo dentro
de la caja. Se dedica a dar plenitud a sus deseos corporales
relacionados con la comida y el sexo, y está básicamente
preocupado por su vida mundana.
La mayor parte de
las personas, hoy en día, están preocupadas por su vida
mundana. Encontramos muy pocas personas preocupadas
acerca de la vida divina.
Cuando invertimos el triángulo y este, dentro del
cuadrado, tiene el vértice hacia arriba, significa que eres
un aspirante. Si estás preocupado por lo mundano y solo
hablas de Blavatsky, Bailey, etc., te autodecepcionas. Cuando
realmente estás orientado hacia la aspiración divina, el
aire te eleva, es decir, el triángulo te eleva lentamente por
encima del cuadrado. Simultáneamente a este movimiento,
el cuadrado se transforma en un triángulo. Esto significa
que ya no estás tanto en lo mundano.
Tenemos los siete
aires o vientos. Tres tiran de ti hacia abajo, tres lo hacen
hacia arriba, y en el centro te puedes relacionar hacia arriba
o hacia abajo. Debe haber un equilibrio entre la fuerza que
te eleva y la que te hace descender. Si la fuerza elevadora es
superior a la fuerza descendente, estás fuera del cuerpo y
no puedes crecer. Debemos asegurarnos de que hay tanta
fuerza elevadora como fuerza descendente, y que la fuerza elevadora es superior a la que nos hace descender, de tal
manera que podamos “permanecer en el mundo, sin ser
de este mundo”.
Punto Medio - Yoga
Hay una forma de estar con el mundo sin hundirte
en él. Es el llamado estado de yoga. Estás con él, pero
no estás en él. “Con él”, significa de forma amistosa.
No rechazas ni niegas nada. Renegar del mundo no te
convierte en un discípulo ni en un yogui. Embellecer el
mundo es el trabajo del discípulo o el yogui. Hundirte en
el mundo te convierte en un esclavo del mundo. Flotar
sobre el mundo, trabajar para el mundo evitando hundirte
en él, es el trabajo del yogui. Si es preciso, el yogui puede
ir todavía más arriba. Se trata de “ser (estar) y no ser (no
estar)” a la vez. Es un bello concepto que solo un yogui
puede experimentar, “ser y no ser”.
Estar en el mundo cuando sea necesario y estar
fuera del mundo cuando no sea necesario. A esto se le
llama “amistad en el mundo”. No abrazas todo lo que es
mundano, pero tampoco niegas ni rechazas todo lo que es
mundano. Existe la belleza del mundo, porque también es
divino.
Debes saber cómo relacionarte con el mundo. Así
pues, hay que equilibrar los tres vientos superiores y los
tres vientos inferiores. El equilibrio se halla en el cuarto
aire, el aire medio. El aire medio es el mejor lugar.
Géminis es el aire medio, el cuarto aire.
Géminis. Signo de Iniciación
Géminis se relaciona con la humanidad. Cualquier
individuo habla de la luna llena de Géminis como la luna
llena de la humanidad. ¿Cuál es el mensaje de Géminis?
Géminis nos transmite el mensaje de “ser (estar) y no
ser (no estar)” con el mundo mundano y supermundano,
permaneciendo entre los dos. Esta es la sabiduría de
Géminis.
Para compartir esta sabiduría, Moisés llevaba a cabo
iniciaciones en el mes de Géminis, así como Maitreya y
el Maestro CVV. Todos aquellos que saben, trabajan en
el mes de Géminis para elevar a la humanidad que quiere
ser elevada. No es para todo el mundo. El objetivo de
Géminis es elevar a la humanidad. Elevar en el sentido de
que la humanidad está encallada en el mundo, así que debe
ser elevada. Géminis ofrece el 4º aire, aunque también el 5º
aire se relaciona con él.
El 5º aire es la bienaventuranza. El 4º aire es la
sabiduría. La bienaventuranza está después de la sabiduría,
más allá de esta.
La gente desea la bienaventuranza, pero
este estado no puede alcanzarse sin la sabiduría. La sabiduría
te da la clave hacia la bienaventuranza. Sin sabiduría, la
bienaventuranza es temporal, momentánea. Si te comes
una paella, la bienaventuranza es momentánea. ¡Si estás
muy hambriento, y te comes una paella, estás en el cielo
por un momento! Pero solo es durante unas pocas horas.
Tras estas, vuelves a tener hambre. ¿No es así? Así que
no podemos considerarlo un estado de bienaventuranza,
porque es momentáneo. Cuando hace calor, el aire fresco es una bendición. Así también, cuando hace frío, el aire
caliente nos parece una bendición. Ahora bien, este estado
es momentáneo.
La bienaventuranza momentánea es como
experimentar crisis epilépticas.
Un epiléptico tiene crisis.
A veces está normal, a veces no normal, a veces contento,
muchas veces descontento. Este es el problema. El
ser humano muy pocas veces sonríe. Hay variedad de
expresiones porque en el interior no hay gozo, no hay
bienaventuranza. Para tener bienaventuranza plena en
todo momento necesitas sabiduría.
La sabiduría es el 4º aire. Todos los aires se van
dando en las escrituras sagradas. Madame Blavatsky, a
quien apreciamos mucho, dio la sabiduría sobre los siete
maruts. Habló de ello en el siglo XIX, y actualmente nos
encontramos en el siglo XXI.
Ella habló basándose en los
Puranas, los Vedas y el Bhagavad Gita.
Dejadme primero que os presente los aires que
causan los siete planos y su trabajo, y más tarde os daré los
nombres y os explicaré cómo trabajar con ellos.
Samvaha
Empiezo desde el punto central, el 4º viento. No
empiezo ni por abajo ni por arriba. Empiezo desde el
punto medio. Esta es la aproximación yóguica. Desde
el centro, estamos equidistantes de lo superior y de lo
inferior. Si tenemos planta baja, primer piso y segundo
piso, desde el primer piso nos encontramos equidistantes
de la planta baja y del segundo piso. Igualmente, si el edificio tiene siete plantas, la planta media es la 4ª. La 4ª
planta es buddhi. El cuarto centro es el corazón. Esta es
la clave. No es solo aprenderla, sino aplicarla para que se
abra la puerta. Cuando aplicas la clave, todo se abre. El
cuarto aire se llama samvaha; ahora puedes entender qué es
el 4º aire. Sama significa equilibrio. Samadarshana significa
permanecer en equilibrio en todo lo que veas, ya veas a
un Maestro o a una persona estúpida. Si no hay ningún aire
perturbado en ti, entonces esto es sama, la ecuanimidad,
porque lo que está en el Maestro está en el individuo
estúpido. Un estúpido es aparentemente un estúpido, pero
en él, “ÉL” está también presente. Así pues, cuando estás
en samadarshana, samadrishti, si puedes ver a través, entonces
eres ecuánime.
Siempre decimos: “Ve las almas”, pero solo vemos las
personalidades, y por esto nos alteramos.
Cuando vemos
las almas, no hay problema. ¡Para esto está la sabiduría!
La sabiduría es el 4º paso y pertenece a buddhi. Por debajo
del 4º está el 3º, y por encima del 4º está el 5º, es decir,
por encima de buddhi (4º) está la bienaventuranza (5º), y
por debajo está manas (3º), la mente. ¿Cómo ascendemos
y descendemos? Precisamos del aire para desplazarnos
verticalmente o para ir hacia abajo. Si no se desarrolla este
aire, no hay movimiento vertical. Con gran esfuerzo, a través
de la evolución, hemos desarrollado la habilidad de movernos
en los 3 aires inferiores. Nos podemos desplazar de lo físico a
lo emocional, y de lo emocional a lo mental. Este movimiento
también es debido a los 3 aires. En estos 3 aires (mental,
emocional y físico) nos movemos.
Estos aires son duales.
Puede haber un estado mental con felicidad o
infelicidad. También puede haber un estado emocional con
felicidad e infelicidad. Con la pareja, a veces nos sentimos
felices y otras veces nos sentimos infelices, ¿no es así?
¡Esto es emocional! A veces amamos y a veces odiamos.
La emoción es dual, así como la mente y el plano físico. A
veces nos gustan determinados lugares, y otras veces, no.
Algunos lugares nos hacen felices, y otros, no. ¿No están
todos estos planos llenos de dualidad? Hemos aprendido
a trabajar con la mente, los sentidos y el cuerpo. Hemos
aprendido a estar felices e infelices alternativamente. A
veces somos felices y a veces infelices. Cuando somos
felices, en nuestra cara se dibuja una sonrisa; cuando somos
infelices, ponemos cara larga. Puede haber felicidad mental
o infelicidad mental, felicidad emocional e infelicidad
emocional, felicidad física e infelicidad física.
Neutral. No dual
El hombre está dotado de 3 aires duales. Hay un
aire neutral que no está en un estado ni de felicidad ni
de infelicidad. Un hombre de sabiduría no está ni feliz ni
infeliz. Está en un estado de neutralidad, de equilibrio.
Esto es al principio. Cuando estás aprendiendo sabiduría,
te pones serio, ¿no?
El equilibrio no es felicidad, es un
estado neutral. No soy infeliz. Aún no he llegado al estado
de bienaventuranza. En el estado neutral, no hay dualidad.
Cuando permanecemos mucho tiempo en un estado
neutral, podemos acceder al estado de bienaventuranza,
que no es felicidad ni infelicidad. ¡Es gozo! Hay una diferencia. Cuando estás gozoso, independientemente de
lo que haya afuera, no estás infeliz ni feliz, sino que estás
en estado de gozo. Hay personas que sonríen mucho y
después lloran mucho. Aquellos que sonríen mucho van a
llorar en la misma medida. El que accede a la sabiduría no
padece estas modificaciones extremas.
Entonces viene el
siguiente paso del gozo, que es la sonrisa permanente. La
sonrisa siempre está con él. Se le llama un rostro sonriente.
No es que él sonría, sino que el interior está gozoso. Este
es un estado de seguridad.
El 5º estado de gozo es un estado seguro. Esta persona
está con la sabiduría, el gozo. Esto es lo que recomienda
Madame Blavatsky cuando habla de los maruts. A menos
que la humanidad alcance este 5º aire, el 5º marut, seguirá
en ciclos. Ella solo dice una frase.
Es para que meditemos
en esta frase. Debemos preguntarnos a qué se refiere
Madame Blavatsky con esta afirmación. La podemos leer
cuando veamos los maruts en La Doctrina Secreta. Ella dice
que solo el 5º aire proporciona el gozo; el 4º aire, no. No
habla de los aires inferiores porque son muy cambiantes:
un día estoy feliz, el otro infeliz. El Maestro me prefiere a
mí o a otros. Si el Maestro me sonríe, soy feliz. Si sonríe a
otros, no soy feliz. Este es el problema. Es por ello que el
Maestro prefiere no sonreír. Sonríe internamente ante el
infantilismo de sus seguidores.
Pravaha
Madame Blavatsky dice: “Desde el 4º hacia abajo, la
carne conquista el espíritu”. La carne no puede conquistar lo que está del 4º hacia arriba. Por ello, el 4º aire es crucial.
La cuarta raza fue crucial para la humanidad. La cuarta
raza, la raza atlante, disponía de toda la sabiduría. Algunos
sucumbieron a la materia, mientras que otros se orientaron
hacia la sabiduría. Estudiad el destino de la cuarta raza,
tal como lo explica Madame Blavatsky en el libro La
Doctrina Secreta. En la cuarta raza de esta humanidad en la
que estuvimos, muy pocos pensaron en avanzar, y muchos
no lo pensaron, sino que se deslizaron hasta los tres aires
inferiores. Así es como la historia de la humanidad consiste
en conquistar las cosas y a las mujeres de otros. En el
Ramayana se habla del secuestro de una mujer (Sita). El
Mahabharatha cuenta la historia de la apropiación indebida
del reino a través de métodos dudosos.
Los dos Itihasas son dos historias de la humanidad.
En el Ramayana se cuenta la historia del secuestro de la
mujer de Rama por un atlante.
En el Mahabharatha se relata
la historia de los hijos del Rey Ciego que, astutamente, se
apropiaron del reino de los hijos de la luz. ¡Ni tan siquiera
los nacidos en India conocen los secretos básicos del
Ramayana y el Mahabharatha! Ponen caras devocionales y ya
está. La sabiduría es diferente.
¿Cuál es la historia de la humanidad? Es la historia
del insaciable deseo por lo material, del insaciable
deseo de obtener la plenitud en el terreno material y el
insaciable deseo por el poder. Esto ya lo tuvimos en los
tiempos atlantes. Aunque nos consideremos arios hoy
en día, fuimos atlantes anteriormente. Caímos porque
nos asociamos con la carne, la materia, el sexo y el dinero. Sexo, dinero, comodidad física y poder físico
resumen toda la historia de la humanidad. Todos nos
arrastramos hacia ello. Los hombres solteros siempre
buscando mujeres, y las mujeres solteras siempre
buscando hombres. Ellos y ellas son conducidos por el
aire en el plano emocional. Se encuentran en corrientes
turbias. Dichas corrientes turbias también pueden ser
corrientes de agua limpia. Los ríos fluyen con cantidad
de lodo durante las inundaciones.
Durante una riada, las
aguas del río no están limpias porque recogen todo el
barro que se encuentra en el lecho del río y en las orillas.
Desde dentro y en los alrededores, uno reúne muchas
emociones. En una inundación, nadie puede nadar. Las
corrientes son muy fuertes. Uno se ve arrastrado por
las aguas de la inundación. Esta incluso destruye los
puentes, los márgenes, e inunda el terreno circundante.
A esto se le llama, en sánscrito, “pravaha”. Pravaha
significa corriente. Es una dualidad, porque puede
haber aguas turbias y aguas limpias. El flujo de las aguas
limpias es placentero, porque te permite ver lo que hay
en el fondo, aparte de reflejar lo superior.
Ved los lagos suizos, con unas aguas tan limpias.
Por eso se dice que Suiza es una tierra limpia, virgen,
relacionada con el signo solar de Virgo. El Maestro DK
escribe, en Astrología Esotérica, que Suiza está regida por
Virgo. Deberíamos meditar en esta afirmación. Toda
declaración proveniente de un gran iniciado requiere
que meditemos en ella. ¿Por qué dice, el Maestro DK,
que España es Sagitario y las energías de Suiza son Virgo? Tenemos que contemplar internamente para
conseguir las revelaciones necesarias. Si queremos vivir
en una tierra virginal, deberíamos tener una mente y
emociones limpias, es decir, una vida vital y un cuerpo
puro. Entonces eres un “suizo”, esotéricamente
hablando. La Tierra, en los distintos lugares, vibra con
diferentes energías. En España, por ejemplo, adquirimos
la ardiente aspiración. No para comer paella, pizzas
y todo esto. Helados, chocolates, discotecas, cenas
tardías o trasnochar dificultan nuestra capacidad para
despertarnos y levantarnos pronto por la mañana. Esto
no es español, sino lo impropiamente español.
Si no eres capaz de levantarte durante las horas
del amanecer, no te puedes considerar sagitariano,
hispánico. ¡Solo puedes decir que eres un histérico!
Originalmente, hispánico tiene otro significado. El
sonido “Ha” (hache aspirada) es un sonido ígneo. En
el nombre HPB, Helena (en inglés) tiene este sonido
de hache aspirada, ¡no es Elena! Su nombre es Helena
Petrovna Blavatsky. “Ha” es fuego, el fuego de la
aspiración que ella demostró. No hay nadie igual a ella.
HPB dice que desde el cuarto marut hacia abajo,
estos causan estragos. Te someten a fuertes corrientes
de agua, corrientes mundanas. A este marut se le conoce
como pravaha. Samvaha es el número cuatro, y pravaha
es el tres, y te puede llevar hacia arriba o hacia abajo.
El mundo nos barre con las corrientes de pravaha. Los
vientos de pravaha pueden barrernos. Así que debemos
desarrollar la habilidad para resistir.
Vam. El Sonido del Aire
Lo que intentamos es tener la habilidad para resistir
las corrientes del tiempo y del mundo. A esto se le
llama nivaha. Hasta ahora, hemos mencionado samvaha,
udvaha, pravaha y nivaha. Vaha significa “transportador”
en sánscrito. Vaha es la raíz del término “vehículo”. La
etimología nos ayuda a entender esto.
Vam es el sonido
del aire.
Conocemos el mantra “Vam Vayave Namaha”.
Cuando el aire se mueve, se llama Vayu.
Cuando
se encuentra en diferentes funciones, se llama vaha.
En sánscrito al vehículo se le llama vahana. Es un
aire que te sumerge profundamente en la materia y
te condiciona con lo material. El ser humano no es
materia. Puede trabajar con la materia, pero no es
materia. Acumular recursos materiales condiciona cada
vez más al hombre. Por ello se requiere llevar una vida
simple, sencilla. Simplificar la vida no es una tarea fácil.
Nosotros creemos que necesitamos muchas cosas. Así
que, desenfrenadamente, compramos y acumulamos
materia a nuestro alrededor. Acumulamos demasiada
materia y sufrimos.
Hay dos maneras de sufrimiento asociadas a lo
material: acumular más de lo necesario, o tener menos
de lo requerido.
El exceso o el déficit en relación a
lo material generan incomodidad. En cada punto, el
equilibrio es la clave.
Reúne cuanto necesites, no más. Hay un refrán,
en inglés, que dice: “Menos equipaje, más comodidad”.
Siempre que facturamos el equipaje en el aeropuerto estamos en tensión, puesto que llevamos sobrepeso.
Nunca podemos cerrar la maleta cómodamente. Para
cerrar la maleta tenemos que usar, no solamente las
manos, sino también las rodillas. ¡Es tanta la materia!
Imaginad cuando hay un exceso de materia en el cuerpo.
Con cuerpos tan pesados, el mantenimiento es muy
dificultoso. No nos podemos mover, ni subir ni bajar.
La materia puede ser muy pesada o muy ligera. Si llenas
de aire la materia, habrá más aire y menos materia. La
materia se aligera. La era de Acuario lo está aligerando
todo. La materia tiende a hacerse más ligera. Hoy en día
disponemos de aleaciones metálicas muy ligeras, a la vez
que muy resistentes. Es el impacto del aire acuariano.
Hablemos ahora de los aires de Libra, los vientos
de Libra.
Los vientos de Libra están relacionados con
las corrientes de pensamientos, emociones y materia, las
sanas y las insanas. Estos tres aires se relacionan con Libra.
Cuando estamos en Libra, estamos en el plexo solar, y
solo pensamos en cosas relacionadas con lo mundano.
Las corrientes de pensamiento tienden a hacernos
pesados. El flujo de pensamientos que tenemos no es
hermoso ni agradable.
Es una ventaja tener un bello flujo
de pensamiento, ni muy rápido ni muy lento. Si el flujo es
lento, tendemos a ser perezosos, pesados, descuidados,
aletargados, etc. Si los pensamientos son muy rápidos,
tendemos al apresuramiento, a cometer muchos errores,
a decir cosas involuntariamente. Hablamos, y tenemos
el sentimiento de que no lo deberíamos haber dicho.
Todo esto se produce por la velocidad excesiva de los pensamientos. El rápido flujo de pensamientos, de deseos
y de movimiento en el mundo se debe al flujo desigual de
pensamientos. Algunas personas trabajan intensamente
durante unos días, y después tienen que reposar. Por
ejemplo, si trabajan tres días, después descansan cinco
días. Esto se debe a que los pensamientos de fuego les
empujan o tiran de ellos.
El pensamiento es fuego. Los deseos son
emociones.
El flujo irregular de las aguas se traduce en
un flujo desequilibrado de las corrientes de la vida y de
la circulación sanguínea, con la consiguiente situación de
mala salud. Hay un tercer aire en relación a la materia
en Libra. Tiene que ver con la materia, su déficit, ahorro
y gestión. Todos los asuntos de dinero ocupan nuestra
mente mucho tiempo. ¿Cómo gestionar el dinero?, ¿qué
debemos comprar?, ¿cómo gestionar lo que hemos
comprado?, ¿cómo preservarlo del robo? La gente
compra muchas joyas para depositarlas después en un
banco, porque temen que se las roben en el domicilio o
cuando las llevan puestas. Muchas veces, me dicen: “No
lleves tantos anillos”. “Yo no los compré”, les digo, “así
que no me tengo que preocupar. Llegaron a mí. Todo lo
que llega, algún día se marchará”. Si mantienes tu mente
con esta actitud, no hay problema. Llega, permanece y
se marcha. No pienses que lo que tienes va a quedarse
contigo para siempre. ¡Solo nosotros permanecemos!
Nada de lo que es “nuestro” permanece.
Nosotros nos quedamos. Somos, naturalmente,
unidades de luz. La luz tiene su brillo, así que nosotros y nuestra sabiduría o ignorancia se quedan. Las otras cosas
no permanecen. Ni lo emocional, ni lo mental, ni lo físico
permanecen.
Vienen y van. La manera en que llegan y se
marchan es el trabajo de los maruts.
Cuando estudiamos astrología, hay una forma
de estudiarla. Estudiamos el trío de aire, que es el trío
más elevado. Después vienen los tríos de fuego, agua y
materia. Esta forma triangular de estudiar la astrología es
importante. Se trata de la aplicación de la ciencia de los
triángulos a la astrología. No es estudiar los signos uno
tras otro. Es bello si estudias así.
Los tres aires de Libra son el flujo de los pensamientos,
que son fuego, y el flujo de las emociones, que son aguas o
deseos. ¿Cómo se mueven los deseos en nosotros?, ¿cómo
son los pensamientos en nosotros?, ¿de qué forma se
reúne y dispersa la materia a nuestro alrededor? La materia
incluye la materia, agua y fuego corporales. Nosotros
tenemos que observarlos y equilibrarlos. El auténtico
significado del signo de Libra es el equilibrio. Mantén estos
tres aires en equilibrio, es decir, equilibra los pensamientos,
deseos, el movimiento y la actividad física. Este es el
mensaje de Libra. En el sexto capítulo del Baghavad Gita,
Krishna, el Señor, dice: “Yuktahara viharasya”, es decir, “que
tu movimiento y alimento estén en la medida correcta,
para que los tres aires cooperen entre sí”. Yukta significa
que la mente, sentidos y cuerpo están en buena sintonía.
Entonces se da cumplimiento al signo de Libra.
Cuando observamos el símbolo de Libra, hay una
línea horizontal inferior y una línea superior con una joroba. Esta joroba es muy importante. ¿Por qué esta
joroba?, ¿por qué no puede haber dos líneas horizontales?
Así es como tenemos que indagar. Nos da un mensaje:
equilibra tu mente, sentidos y cuerpo; desde esta actitud
equilibrada, relaciónate con el cuarto aire o aire de Géminis.
Si no equilibramos estos tres, aunque nos relacionemos
con la sabiduría, no funciona.
Las personas tratan de estar alrededor de la sabiduría,
pero no pueden, porque esta triple actividad del mundo está
mal establecida. El pensamiento, el deseo y los movimientos
físicos deben estar en orden. Cuando los tres están
ordenados, alcanzamos, según Patanjali, el tercer grado o
asana. Los pasos son los mismos. Cada uno hace referencia
a la misma sabiduría de una forma diferente. Asana significa
una mente estable y confortable. Aquellos que no conocen
el yoga hablan de una postura estable y confortable del
cuerpo. No se trata de una postura estable y confortable del
cuerpo, sino de la mente. Si la mente está estable, el resto,
que se halla por debajo, estará estable.
La giba, en la línea
superior del signo de Libra, sugiere que te puedes relacionar
con la sabiduría, que es el cuarto paso del yoga. El cuarto
paso del yoga está relacionado con el cuarto marut.
Después de Libra, tenemos Géminis. De los tres
aires, Libra es el aire más mundano. Géminis guía hacia
algo más allá de la mente. El Señor de Géminis es
Mercurio. Los Señores de Libra son la Luna y Saturno.
Saturno proporciona la estabilidad necesaria. También se
dice que Venus es el Señor de Libra, pero esto ocurre más
tarde. La belleza de Venus en Libra es para aquellos que han realizado Géminis. Para ellos la vida es bella, no para el
individuo mundano. Para este último, aunque tenga la Luna
en Libra, no puede entender la belleza del mundo, porque
tiene un entendimiento diferente de la belleza. Entiende
la lujuria como belleza. Venus en Libra es la belleza del
hombre sabio en relación con el mundo, puesto que tiene
un acercamiento bello hacia el mundo. Como regentes de
Libra, tenemos, pues, la Luna, Venus y Saturno. Trabajar
con Saturno con disciplina es el primer paso que nos
lleva al equilibrio necesario para alcanzar, más adelante, el
cuarto aire, viento o marut. Como he dicho anteriormente,
el cuarto y quinto aires están en Géminis. Un aire vertical
está relacionado con la sabiduría, y el otro aire vertical, con
la alegría interna, la pulsación interna. Hay una pulsación
externa audible. Cuando llegas a la pulsación interna o
pulsación sutil, estás en contacto con el quinto aire, que
te proporciona alegría.
Solo cuando te encuentras en el
corazón interno puedes decir que estás gozoso, porque allí
has entrado en lo más sagrado de lo sagrado. Si nos fijamos
en las meditaciones dadas por el Maestro DK, él se refiere
al loto de doce pétalos y al loto del corazón. ¿Qué es el loto
de doce pétalos y el loto del corazón? Para nosotros es lo
mismo, ¿cierto? La gente, generalmente, habla del loto del
corazón de doce pétalos.
El loto de doce pétalos es la puerta de entrada hacia
el morador interno, en donde estás pleno de alegría. Es
gracioso, porque solo un adepto cuenta estos secretos.
El
Maestro DK propone esta meditación triangular: loto de
doce pétalos, loto del corazón y ajña.
¿Qué significa esto?
El corazón exterior, el corazón interior y ajña. Esta es la
meditación triangular para conseguir la tercera iniciación.
También da un triángulo aquí. Vamos del corazón externo
al corazón interno, y de este, a ajña. Meditad así si queréis
alcanzar la tercera iniciación.
Es una meditación para una
iniciación que se llama la tercera iniciación.
No puedes
llegar aquí a menos que hayas limpiado los tres primeros.
La vida es como gestionar un cesto de ranas. No paran de
saltar fuera del cesto. Mientras tratas de ir a buscar aquellas
ranas que han saltado del cesto para volver a ponerlas en
él, otras ranas han saltado ya. Cuando hemos logrado
coger a estas otras ranas, unas terceras saltan del cesto. Es
una historia interminable. ¡Tenemos problemas que nunca
tienen fin! Problemas económicos, de salud, de pareja, con
los hijos, con el jefe.
Un problema u otro te coloca en los aires de Libra.
¡Y decimos que tenemos problemas económicos! No es
que la situación empeore, sino que tenemos la sensación
de que está empeorando. No puedes decir que estés en
recesión cuando tienes más coches, más edificios y más
comodidades. Cuando construyes demasiado, y crees que
necesitas todo esto, siempre te sientes pobre. Si construimos
nuestro sistema pesadamente, es costoso mantenerlo a este
nivel.
¿Por qué no lo simplificamos? Algunos grupos dicen
que no pueden asistir a un encuentro grupal por falta de
dinero. Ahora bien, si vemos el dinero gastado a lo largo
del año, lo que pagamos por un encuentro grupal es muy
poco. ¿Cuánto gastamos innecesariamente? Hay un gasto
económico excesivo, por eso no hay dinero.
Decir que no hay dinero es un espejismo. Hay suficiente dinero si sabes
organizar tu vida. Cuando cobramos 1.000 euros, decimos
que no tenemos dinero. Cuando cobramos 2.000 euros
al mes, seguimos diciendo que no hay dinero. Cobramos
3.000 euros, no hay dinero. 4.000 euros, no hay dinero.
¿Sabéis por qué? Porque seguimos la regla económica que
dice que los gastos tienen que igualar los ingresos. Así que
siempre hay un problema económico.
Muchos de nuestros problemas nos los hemos
creado nosotros mismos, y con este panorama, ¿dónde
está el tiempo para meditar? No hay tiempo para meditar.
Además, aunque nos sentemos a meditar, la cabeza está
llena de problemas económicos, familiares, de salud,
laborales, de grupo.
La cabeza está relacionada con el aire
acuariano. El tórax es aire de Géminis, y el abdomen, aire
de Libra. Por ello los libros del Maestro DK, sean de Bailey
o Blavatsky, quedan tan lejos. No hay tiempo. Esta falta de
tiempo es un espejismo. La falta de dinero es un espejismo.
Muchos problemas son ilusorios, otros son genuinos. Los
tres aires o los tres vientos pueden causar caos, pero este
mundo es muy bello. Conoces la belleza del plano físico,
emocional y mental solo cuando estás por encima de ellos.
Si estás sumergido en ellos, no lo puedes ver. Si estás en
la corriente del río, no puedes ver la belleza del río. Si
te encuentras en el valle, no puedes ver la belleza de las
cordilleras. Si estás en el mundo, no percibes su belleza.
Ves la belleza desde arriba, y disfrutas de la belleza de la
diversidad. Desde esta perspectiva, España es hermosa,
Suiza es hermosa, Alemania, Bélgica, África, el desierto ytodo lo que te rodea es bello. Esta belleza está relacionada
con Géminis, y experimentas mucha más belleza cuando
llegas a Acuario. Necesitamos superar los tres aires de Libra.
Permanece firmemente en el cuarto aire, para que la materia
no conquiste el espíritu. Si permaneces en el cuarto aire,
puedes trabajar para el quinto y el sexto aires.
Hablaremos
del quinto, sexto y séptimo, para, seguidamente, ascender
a Vayu, Rudra, y concluir con bonitas historias sobre
aquellos que adquirieron la maestría sobre el aire.
Si llegas a dominar estos aires, eres un mago puro.
Si adquieres la destreza sobre los tres aires inferiores,
también eres un mago. El fuego, cuando se asocia con el
aire, hace la magia posible. El fuego por sí solo no puede.
Sin un vehículo, no nos podemos desplazar. Este es el
caso del segundo Logos, que tiene como vehículo a un
Águila. El primer Logos tiene como vehículo al Toro, que
representa el habla como vehículo. El tercer Logos posee
el Cisne volador como vehículo. Nosotros tenemos este
cuerpo como vehículo. Nuestra personalidad y el cuerpo
son un bello vehículo. Tiene todas las posibilidades. Puede
volar, hablar. Puede hacer muchas cosas. No hay nada
semejante al cuerpo humano en toda la creación. Por esto,
de tiempo en tiempo, incluso los ángeles nacen en un
cuerpo humano para disfrutar de la alegría que ofrecen sus
múltiples posibilidades.
Nara – Narayana
Los siete maruts dirigen los siete planos en el
microcosmos, que es el ser humano, y en el macrocosmos,que es la Persona Cósmica. Son los impulsores del
movimiento en todos los siete planos. El séptimo plano
que hay en nosotros es el plano donde nos encontramos
con la Persona Cósmica, y es lo que llamamos sahasrara.
El sexto plano en nosotros se llama ajña o centro de la
frente. El sexto (ajña), es el lugar del alma o del hombre.
Cuando uno reside en ajña, se dice de él que es el rey. La
corona del rey es para honrar a sahasrara, en donde existe
la Persona Cósmica y su toque. Por eso existe la tradición
de que los reyes lleven corona. Cuando el sexto y séptimo
plano, es decir, ajña y sahasrara, permanecen conectados,
el ser humano está en contacto con lo Divino.
El cuerpo
del hombre divino se extiende hasta el corazón, que es
el cuarto plano, el cuarto centro.
El séptimo centro, de
abajo hacia arriba, es sahasrara, y representa a “Dios en el
hombre”. El sexto centro es ajña, y representa al “hombre
en Dios”. Al primero se le llama, en sánscrito, Narayana, y
al segundo, Nara. Juntos, son Nara y Narayana.
Narayana es un sonido sagrado de cuatro sílabas. Se
dice que aquel que ha realizado el sonido de cuatro sílabas
ha completado la construcción del templo. Durante la
época atlante había un gran templo llamado Ibez. Este
templo consistía en la comunión del Hombre Cósmico y
el hombre individual. Aunque Ibez tiene cuatro letras, no
está en sintonía con el sonido original tetrasilábico. Para
más detalles sobre Ibez, os podéis remitir a las enseñanzas
del Maestro Tibetano o Maestro Djhwal Khul. En los
tiempos atlantes, pues, el templo de Ibez estaba activo.
Esto significa que “Dios en el hombre” y “el hombre en Dios” se encontraban en comunión. Esta comunión daba
como resultado un hermoso vehículo para el hombre.
Al
vehículo, en sánscrito, se le llama vahana. Vahana significa
el cuerpo de los siete maruts.
Nara y Narayana disponen de
un bonito carruaje que es producto del aire y del fuego.
Este es el secreto de la carroza dorada en la que Krishna
y Arjuna suman sus esfuerzos durante la guerra del
Mahabharata. Es importante que se conozca esta historia
en relación al trabajo del aire y el fuego. Las historias del
Mahabharata están llenas de simbolismo. Aparentemente,
son historias bonitas, pero llevan en sí un profundo
simbolismo. Así también ocurre con el Ramayana, que está
lleno de simbolismos.
Para permitir la formación de un cuerpo en el que
los maruts estén de acuerdo entre sí, es importante que
el alma se relacione con la superalma. El alma se mueve
con la ayuda del sexto marut, y la superalma, con la ayuda
del séptimo marut, el más elevado. Muchos de vosotros
habéis visto la película Avatar. Recordaréis el ave, y cómo
lo domina el protagonista de la historia. Esta ave es la
representación del principio de Garuda, la gran águila.
El
águila se mueve en los siete mundos. No se trata de las
águilas que vemos. El águila del Señor se mueve en todos
los siete planos.
Con la ayuda de Dios, el águila del ser humano
también puede moverse en los seis mundos o planos.
Permaneciendo conectado con el séptimo plano, el hombre
se mueve fácilmente en los seis planos restantes, es decir,
el plano del alma y los otros cinco planos: plano de la bienaventuranza, sabiduría, pensamiento, deseo, materia.
Estos cinco planos constituyen el terreno de juego para el
hombre que reside en el sexto plano (ajña).
Permaneciendo en ajña, uno puede gobernar su
propio reino. Aquel que es capaz de autogobernarse,
adquiere la habilidad de gobernar y proteger a otros. Este es
el entendimiento original de lo que es un rey. Un auténtico
rey es un individuo que posee un autogobierno máximo.
Por ello, ofrece este gobierno a una gran cantidad de seres.
De la misma manera, un Maestro, que es un raja yogui, es
decir, un yogui real, puede gobernar a aquellos que le siguen.
Un Maestro de sabiduría protege, guía y dirige, en el
sendero de la luz, a todos aquellos que se relacionan con
él. Así es como un hombre puede ser un rey cuando está
en asociación con “aquel que está más allá”, “el séptimo”,
a quien llamamos Dios. Hay un centro de Dios en cada
uno de nosotros, situado en la parte más alta de la cabeza,
sahasrara. Cuando llegas allí, brillas como una gema.
A la gema en el loto se le llama Mani Padma. “Om Mani
Padme Hum” fue la realización de Buddha. De la misma
forma, Arjuna se relacionó con Krishna, produciéndose
una fuerte interrelación entre ellos. A Arjuna se le llama
Nara, y a Krishna se le llama Narayana. Tanto en Narayana
como en Nara, el sonido común es el conjunto de dos
sonidos: “Na” y “ra”. Nara significa indestructible, eterno.
El alma es eterna, la superalma es eterna. La diferencia
entre el alma y la superalma es que esta última es la que
mueve toda la creación. El alma mueve solo “su creación”,
mientras que la superalma dirige la evolución e involución de la creación.
El alma individual puede dirigir el descenso,
involución y evolución de sí misma. Puede descender y
ascender, siempre que esté en relación con la superalma.
Así, relacionarse con el “Padre en el cielo”, le permite al
hijo moverse con libertad en cada plano de existencia. Esta
facilidad para moverse por todos los planos de existencia
la otorgan los maruts, ya que estos cooperan con la ley de la
superalma. La ley de la naturaleza coopera con aquel que
está en sintonía con lo Divino.
Ahora estamos hablando del séptimo y sexto marut.
Narayana significa aquel que dirige la formación de una
creación para los seres, permitiendo que estos entren
en ella, la experimenten y evolucionen, para llegar hasta
Narayana. Cada uno tiene que llegar a convertirse en
Brahman. Llegar a ser Brahman, permanecer en el estado
de “Aquello” y “Aquello Yo soy” es el propósito por el cual
el Señor lleva a cabo esta creación, causa la entrada en ella
de los seres, y envía a los Maestros para dar la sabiduría
necesaria para que cada ser evolucione. La evolución no
es nada más que adquirir la habilidad para moverse en
cada plano de existencia. Se le llama también “moverse
en la escalera”. Una escalera con la cual el alma desciende
y experimenta cada plano, y una escalera para que el
alma retorne una vez ha experimentado. Igual que todos
nosotros volveremos a casa tras el encuentro de grupo. Si
sabemos el camino de vuelta a casa, regresaremos. Si no lo
conocemos, no podremos volver.
Con frecuencia digo que la casa está en nuestro
interior.
No es la casa de cemento y mortero con la que construimos. Deberíamos ser capaces de entrar en el mundo
y experimentar la belleza de los planos físico, emocional,
mental y búddhico. A la capacidad de experimentar todos
los planos y su belleza, se le llama bienaventuranza. No
negamos ningún plano. Aquellos que rechazan la creación,
no experimentan nada. Las religiones ignorantes hablan de
rechazar y excluir. Si sigues una religión ignorante, te va a
proponer que “no hagas esto, no hagas aquello, no estés
en el mundo, retírate a un bosque”. Cuando rechazas algo,
¿cuál es la experiencia? Sé capaz de entrar, experimentar y
salir. Así es la historia completa.
Hemos entrado en esta sala para experimentar la
enseñanza, y deberíamos saber cómo salir de este lugar.
Este es el conocimiento referente a la puerta de entrada y
la de salida. Este conocimiento es importante. Cuando no
sabes cómo volver, no deseas entrar. Si no sabes cómo jugar
a fútbol, no tienes ganas de entrar en el terreno de juego.
Si no sabes cómo jugar, pero aún así entras, te golpearán.
Todo juego, cuando sabes jugarlo, te proporciona alegría.
En cambio, si no sabes jugar, te produce dolor. Si no
sabes jugar, ¡no te escapes del juego! Aprende a jugar y
juega. Esa es la belleza. Un padre le trae muchos juguetes
electrónicos a su hijo para que juegue.
El niño debe saber
cómo jugar. Cuando no sabe cómo jugar, rompe el juguete.
Nosotros decimos: “No como esto, no como aquello. No
me caso, puesto que es un problema, no quiero niños, es
un problema”. Todo es un problema cuando no sabemos.
Todo te permite experimentar si sabes cómo relacionarte
con ello. Para esto es necesaria la sabiduría.
En el pasado, muchas personas evitaron la variedad
de alimentos que la naturaleza proporcionaba en nombre
de las prácticas religiosas. Cuando digo prácticas religiosas,
me refiero a: “¡Pobre hombre!, no come nada”. ¡No comer
nada! ¡No ver nada! Mucha gente que se considera teísta
no ve la televisión, no va a ver ninguna película.
Dicen que
es un mal hábito. ¿Qué hay de malo en ello? Si sabes cómo
relacionarte, nada es malo.
Esta exclusividad como práctica teológica es absoluta
ignorancia, y es lo que proponen todas las religiones que
han emergido durante la era de Kali. Estas religiones
no tienen más de 2.000 años de edad. Si vas más allá de
los 2.000 años, todas estas religiones no existían. Solo
existía el conocimiento, en forma de cómo relacionarse
con la naturaleza; cada aspecto de la naturaleza y la
experiencia correspondiente. Para relacionarte con cada
plano, necesitas conocer cómo entrar y cómo salir. Si
vas a un banquete, no tienes que comer de todo y tener
después dolor de estómago. Si sabes cómo comer, cuánto
comer, en qué proporción comer, no vas a tener dolor
de estómago ni ninguna indigestión. Evitar comer no es
yoga. El Maestro CVV servía una comida de 16 platos,
solamente para mostrar cuán esplendoroso puede uno ser.
Si no comes de todo en gran cantidad, puedes degustar
muchas cosas. Esto sí es yoga. Hay un yoga en relación a
la comida, también hay un yoga referente al deseo. ¿Hasta
qué punto te pierdes en aquello que haces?
Si empiezas a hablar, no sabes cómo parar. Además,
olvidas tus obligaciones por hablar sin mesura. Esto no es yoga. Y no hablar tampoco es yoga. Igualmente,
entre todas las películas y programas de televisión, hay
algunos que son instructivos, siempre y cuando tengas una
actitud de aprender. Cuando hay una actitud de aprender,
recibes la inspiración de cada fuente. Cuando no tienes
predisposición para aprender, te quedas estancado. Si no
hay aprendizaje ni experiencia, no experimentas la plenitud,
no te puedes realizar. Los no realizados no ascienden a
los círculos superiores. Solo se les permite la entrada
a los realizados. Hay un refrán en inglés que reza: “Los
derrotistas nunca ganan”. ¿Sabéis lo que es un derrotista?
Aquel que abandona y renuncia. Los derrotistas nunca
ganan, los ganadores nunca abandonan. Permanece en el
lugar, aprende, alcanza el objetivo y progresa.
Avaha – Nivaha
La habilidad para moverse hacia dentro, experimentar, y después moverse hacia fuera, la adquirimos con la ayuda de los maruts. Hay dos maruts. El primer marut se llama avaha, y permite el flujo interior, entrar. El segundo marut se llama nivaha, y facilita la salida. Avaha entra, nivaha sale. Nosotros entramos, pero no sabemos salir. Entramos en el banco y no sabemos salir de él. Así que llegamos a casa con el banco. ¡Eso es lo que le ocurre al banquero! “Entramos” en una profesión diariamente, ¡y la profesión nos retiene! Vamos diciendo: “Estoy ocupado, estoy ocupado”. ¡No estás ocupado, sino que eres un ignorante! El hombre o la mujer que dice que está ocupado es un o una ignorante. No estés ocupado, sé activo. Esta es una afirmación del ashram de segundo rayo. Si planeas, puedes hacerlo todo en una vida.
Puedes hacer muchas cosas en una vida, y lo puedes hacer bien. Si haces las cosas bien en cada aspecto de tu vida, te aprecian. Si no lo haces bien y vuelves, te preguntarán: “¿Hiciste esto?”. No. “¿Hiciste aquello?”. No. A todo responderás: “No. Solo regresaba”. Te enviaron a experimentar y quieres regresar. Envías a tu hijo a jugar y cuando regresas a casa el niño también vuelve y grita “mamá”. Esto no es yoga ni es sabiduría. No tener el conocimiento de cómo hacer las cosas te lleva a este estado. Es por esto que hablé del cuarto marut. Él te permite entrar en la sabiduría. Con sabiduría, tú entras (avaha) y sales (nivaha). Puedes observar como el aire entra en nosotros y después sale de nosotros. ¿No entra y sale el aire en nosotros, regularmente, cada día y cada noche? Tú no puedes detener a un marut que está saliendo. ¡Puedes intentarlo! Avaha es la inhalación. De hecho, no eres tú el que inhalas.
La inhalación es algo que ocurre. La respiración no ocurre por tu propuesta individual.
La respiración ocurre. El aire entra y sale continuamente. Nada lo puede detener.
Si deja de entrar, ya no estás aquí. Supón que no puedes inhalar. No estarías aquí. Si una vez que has inhalado, no pudieras exhalar, tampoco estarías aquí al cabo de pocos minutos. Por eso a los maruts se les llama “los imparables”, “los que no tienen limitaciones”. No se les puede poner trabas, porque son los “nietos” de los rudras. Así como es el abuelo, así los nietos. La genética dice que los nietos tienen muchas más probabilidades de heredar las habilidades de los abuelos. Así que los nietos de los rudras son los maruts. Recordad la Jerarquía: Rudra, Vayu, marut.
Lo que os estoy tratando de decir es que el alma puede estar en los cinco planos con la ayuda de los cinco maruts. El alma misma está gobernada por el sexto marut, y la superalma prevalece sobre el séptimo marut y todos los demás maruts. ¿Conocéis al Maestro Maru? Se le llama Maurya o Morya. Su nombre original, en los Puranas, es Maru. ¿Por qué se le llama Maru? Porque es imparable; es imposible detenerlo. Él imparte el agni yoga. Agni es el nombre colectivo para los rudras. Piensa en el Maestro Morya, y la voluntad funcionará con una fortaleza tal que nada la podrá detener.
Él fue aclamado como Maru porque tiene la cualidad de los maruts. Guiado por el sonido, uno puede entender todo esto. Volviendo al tema, los cinco maruts deberían cooperar con el sexto marut.
El sexto marut es la residencia del alma, y el alma misma está gobernada por el séptimo, que se llama paravaha. Para significa “más allá”, el que está en conexión con paravaha. El sexto se llama parivaha. Paravaha-Parivaha son los dos nombres. Avaha es la entrada, el que recibe. Nivaha es la salida. Los cuatro maruts son: paravaha, parivaha, avaha, nivaha. Paravaha, la superalma, permea todo el sistema e incluso los alrededores. Avaha permite la entrada en el quíntuple mundo de los cinco elementos, los cinco éteres. Nivaha permite la salida.
Pravaha
¿Vivimos solo para entrar y salir inmediatamente?
Cuando entramos en un lugar, ¿salimos de él inmediatamente? No. Llegamos, experimentamos y salimos. No
venimos al encuentro de grupo para irnos inmediatamente.
Venimos, experimentamos el encuentro, y regresamos.
Vine a España, no para volver inmediatamente. Vengo a
España, tengo la experiencia con los grupos, y después
regreso.
Y puedes volver una y otra vez si sabes cómo salir
adecuadamente. Cuando entras y tu experiencia es buena,
y también lo es con los demás, siempre eres bienvenido.
Cuando vamos a un lugar, podemos valorar si lo hemos
hecho bien porque la gente nos va a preguntar cuándo vamos
a volver. Si no lo hacemos correctamente, no nos van
a animar a volver, al contrario, intentarán que nos vayamos
lo antes posible, ¿no es así? Esta es la única manera.
Hace dos mil años, un hombre vino e hizo algo,
y hasta la fecha, la gente espera que regrese.
¿De quién
hablamos? De Jesús. Cinco mil años atrás, otro hombre
vino, creó una bella historia poética y nos mostró una
gran sabiduría. Hasta la fecha, la gente desea que retorne.
¿Quién es? Krishna. Dieciséis mil años atrás, también vino
otro hombre, y lo hizo tan bien que la gente quiere que
vuelva. Se trata de Rama.
Mantenemos la puerta abierta para que todo Maestro
de Sabiduría pueda entrar. Mantener la puerta abierta no
significa que no corramos el pestillo por la noche. Mantén
la puerta de tu corazón abierta para que cualquier Maestro
entre en ti. Algunos son siempre bienvenidos, otros no,
¿cierto? Por esta razón, cuando vengo, siempre digo: “Por
favor, ven a India”. Cuando vuelves de la India, yo pregunto
cuándo vas a volver. Esta es la forma en que debes vivir.
No debería ocurrir que nadie tuviera que escuchar “por
favor, no vuelvas”. Esta es la belleza del flujo de la vida,
pravaha.
Primero estuvimos hablando de samvaha.
Después
de udvaha, y luego de paravaha, parivaha, avaha, nivaha, y
finalmente, de pravana.
La vida debería ser un flujo. Esa es la belleza. No
como una inundación, una riada, sino como una corriente
que fluye y embellece, que coopera con la flora y la fauna
del entorno. Si un río fluye, ¿puedes imaginarte cuántas
vidas mantiene este río, desde su nacimiento hasta que se
une al mar?
El río abastece y da plenitud no solo a los seres
humanos, sino a los animales y las plantas.
En su discurrir,
los campos se hacen fértiles y crecen variedad de plantas
y bosques. Esto es pravaha. Mucho se puede hablar acerca
de un río. Gracias a la vida de la planta que permite el
crecimiento, viven los animales, que toman agua del río,
y los seres humanos, que se abastecen también del agua
del río. Un río que fluye mantiene innumerables vidas.
¿A cuántas vidas asistimos y damos ayuda nosotros? Ya
representa un problema mantenernos a nosotros mismos.
No somos capaces de mantenernos a nosotros mismos. ¿Y
un río? ¡No te puedes imaginar a cuántos les da su apoyo,
sostén y ayuda! ¿Has visto alguna vez la belleza de un río?
Fluye a través de valles, montañas, bosques. Donde quiera
que fluya, el entorno sale beneficiado. Los ríos que fluyen
por Europa desde los Alpes han estado contribuyendo a
toda una diversidad de la vida desde la misma existencia
del planeta, o desde la existencia de Europa y los Alpes.¿Cuál es la fuente para todos los ríos de Europa y de la
belleza que un río representa? Pravaha.
Parivaha, paravaha, pravaha, samvaha, udvaha, avaha,
nivaha. Son siete. Si tratas de conocer este camino
relacionado con tu vida, entonces conoces la clave de los
maruts.
La sabiduría no puede aprenderse sin relacionarla
con nosotros mismos. Si hay algún concepto de sabiduría
dado en las escrituras sagradas, entended que existe en
nosotros, ya que somos el microcosmos. Si sabemos dónde
existe en nosotros y cuál es su función, entenderemos su
trabajo en nuestro interior y también en el universo. Es por
ello que se ha dicho: “Hombre, conócete a ti mismo”. Esto
significa que, para entender el universo, hay que conocer al
hombre. No es algo vagamente relacionado con algo que
llamamos Dios.
Si los maruts cooperan, puedes entrar en cada uno
de los planos, salir de cada plano, experimentar cada
plano, e incluso tocar los pies del Señor en la cabeza.
Puedes permanecer en la sabiduría y experimentar la
bienaventuranza. Todo es posible cuando los maruts
están contigo. Sobre este concepto tan sublime no se
habla habitualmente. Ni los llamados hombres sabios lo
conocen, ni se relacionan con él.
Así entonces, ¿quién
es aquel que te proporciona la plenitud, la realización?
Los maruts, porque en ellos reside el poder de Vayu, el
poder de los rudras, el poder de Agni, y son el poder del
movimiento. Por esto los maruts otorgan la plenitud. Son
más grandes que las inteligencias cósmicas del este, del
oeste, norte, sur, nordeste, noroeste, sudeste y suroeste.
Todas estas inteligencias direccionales están gobernadas
por la inteligencia del este, que se llama Indra en los textos
védicos. También se la llama Sakra. Invocamos a Sakra
cuando cantamos el Purusha Suktam: “Sakrah pravidvan
pradisaschatasrah”. Sakra o Indra es una gran inteligencia en
la creación.
Es el Señor del este, y es muy poderoso, pero
los maruts, todos juntos, son más poderosos que él.
Dr. Sri K. Parvathi Kumar.
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